Emergencia social: «A muchos se les debería poner la cara roja»
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, rechazó la ley que declara la emergencia social y fustigó a los legisladores que la votaron y a los dirigentes gremiales y sociales que organizaron una masiva movilización frente al Congreso para exigir su aprobación inmediata.
«Es una manifestación de apoyo a un proyecto de ley que plantea una emergencia social en un contexto donde hay un Gobierno que viene dialogando no solo con las organizaciones sociales en la mesa de trabajo con la ministra de Desarrollo Carolina Stanley, pero también con la CGT», sostuvo Triaca en diálogo con radio Mitre, y pidió «mirar lo transitado durante el año que es muy difícil, pero que hubiese sido mucho peor si el Gobierno no hubiese tomado algunas acciones de contención social».
En ese marco, el titular de la cartera laboral recordó los «recursos que pusimos a disposición» de los jubilados y los beneficiarios de la AUH en diciembre y mayo pasados y lo que vendrá para fin de año, además de la devolución del IVA y la actualización de los «valores» de otros programas sociales. «Hubo una agenda de contención muy clara», aseguró el funcionario.
A su vez, destacó que existe una «propuesta de desarrollo de la economía popular», que se encuentra en la etapa de relevamientos, para saber qué pasa en las situaciones de mayor marginalidad. «Ahí está puesto el foco en un año difícil», explicó.
Sin embargo, aclaró que en el Gobierno también «piensan para adelante» para «poner en marcha la economía y cómo generar puestos de trabajo digno, con cobertura de salud y seguridad social, ese es el desafío para trabajar entre todos».
La marcha fue organizada por las diversas corrientes internas de la CGT, las dos CTA y decenas de agrupaciones en favor de la norma, que obtuvo media sanción de la Cámara de Diputados esta semana, pero que se prevé quedará estancada en el Senado, con futuro incierto. A la convocatoria adhieren la Ctep, Barrios de Pie, la CCC, FECIBA (pymes), la Federación Agraria Argentina (FAA), Libres del Sur y el Frente Popular Darío Santillán, entre otros.
El proyecto propone la suba del 15% mensual de la Asignación Universal por Hijo y por embarazo, además de la fijación de un Salario Social Complementario que permita alcanzar un Salario Mínimo, Vital y Móvil para los trabajadores de la economía informal. También estipula la creación de un millón de puestos de trabajo, bajo el Programa de Ingreso Social con Trabajo.
Al ser consultado por un periodista sobre la mirada de algunos «observadores», que sostienen que es una «excusa» para «confrontar» al Gobierno porque la ley no posee viabilidad económica, Triaca respondió: «Probablemente tenga una manifestación política esto, porque muchos de los que avalaron esta ley se fueron del Gobierno sin reconocer la pobreza. Hay muchos a los que se les debería poner roja la cara. Apoyar este proyecto, cuando hace un año atrás, decían que habían menos pobreza que en Alemania, por lo menos deberían estar avergonzados y planteándose por qué no lo hizo antes», enfatizó el ministro.
Triaca dijo que esos legisladores nacionales que se deberían avergonzar por respaldar la emergencia social «deberían haber ayudado a su candidato a ganar las elecciones (por Daniel Scioli)» y desligó al conjunto de la sociedad de este debate. «La mayoría de la gente entiende estas cosas, los beneficiarios de los planes sociales también lo entienden y los dirigentes de las organizaciones también», dijo.
«Este es un Gobierno que va a buscar soluciones, que lo va a seguir haciendo, que lo vamos a hacer en el camino del diálogo. Más allá de la manifestación de hoy, vamos a seguir adelante», agregó.
Por otra parte, analizó la reciente alianza celebrada entre los cegestistas y los movimientos sociales. «La dirigencia sindical reflexionó después de mucho tiempo que esos que hoy son desocupados, fueron generados en otro momento y que no tuvieron la capacidad de contener o darle el espacio para generar proyectos alternativos, y los dejaron en un estado de organización independiente», afirmó, aunque admitió que en ese acuerdo «puede haber contradicciones».
«Tenemos que tener claro si esto sirve para que la Argentina crezca, para que haya más puestos de trabajo de calidad, para que más jóvenes estudien y trabajen, si dan más certezas para crecer, pero lamentablemente esta propuesta de hoy no está cerca de eso. Hay que plantearse encontrar el canal del diálogo y las soluciones concretas y seguir ese camino», subrayó.