Docentes de establecimientos penales critican el cierre de estas escuelas
Docentes que trabajan en el penal N° 3 de Bariloche, hicieron público su malestar por «el cierre de las escuelas secundarias en los establecimientos penales de la provincia a partir de 2017. Esta decisión, tomada en Viedma, no nos fue notificada formalmente sino que nos cayó de sorpresa en la última reunión del equipo docente, habiendo terminado exitosamente el ciclo lectivo».
Agregan que «El Ministerio de Educación provincial impone un nuevo sistema llamado CEPJA. que encuadra perfectamente en la reducción presupuestaria, ya que recorta el plantel docente y los salarios: los docentes del nuevo sistema tendrán un cargo equivalente al de un preceptor, y cobrarán como tal. Se reducirá a un equipo mínimo dejando a muchos trabajadores afuera. El coordinador asumirá funciones de dirección, secretaría, prosecretaría, preceptoría y ETAP. Todo esto responde a un ajuste de números.
«Pero lo que más nos preocupa es qué va a pasar con los alumnos que venían cursando el secundario, algunos de ellos están próximos a recibirse en el 2017. Una vez más se les cambiará el plan de estudios, la modalidad, sin haberles dado ningún tipo de información previa. Se les quita el derecho a recibir una educación igual a la de cualquier escuela y, en cambio, se les impone un modelo de educación para presos», señalan los educadores de establecimientos penales.
Seg{un se expresó, el CEPJA está basado en módulos bajados desde el Ministerio que serían evaluados en Viedma. El docente no tiene ninguna otra función que la de facilitar los módulos que el alumno «decida» cursar. La modalidad es semipresencial y deja a los alumnos librados a su suerte. Esto habla de un total desconocimiento de la educación en contextos de encierro, de las necesidades y problemáticas de los estudiantes y de los fundamentos de la educación en general.