Corrupción de menores: Vulnerabilidad y «miedo»
(ADN).- En una nueva jornada de audiencia del juicio oral y público contra el ex juez Juan Bernardi y Julio Antueque, volvió a plantearse por parte de testigos el factor «miedo». Es por ello que una joven declaró sin la presencia de los imputados, que debieron esperar en una sala contigua.
Los relatos de víctimas, testigos directos e indirectos certifican un cuadro de fuerte vulnerabilidad social. Y en ese contexto, cierta desprotección, un marco que no ofrece garantías. No es la primera vez que un testigo pide declacar sin público o sin presencia de los imputados, dejando en evidencia esta situación.
Este juicio puso en debate el rol de las institciones, también de los medios de comunicación, frente a este tipo de problemáticas.
Hoy hubieron cinco testimonios. Uno sin los imputados y otro sin público. Ambos, testigos directos y relacionados con la víctima. Los otros tres fueron: dos peritos, uno informático y otro psicológico (ambos del Poder Judicial); y un cuidadano convocados por la defensa del ex juez.
La primer testigo corroboró que ella y otras menores ejercían la prostitución. Contó que una oprtunidad «había algunas chicas en la chacra donde trabajaba el «Chaca» (Julio Antuque, propiedad de Juan Bernardi) y nos invitaron a ir». Comentó que «como a los dos de la mañana llegó un señor que lo saco al «Chaca» afuera». Y dijo que Antuque primero les dijo que ese «señor cortaba el pasto» y después les dijo que «era su patrón». La testigo dijo no conocer al dueño de la chacra, que lo vio solo una vez. Y que no hubo sexo esa noche en la chacra. Sin embargo, expresó: «A mí me contaron que las chicas fueron varias veces» a ese lugar.
A la testigo no se le preguntó por qué tenía «miedo» de declarar frente a los imputados.
Después declaró el comerciante Miguel Galiano, quien contó un episodio en que le robaron su local de ropa deportiva.
«Un joven ingresó al local para robarme, me amenazó con un arma y me dijo que si no cooperaba me iba a involucrar en la causa de corrupción de menores», contó. Dijo que hizo la denuncia y que en una rueda reconoció a su agresor. «El apellido del joven era Roche», aseguró. La referencia es uno de los testigos de ayer, pareja de la víctima.
También declaró Gaston Semprini, perito informático del Poder Judicial. Contó que se le pidieron dos pericias en el marco de esta causa sobre la computadora del ex juez. «El resultado fue negativo tanto de comunicaciones como de imágenes» dijo, y aclaró que en esa acción también se incluyeron mensajes borrados. «No encontramos comunicaciones ni tráfico de comunicación entre Bernardi y Antueque ni las menores». Pero advirtó que el usuario de Bernardi en Facebook arrojó un contacto una sola vez con una de las victimas, en un cache donde figuraban otros contactos. «Eso no implica comunicacion», aclaró. «Una búsqueda del perfil podría haber generado eso», relativizó.
Cristian Battcock es psicológico forense del Poder Judicial. Hizo una perito a Juan Bernardi en el marco de esta causa. «No ha podido determinarse una psicopatología», dijo. Aclaró que no realizó ninguna pericia a la víctima, pese a ser el único integrante del cuerpo forense en Viedma. «La conducta parafílica no se puede determinar, por eso se ha trato de determinar los rasgos de personalidad», dijo. Y aseguro que «la evaluación es exhaustiva, y que no se determinó irregularidades en rasgos de personalidad».
El Tribunal, presidido por Ariel Gallinger e integrado por Ignacio Gandolfi y Carlos Mussi, determinó que las audiencias se retomarán el próximo jueves a las 8.30 donde escucharán a cuatro testigos. Luego, de definirá el día correspondiente a los alegatos.