¿Grieta en UnTER? Criticas de Cipolletti al acuerdo paritario
(ADN).- “Dos meses y medio de lucha sólo para aceptar un seguimiento de la inflación”, de esta manera la UnTER de Cipolletti expresó su desacuerdo con los resultados del encuentro con el gobierno, plasmados en la última acta paritaria, donde “había cuatro puntos mínimos que se suponía que los representantes gremiales debían plantear y defender”.
Los cuestionamientos se refieren a que el gremio reclamó un aumento del 20 por ciento para el segundo semestre y se “ resignó a formar una Comisión Técnica para evaluar la inflación”; sobre la restitución de los descuentos “legales e ilegales” por los días de paro, se acordó la suspensión de los descuentos de septiembre y octubre a “condición de que se acepte la paritaria”; en cuanto a la reforma del Nivel Medio se destaca que en el último Congreso de UnTER se resolvió la no aplicación de la reforma durante el 2017 y no volver a integrar la Comisión Mixta, si no se derogaban todas las resoluciones dictadas durante el conflicto y sin embargo “en la paritaria el sindicato aceptó volver a integrar la comisión mixta” y también se cuestionó que sobre la reincorporación de las Supervisoras de Nivel Inicial de Cipolletti, se acata, “pues ni siquiera se rechaza el planteo del gobierno, en la sustanciación de los sumarios”.
La seccional Cipolletti de UnTER indica que “en definitiva, no se logra aumento, no se detiene la reforma de nivel medio, no se detiene ni se denuncia el golpe institucional y pedagógico, no se devuelven los días descontados masivamente” y se pregunta ¿ese puede ser el resultado de dos meses y medio de lucha? Y agrega “una lucha que tuvo siempre una altísima participación de compañeros, con medidas de acción directa que tuvieron un alto acatamiento”.
También se cuestiona que se ignoraron los mandatos de un Congreso y se “retoma los caminos de un diálogo donde el Gobierno actúa y la Central acalla y acata.
La dirigencia docente cipoleña hace una convocatoria para analizar el acta paritaria, a compararla con las propias definiciones de los Congresos y puntualiza que “si desde agosto estamos en conflicto por recomposición salarial y ahora aceptamos investigar la inflación. Qué motivos nos llevaron a la calle. Necesitamos una mesa técnica de estadistas o los 12 300 pesos del cargo testigo, o los 10800 pesos que percibe un preceptor son contundentes para reafirmar que nuestros salarios están lejanos a las necesidades de la familia docente”.
“Tenemos en claro lo que propone el Gobierno: un ajuste con salarios a la baja de la inflación, una profundización del recorte presupuestario y políticas educativas que han suscripto con el gobierno nacional en la que prime el vaciamiento curricular y la descentralización funcional. Estas políticas pretenden avanzar con la concertación o con el autoritarismo.