La política y el calendario. ADN
Se acerca el fin de año. Lo que no se hizo se perdió y para cumplir los objetivos que faltan hay que apurar el paso.
Hay una especulación oficial orientada a tener aprobada para el último mes del año la declaración de la reforma constitucional, otras miradas sobre el tema sostienen que lo prioritario es ganar “muy bien” en octubre de 2017 y con ese aval ciudadano recién presentar la reforma en la Legislatura, donde difícilmente haya oposición luego de un “triunfo contundente del oficialismo”, como indican algunas opiniones consultadas.
Sea como fuere la reforma es una decisión en el oficialismo. Se piensa en formar un “núcleo central de pensamiento” con conocidos constitucionalistas nacionales que redacten y trabajen en las propuestas e invitar a ex gobernadores, ex jueces del STJ, a las universidades y demás ámbitos rionegrinos para aportar ideas al debate.
Incluso se analiza la posibilidad de que Alberto Weretilneck, sea candidato a primer convencional constituyente por JSRN y Pedro Pesatti asumiría la titularidad del Ejecutivo, mientras dure la Convención, que sesionaría en con un tiempo limitado y en un punto equidistante de la geografía provincial, como puede ser el Valle Medio. La Convención de 1988 sesionó en San Carlos de Bariloche y algunos pocos días en Viedma, donde finalmente se sancionó la nueva Constitución.
Los tiempos y el calendario. Puede intentarse a fin de año o postergarse hasta fines del 2017.
Hoy declarar la necesidad de la reforma está limitado por el número. JSRN tiene 26 votos en el parlamento y necesita 31 para alcanzar los 2/3. Faltan cinco, de los cuales podría sumar como aliados a tres (uno de la UCR y dos del Frente Progresista) y el resto no hay más alternativas que ir a buscarlos en el Frente para la Victoria.
En este espacio que integran peronistas y frentegrandistas, hasta el momento nadie arriesga y hay miradas por “el rabillo del ojo”.
Una calificada fuente del justicialismo comentó a ADN que para ir hacia la reforma falta un escenario provincial adecuado y señaló a modo de ejemplo: “el gobierno tiene que solucionar el conflicto docente y otros en el orden gremial, esclarecer la muerte de Lucas Muñoz, resolver la adjudicación del agente financiero, dar respuesta a la situación económica y atender a los cambios en áreas como Seguridad, Desarrollo Social, entre otros temas”.
El mensaje es claro: hay que analizar el contexto en que se debate la reforma, incluso observar cuál es el clima nacional. Si es propicio podría haber acompañamiento, porque “el peronismo siempre respeta la vocación de poder del que gobierna, porque nosotros somos un partido de poder”, recordó nuestro interlocutor.
También hubo una propuesta de Martín Doñate, referente provincial kirchnerista, que promocionó constituir una mesa de diálogo y consenso, un ámbito para tratar todos los temas trascendentes, incluso la reforma, con debates para alcanzar acuerdos en beneficio de la provincia. Esta iniciativa no tuvo eco en el oficialismo.
Las dudas le dan la derecha a quienes sostienen que un triunfo en las urnas en octubre del año que viene, donde se podría repetir el resultado electoral del 14 de junio del 2015, cuando Weretilneck obtuvo el 52.80 por ciento de los votos, deja sin argumentos a la oposición y abre las puertas de la reforma.
Otro punto que el gobierno quiere tener listo a fin de año, es el reconocimiento electoral de Juntos Somos Río Negro. En este tema se delegó la responsabilidad a Matías Ruli, secretario general de la Gobernación y vocal de la mesa promotora del partido. Se trabaja en juntar los 2505 avales necesarios para pedir la inscripción de partido de distrito y terminar con las demás presentaciones legales.
Hay que comenzar con las afiliaciones y cumplir con los demás requisitos. Todo está en marcha y “se llega bien a fin de año” confió a esta Agencia un referente del oficialismo.
En el tema de las afiliaciones se trabaja con mucho cuidado, por las posibles denuncias de doble afiliación, una cuestión que con los soportes informáticos ha surgido en todos los distritos ya que se hacen entrecruzamientos de datos entre los partidos y se detectan irregularidades de ciudadanos afiliados en dos partidos.
Hay cuidado en JSRN ya que sus canteras de afiliaciones son el justicialismo, el radicalismo y espacios como REDES, el MPP, Unidos por Río Negro, Partido de la Victoria Popular y otros.
Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires la Junta Electoral detectó más de 172 mil casos de doble afiliación, tanto en el PJ, UCR, Unión por Todos, GEN, Partido Humanista, Kolina, Partido Socialistas y otros. Se otorgó un plazo de seis meses para regularizar la situación.
La Justicia de Río Negro hoy analiza el pedido de inscripción de Nuevo Encuentro, donde se detectaron casos de doble afiliación, una situación donde además “el diablo metió la cola”, porque hubo tramitaciones que llegaron tanto a la Justicia Federal como provincial con mucha celeridad denotando algunas “segundas intenciones”, cuando el espíritu en estos casos es de garantizar la mayor participación democrática sin restricciones.
Esta es la tarea hoy en JSRN, afiliaciones en toda la provincia con padrones depurados y alcanzar la inscripción a fin de año y contar con una herramienta electoral para una eventual convocatoria a Constituyentes y participar de las elecciones a diputados nacionales.
Por el lado de Cambiemos también se espera llegar a fin de año en una posición más favorable que la de principios del 2016, cuando todo parecía circunscribirse al voluntarismo de Sergio Wisky y donde no se pudo reencausar las diferencias con el radicalismo, que generó que algunos dirigentes de la UCR, como el concejal de Viedma, Leandro Massaccesi, entendiera la lógica política del momento y no dudó en verticalizar su gestión a las políticas nacionales.
No es casual ni neutra la actividad desarrollada en la provincia por Juan Martín, un dirigente de Roca, delegado en Río Negro del ministerio del Interior, que pacientemente y sin ser muy conocido, caminó el territorio, contactó intendentes con funcionarios nacionales y alcanzó su reconocimiento hasta fungir como un verdadero representante del macrismo, incluso ser visualizado como posible candidato a diputado nacional.
La tarea más dura de Martin, es convencer a la UCR de Río Negro, que hay resignar viejas banderas, superar la nostalgia “del tiempo que pasó”, como dice el tango y sumarse al único proyecto que Cambiemos tiene en el país: la reelección de Mauricio Macri en el 2019.
“Todo lo demás no existe, ni banderas, ni locales, ni pretensiones aisladas”, se dice en el macrismo, sobre la base de que “este proceso llegó para dejar de lado la vieja política y es una instancia superadora de los propios partidos que constituyeron la alianza ganadora”.
En estos términos habló Juan Martín con el intendente de Viedma, José Luis Foulkes y el presidente de la UCR, Darío Berardi. La conclusión del encuentro fue la siguiente: “fue una reunión amena”.
Cambiemos pretende mutar el ánimo del rionegrino con el gobierno nacional. Ministros y funcionarios se trasladan a estos lares, muchas veces con declaraciones inoportunas y pocas soluciones, prometen obras y se muestran juntos a Alberto Weretilneck, que mide bien en las encuestas, ya que sus referentes en los sondeos de opinión muestran un alto nivel de desconocimiento, que en algunos casos llegan hasta el 80 por ciento.
Pero sí tienen un objetivo que comenzarán a estructurar a fin de año: terciar en las elecciones nacionales del 2017 entre JSRN y el PJ y si no le pueden ganar a Soria, llegar terceros “ahí nomás”, se entusiasma un macrista.
Para el justicialismo fin de año podría ser motivo de un encuentro convocado por el presidente Martín Soria. Una reunión que además serviría para ratificar la voluntad del intendente de General Roca, para que María Emilia Soria, reitere su candidatura a diputada nacional para el año que viene.
En esferas del justicialismo esta posibilidad no es compartida por muchos. Es más, lo consideran un error.
Alberto Weretilneck dijo en la semana, en un acto de inauguración del local de JSRN, que “queremos ganar en Roca las elecciones a diputados del año que viene y la de intendente del 2019”. Esa voluntad hace pensar que habrá un esfuerzo del oficialismo tras esos objetos.
“No sé quién será el candidato del FpV el año que viene, pero lo de María Emilia es un error”, indicó a un dirigente peronista.
En qué se especula: Alejandro Palmieri sería el candidato del oficialismo para el 2017 y un triunfo del ex ministro de Economía en la provincia, y con una buena elección en General Roca, aun perdiendo por poco, significaría un duro golpe para el PJ.
Una nueva derrota haría implosión en el PJ y motivaría un reacomodamiento de dirigentes y de líneas internas. Por esta razón la elección de los próximos candidatos para el año próximo es un debate interno que se viene en el justicialismo.