Los «payamédicos» en su ley
(ADN).- La Legislatura aprobó una ley que regula la actividad de los «payamédicos» en Río Negro. Se creará un registro provincial de payasos terapeutas y de las organizaciones no gubernamentales dedicados a esta tarea. Esta actividad viene ganando espacio en el mundo desde hace unas décadas, y comenzó a consolidarse en Argentina.
La historia de Hunter Doherty «Patch» Adams, un médico estadounidense, activista social, diplomático y escritor que fundó el Instituto Gesundheit! en 1971, fue inspiradora para otras personas en el mundo. Incluso, llegó al cine de la mano de Robin Williams, lo que popularizó la actividad. Admas, cada año organiza un grupo de voluntarios de todo el mundo para viajar a distintos países, vestidos de payasos, en un esfuerzo por llevar el humor a los huérfanos, pacientes y otras personas.
En Argentina el movimiento congrega alrededor de 3000 voluntarios agrupados en una ONG, quienes desarrollan su labor en hospitales de la Ciudad de Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca, Neuquén, Salta, San Luis, Entre Ríos, Misiones, Puerto Madryn, Cordoba, Mendoza, Rosario y ahora en Río Negro de manera ad honorem.
La ley -impulsada por las legisladoras oficialitas Marta Milesi y Silvia Morales- fue aprobada por el Parlamento ayer, con la presencia de una delegación de “payamédicos” en el recinto.
A todo esto, el formador itinerante Fabio Abálsamo recordó que “llegamos a Río Negro hace seis años, primero en Bariloche y ahora estamos en Roca y Regina” y sobre la iniciativa aprobada sostuvo que “estamos muy contentos por este reconocimento”.
Payamédicos Asociación Civil es una organización sin fines de lucro que trabaja desde el año 2002 bajo la coordinación y dirección del director artístico y académico José Pellucchi.
“Trabajamos en hospitales como complemento de la medicina, con un enfoque sicoterapéutico, y la payamedicina se nutre de los conceptos ética, bioseguridad, ciencia y arte”, explicó Abálsamo sobre la actividad.
“La payamedicinaa abarca a todas las edades y todas las padencias, salvo las patalogías siquiátricas porque la figura del payaso puede despertar algunas cuestiones persecutorias”, continúo.
Finalmente, Abálsamo comentó que “nuestra función es conectarnos con la parte sana de la persona que está hospitalizada, que así genera endorfinas y tiene un proceso de recuperación mucho más rápida”.