«Cristina y Carrió fueron dos frustraciones que tuve en la política»
La jefe del GEN habló de su relación política con Sergio Massa. Aseguró que no volverá a ser candidata a diputada nacional, pero no descartó una postulación como senadora. No descartó una alianza con el Frente Renovador. Descree de las encuestas que favorecen a CFK y a Scioli: «El 70% quiere terminar con los Kirchner». Dijo que el gobierno nacional «no hace lo suficiente» en el combate contra la corrupción. En una entrevista con Clarín, expresó que después de haber estado cerca de Cristina y Carrió, fueron «una frustración».
-¿Con Massa, qué diría que son: aliados, socios, una fórmula, o “solamente buenos amigos”?
-Yo creo que somos parte de un proyecto y tenemos, si se quiere, un acuerdo político hoy, que es el entendimiento de cómo debe ejercerse la oposición en la Argentina. Con diálogo, cooperativa, que apuesta a que le vaya bien al Gobierno.
-Las malas lenguas dicen que usted lo ayuda a él a limpiar su imagen.
-Algunos dicen eso. Muchos me dicen ‘vos le aportás a él, vos no ganás nada’. Yo no lo siento así. He ido trabajando muy bien con él, lo he conocido como una persona mucho más sensible y natural de lo que parece. Tiene un problema, a veces parece demasiado actuado, pero en el trato personal con él, no es así.
-Usted compitió con él en las últimas presidenciales. Si competía se supone que había cosas que la diferenciaban.
-Sí, las sigue habiendo, por supuesto, pero eso no hace fisura en un acuerdo, que es mucho más profundo en realidad. La competencia electoral es otra cosa. Yo competí con Macri y sin embargo cada vez que Macri me ha convocado he ido a conversar con él. Y ni qué hablar con María Eugenia.
-Pero no está pensando en hacer un frente con ellos. ¿Le ofrecieron alguna candidatura desde Cambienos?
-No, ni nunca Massa me ofreció una candidatura, ni hablé con él de candidaturas jamás. Es algo que está como latente porque venimos construyendo un vínculo que tal vez termine siendo una coalición electoral, pero no por el momento.
-Su mandato de diputada vence este año. ¿No va por una senaduría?
-Yo tengo claro que no voy a volver a ser diputada, porque ya llevo varios mandatos y creo que es necesario renovar ahí. La candidatura de senadora sería si eso puede servir para sostener la estructura de mi partido, que es un partido pequeño y nuevo, y no como parte de una ambición personal.
-¿Y esa candidatura sería por el GEN pero en un frente con el massismo?
-Nunca lo hemos hablado, pero yo no lo descarto. Por supuesto que sé que todo eso que vengo construyendo durante un año es muy posible que termine canalizándose en un acuerdo, pero no sé si eso va a ser así o no. He dicho muchas veces que todo depende de cómo sea el armado de Massa. Creo en él, y nunca ha expresado, conversando conmigo, su voluntad, como dicen, de liderar el peronismo, de volver al peronismo.
-Usted se ha convertido en un referente en la lucha contra la corrupción
-No como una cuestión moral, yo siempre digo que la corrupción tiene costos sociales y humanos. Yo la vinculo con lo que le pasa a la gente todos los días.
¿Usted piensa que la gente tiene en claro esta concepción de la corrupción? No parece ser un tema tan fundamental a la hora de votar…
-Sin embargo creo que la gente votó para sacarse de encima al gobierno más corrupto que hemos tenido durante nuestra etapa democrática.
-Una encuesta publicada días pasados, daba a una posible fórmula suya con Massa el primer lugar en la provincia de Buenos Aires y situaba en el segundo lugar a Scioli-Cristina con casi un 30%.
-A mí me llama muchísimo la atención eso. Voy a decir algo que no es políticamente correcto y suena siempre antipático, pero yo descreo mucho de lo que las encuestas dicen. No niego que pueden tener un capital propio, que es el capital histórico, así y todo, si vamos a lo que efectivamente puede haber, un 20%, digamos que el 80% o el 70% quiere terminar con los Kirchner.
-¿No le parece que está bastante instalado en la sociedad eso del ‘roba pero hace’?
-Sí, es terrible. La gente se queja de los políticos, pero los políticos somos la expresión de la misma sociedad. El incentivo a la buena política es que existan premios y castigos, y que a la gente no le dé lo mismo si roba o no, si trabaja o no.
-¿Y por qué da lo mismo? ¿Hay mucho individualismo, y entonces mientras yo esté bien lo que pasa alrededor no me importa?
-A ver, hay bastante de eso. Lo otro es que yo no puedo dejar de reconocer, de manera autocrítica, que la gente llega a esa conclusión a partir de las grandes defraudaciones que le hemos producido los políticos. Si uno mira atrás, la democracia no le ha servido a la gente para poder resolver o tener garantizados sus derechos mínimos. Pero la gente ve políticos enriquecidos, que viven mejor que hace treinta años.
Usted fue muy virulenta con un tweet sobre la idea del Gobierno de limitar el ingreso de inmigrantes con antecedentes penales…
-Irónica, no virulenta. Yo digo que tiene alguna dosis de racionalidad que el Gobierno se esté planteando qué hacer. La ley ya impide que los que tienen condena penal puedan acceder; no está mal discutir cómo hacer eso un poquito más severo. Yo lo que hice fue vincular eso con el tema de la corrupción.
