Denuncian contaminación de la empresa Alpat en el Golfo
El presidente del Departamento de Geografía y Turismo de la Universidad Nacional del Sur, y coordinador del Observatorio Ambiental Permanente, Renzo Bonuccelli, denunció que la empresa Alcalis de la Patagonia (Alpat) impacta negativamente en el medio ambiente en la región del Golfo, en San Antonio Oeste.
En una entrevista con Prensa GeoMinera (reproducida por el portal InformativosHoy), habló sobre los riesgos que produce y generará esta acción por parte de la empresa, y sobre la «vista gorda» que hace la Provincia.
¿Alpat está contaminando o sólo produce impacto visual?
Ambas cosas: La contaminación visual, sobre todo cuando se viaja a la localidad de San Antonio Oeste por las rutas del Norte y desde la ciudad de Viedma por ruta Nacional 3, que acceden por la planicie que rodea en altura a la Bahía San Antonio, lo primero que se visualiza es una estructura edilicia humeante rompiendo el fascinante panorama de fondo del mar azul verdoso característico del Golfo San Matías.
¿Y con respecto a la contaminación química?
Con respecto a la contaminación química voy a hablar de lo que nosotros estudiamos. En el proyecto inicial estaba previsto volcar los efluentes directamente al mar. Después de idas y venidas, las autoridades disponen que los residuos de la planta se depositaran en una zona de sacrificio seleccionada como “El Bajo del Riñón” a unos escasos 4 km de la Bahía San Antonio. El depósito consiste en la construcción de un reservorio, en terreno natural, de unas 480 hectáreas de superficie dividida en cuatro cuencos. Alpat en sus estudios, garantizaba la desconexión hidráulica del reservorio del Bajo del Riñón con la Bahía San Antonio. Conjuntamente con otros profesionales, conocedores de la geología de la zona, advertimos que por la litología del terreno era muy riesgoso volcar los efluentes sin previa impermeabilización de los cuencos. Considerábamos por los resultados de permeabilidad obtenidos en nuestros estudios no era posible garantizar la desconexión hidráulica con la Bahía San Antonio. El efluente saliente de la planta hacia el reservorio se halla compuesto por un líquido con sales disueltas, muy alcalino y diversos sólidos en suspensión.
La cantidad total diaria de efluente líquido que se vuelca en el Bajo del Riñón es de 500/600 m3, depositándose unas 600/700 toneladas diarias de sólidos como cloruros de calcio y sodio mayoritariamente.
Finalmente el gobierno de turno autoriza el volcado de los efluentes sin impermeabilización.
A los pocos años al monitorear los freatímetros se comenzó a detectar valores anómalos de calcio y sodio indicadores que el fondo del reservorio filtraba al acuífero. Con el tiempo el nivel freático fue subiendo fluyendo sub superficialmente a la Bahía San Antonio. Al final se vuelcan al mar por triangulación: fabrica, reservorio, acuífero: Bahía de San Antonio
¿Qué hace la provincia al respecto?
Hace oídos sordos y mira para arriba a la espera que el Supremo le resuelva el tema. La provincia es la principal responsable de esta problemática autorizando el volcado de los efluentes a los cuencos sin revestimiento.
A pesar de los estudios existentes y haciendo caso omiso a los que aconsejaban no volcar los efluentes sin antes impermeabilizar los cuencos del reservorio. ¡Qué paradoja!, la provincia declaró en el año 1993 a la Baha de San Antonio “Área Natural protegida”.
Nuestro medio denunció en dos oportunidades que Alpat hoy es una nueva Geotécnica del futuro en la misma ciudad. En relación a la contaminación de plomo que padece la ciudad de San Antonio Oeste.
¿Qué futuro?.. Ya es un hecho. Si seguimos avanzando sin tomar medidas para eliminar la contaminación en un futuro desaparecerá la industria del turismo en Las Grutas, Mar Grande, playas del puerto de San Antonio Este. Área de la cual estamos orgullos por su fascinante atractivo natural, incomparable, que se convirtió en una marca registrada.
¿Cómo se soluciona este tema y a su entender qué es lo que se sabe de los contenidos de los residuos que Alpat arroja en cercanías de San Antonio Oeste?
Desde mi punto de vista pensando en una coexistencia de una industria química versus turismo, debe construirse un nuevo reservorio con una impermeabilización con doble membrana de geotextil y una nueva red de freatímetros para monitorear el funcionamiento y tener la seguridad que el reservorio es estanco y no drenen líquidos al acuífero. Caso contrario seguirá contaminando la Bahía.
¿La sociedad es consciente de este impacto?
La sociedad está tomando conciencia de la problemática y, no se trata de cerrar la planta, pero tampoco sacrificar nuestro medio ambiente natural, en pos de mantener una industria altamente contaminante.
Tenemos que aunar esfuerzos y lograr que Alpat asegure la sustentabilidad ambiental.
¿Se está comprometiendo el ecosistema del Golfo San Matías?
Las aguas subterráneas como anteriormente comenté terminan drenando líquidos con características químicas adversas a las aguas del mar de la bahía. La Bahía de San Antonio constituye un ambiente de particularidades especiales desde el punto de vista biológico ya que brinda protección y abundancia de alimento a las especies que la habitan, representando una importante zona de reproducción, cría y alimentación. Cualquier leve variable en los principales parámetros químicos del cuerpo de agua de mar provoca profundas y peligrosas modificaciones en el ecosistema. Además, hay numerosas evidencias que indicarían una baja tasa de renovación del agua de la bahía con el golfo San Matías y por lo tanto una baja capacidad de dilución produciéndose una recirculación de la misma.
¿Es reversible el daño que se está causando?
El daño causado es importante y costará revertirlo en tanto y en cuanto no se tomen las medidas necesarias mencionadas para parar la degradación del medio natural.
Los mercados dictaminan cruelmente el rumbo de las industrias. Si bajan las acciones, disminuye la inversión en tecnologías limpias y eso aumenta el daño ambiental; si suben las acciones, no se reduce el daño ambiental por caso de que vuelvan a bajar. Es esencial que comprendamos la velocidad del cambio ambiental sobre nosotros y que comencemos a trabajar con la naturaleza, en vez de hacerlo contra ella, para abordar una gran variedad de amenazas ambientales frente a nosotros.