La flexibilización de la barrera es «una amenaza a gente que trabaja»
(ADN).- La cooperativa de trabajo de JJ Gomez emitió un comunicado por la flexibilización de la barrera sanitaria para la carne de cerdo. Aseguró que le preocupa las fuentes laborales. Así, otra industria del sector, planteó su rechazo a la normativa nacional del SENASA.
El documento expresa:
«Nos preocupa por nuestras fuentes de trabajo, por el esfuerzo de los crianceros que son nuestros clientes, y por la economía de nuestra región que se permita el ingreso de carne de cerdo al sur de la barrera del río Colorado. Con sacrificio y responsabilidad hemos encarado la misión de gestionar una fábrica abandonada a su suerte para que no se pierda el esfuerzo de tantos años y no se pierdan las fuentes de trabajo, pero ahora vemos que hay un ataque, porque los pequeños crianceros se vienen poniendo de pie y abrir la barrera es darles un golpe muy duro, tanto a ellos como a sus familias y empleados.
En nuestra Patagonia el trabajo no sobra y es muy duro para las personas que viven de la producción, por eso esperamos que no sumen complicaciones. Queremos aclarar que apoyamos las manifestaciones del Gobernador Alberto Weretilneck efectuadas en la Exposición Rural de Roca, cuando dijo que ´los rionegrinos somos personas pacíficas y pacientes, pero también sabemos defender los intereses propios´.
Ya sufrimos en el año 2001 brotes de aftosa en distintos puntos del país, y nuevamente la barrera fue un refugio sanitario, porque el mundo nos seguía reconociendo como zona libre sin vacunación. No debemos poner en peligro ese capital que con esfuerzo de toda la actividad se ha sostenido.
Hoy, con ese status sanitario el horizonte de exportaciones y de llegar a nuevos mercados es todo un aliciente para seguir con el esfuerzo de invertir y trabajar.
Pedimos a las autoridades que correspondan, reconsideren la medida, porque como vimos en otras situaciones, estas medidas son un banco de prueba para otras. Si no hay suficiente rechazo al ingreso de carne de cerdo, no hay que descartar que en el corto plazo autoricen el ingreso de carne vacuna con hueso, y eso implicaría perder años de trabajo patagónico. Perder la esperanza de lograr el autoabastecimiento y hacer de la industria cárnica un motor regional de la economía.
Entendemos entonces que, se debe escuchar a los gobiernos de las provincias que con argumentos técnicos rechazaron cualquier intento de flexibilizar la barrera. No queremos que amenacen la tranquilidad de nuestras familias, sobre todo ahora que llegan las fiestas».