-Podría haberse leído como ‘bueno, se preocupan por esto y no por la corrupción’. ¿Siente que este gobierno no está dando un buen combate en esa materia?
-No lo suficiente.
-¿Por qué? ¿Qué tendría que hacer?
-Colaborar mucho más con el papel de la Justicia y con las investigaciones judiciales.
-¿Y en qué casos diría que no lo está haciendo?
-En muchos, diría yo. Las investigaciones judiciales no han contado con la cooperación en términos de información, por parte del poder Ejecutivo.
-¿Pero cuáles por ejemplo?
-La mayoría de las causas; te diría que la única causa que realmente progresó bien es la de Vialidad Nacional. Vialidad ha hecho un excelente trabajo y el procesamiento de Cristina de fin de año es la denuncia de Cristina de Vialidad Nacional.
-¿Y cuál sería el interés del Gobierno en no avanzar en causas que involucrarían a Cristina y al anterior gobierno?
-A mí me parece que el Gobierno se beneficia indirectamente, si querés. Tal vez no hacen las cosas intencionalmente, pero ellos son los beneficiarios de que Cristina pueda existir como una alternativa electoral, porque es reeditar una suerte de polarización. El año pasado fue muy evidente, cuando Cristina venía a los tribunales y salía con esa sarta de disparates, ¿quién ganaba? El Gobierno, porque ella espanta. Y, por la pregunta tuya, yo lo vinculo además, y por eso menciono a Odebrecht, porque eso ocurre en la misma semana en que el Presidente decide proteger a su amigo Arribas. En lugar de decir, bueno, lo corro, espero otra explicación. La explicación que da Arribas es una vergüenza, que el hombre diga que es para cobrar un departamento.
-El banco parece avalar eso…
-En la otra información estaban los números de cuentas y todo. Y si querés ir al depósito de los u$s 70 mil que él reconoce, ¿por qué razón vende un departamento en San Pablo y termina cobrando por una transferencia de Hong Kong de la cuenta de la que pagan los sobornos?
-Volviendo a lo anterior, ¿usted cree que el Gobierno está protegiendo a Cristina?
-No, no me gusta ir a ese punto. Yo no tengo una mala opinión de los funcionarios del Gobierno, discrepo con muchas de sus políticas pero no creo que sean gente deshonesta. Sí tienen un problema… yo estoy preparando un informe sobre la cantidad de funcionarios kirchneristas que tienen en el Gobierno, es algo brutal… Pido una información en algún lugar y los que me contestan son los de La Cámpora.
-¿Y por qué piensa que quedaron?
-Yo creo que un problema de este Gobierno es que le falta política. Tienen dirigentes políticos muy buenos, caso Monzó, Pinedo, varios, dentro del Gabinete incluso, Esteban Bullrich. Sin embargo esos no son los que están en la oreja del Presidente.
-¿Quiénes están en la oreja del Presidente?
-Los que no vienen de la política, los CEOs de las empresas, los que vienen con otra concepción, distinta, y Durán Barba, sobre todo. Al faltarle política al Gobierno, me parece que eso hace que no mida, que no valore las cuestiones que realmente hay que cambiar desde la política. Ahí es donde cometen muchas veces esos errores, como el caso del Impuesto a las Ganancias.
-¿Y Cristina, irá presa?
-A ver, soy denunciante de las dos causas principales (Hotesur y Los Sauces) y a mí me da la impresión, sobre todo mirando los fallos de fin de año y el informe pericial que se conoció en enero, los delitos están y las pruebas están. Si yo hiciera abstracción de las cuestiones políticas y miro una causa donde una persona está involucrada en todos estos hechos, la verdad, no creo que pueda escapar. En principio, a que este año las causas vayan a juicio oral y haya procesamiento. En realidad, hay una recurrencia en la cantidad y el tipo de delitos, a cualquier persona en esa situación le cabría una pena de prisión.
-¿Cristina y Carrió son sus dos “decepciones” de la política, como dijo alguna vez?
-No sé si lo dije como decepciones, pero fueron dos personas con las que trabajé cerca, digamos y de las que yo esperaba otra cosa. Tal vez en ese sentido puedo haberlo sentido como una frustración.
¿Cómo fue con Carrió?
-Me pasó algo paradojal: la mejor elección de Carrió y la mejor elección mía fueron en 2007, cuando fuimos juntas, ella como candidata a Presidenta y yo a gobernadora. La considero una persona absolutamente valiente, capaz, honesta, pero tengo discrepancias importantes respecto de la forma de construcción política. La veo a ella con un exceso de personalismo, de egocentrismo. Yo creo mucho más en la política que se construye horizontal y colectivamente.
-¿Piensa en algún momento volver a pelear por la Presidencia?
-No, después de la elección que tuve, no volví a pensarlo. Si tuviera 40, 50 años, podría ser, ahora, no sé. Me parece que pasó el momento.
-¿Alguna asignatura pendiente?
– Esa, la Presidencia, lo que no quiere decir que la vaya a cumplir.