Juicio a Bernardi. Una jornada anodina
(ADN).-En la audiencia de esta mañana por el juicio a Juan Bernardi y Julio Antueuque, por facilitación de la prostitución y corrupción de menores, volvió a ventilarse el asado en la chacra del ex juez, camino a El Cóndor, a la vez que amigas de Claudia Terruella, ratificaron que sólo fue una comida y que no hubo sexo.
Los testimonios directos e indirectos no certificaron una relación entre Tarruella y Bernardi. Paula Marchan, quien participó del asado, relató que Antueque las invitó y que previamente le había consultado al dueño de la chacra si podían ir.
Señaló sobre el asado que la «pasaron a buscar por el boulevard en camioneta, comimos y volvimos». Paula dijo que fue una sola vez a la chacra, pero que sus amigan (Claudia y Yanet) iban con Antueuqe mientras Bernardi no estaba. Y destacó que esa noche no hablaron de sexo y que nadie mantuvo relaciones sexuales. «Todos estuvimos en el comedor y después nos fuimos, nadie se movió de ahí», dijo.
Reiteró que el asado duro una hora y media. «Fuimos cuatro y volvimos cuatro. Nos dejaron en él boulevard» dijo, y reafirmó que Claudia Tarruella y Antueque eran amigos.
Llamó la atención que el Fiscal, Hernán Trejo, no haya puntualizado en los testimonios anteriores que involucraron a Marchán con Bernardi. Incluso algunas versiones indican que se fueron del comedor.
De todos modos, el denominador común de las testigos directas y de la víctima, es la negación. Según la madre de Claudia, Viviana Victorica que declaró ayer, eso ocurre por «miedo».
En ese sentido fue también el testimonio de Luciano Roche, pareja de Claudia. «Me daba miedo. A ella también». Y contó dos episodios donde mantuvo intercambio de agresiones con armas de fuego con alguien que «tiraba» desde una camioneta negra con vidrios polarizados.
Roche admitió que su mujer «andaba en la prostitucion» y ventiló que «veía llamadas y mensajes en su celular de gente que la llamaba para tener sexo por dinero». «Claudia nunca me dijo con quien se prostituía» dijo, pero cuando revisaba su celular llamaba a los números desde lo que Claudia recibía propuestas.
«Vi un mensaje del chaca (Antueque) que las invitaba a la chacra de Bernardi» dijo sobre el asado. Pero inmediatemente aclaró: «Bernardi no tenía sexo con Cladia, pero si con la Polaca Marchan y otras».
Roche aseguró que en los mensajes del telefóno de la «Polaca» (con quien había salido antes que con Claudia) «se hablaba de 500 y 700 pesos y fotos en hoteles con droga y alcohol».
«Llamaba a los hombres que tenía Claudia en el teléfono» admitió, y aseguró reconocer a Bernardi por «su voz». «Una vez vi un vídeo y me di cuenta que era él».
Otros testimonios fueron los de Natalia Beliú y Antonella Salinas, amigas de Claudia.
Natalia dijo que Antueque le contó que «iban a la chacra con las chicas». No precisó las actividades que hacían. Dijo saber que Claudia ejercía la prostitucion y «que tenía una relación con este tipo» sin definir identidad. Y contó que el fiscal Juan Pedro Puntel fue a la Alcaidia (donde está alojada) a tómarle declaración por esta causa».
Beliú negor haber declarado en otra etapa de la causa que «el juez Bernardi las hacía bailar entre dos (Claudia y la Polaca) y que se tocaran». No hubo reacción de la Fiscalía y no se pidió que haya una investigación por falso testimonio, como ocurrió ayer con un operador del CICs.
Antonella Salinas ratificó que es amiga de Claudia y Antueque. Contó que alguna vez lo acompañó a Julio a la casa de Bernardi en Viedma a cobrar su sueldo. «Me contaron que las chicas andaban en la prostitución, pero yo no sabía nada», declaró. Y dijo que en otras oportunidades, cuando hablaba del tema, nunca le contaron sobre lugares ni personas.
«Claudia nunca me dijo que haya tenido relaciones sexuales con Bernardi», dijo. «Julio me daba lugar para dormir a veces, muchas de las chicas nos quedábamos en su casa y nunca hubo sexo entre nosotros». Y subrayó que «nunca supe si Julio le conseguía hombres a la chicas».
También declaraon hoy María Soledad Carro, psicopedagoga, quien trabajó en el CAINA. Dijo que una de las chicas, que en ese entoces tenía 13 años, comentó que «Claudia las invitaba a ir a un campo donde estaban con hombres a cambio de dinero». Y relató que en la oficina de María del Carmen Donadio, en Promoción Familiar, atendió a Claudia quien contó que la estaba pasando mal porque juntaba plata prostituyendose. «Algunos podrían ser nuestros padres» refirió la joven. Y dijo que eran profesionales: abogados, jueces y médicos.
Pero la profesional dijo que nunca se habló de nombres. «Nunca nombraron a Bernardi ni a Antueque», dijo.
Marisa Petro es trabajadora social, y hoy coordina el CAINA. Relató que una de las menores comentó que Claudia y Salomé «changueaban». «Hablaban de los viejos». Y dijo que una de ellas aseguró que su madre «fue a la chacra del juez a tomar merca». «Pero nunca dijo que Claudia haya tenido sexo con Bernardi. Las chicas no daban nombres».
Juana Ugarte operadora del Ministerio de Desarrollo social, recordó que «Claudia estuvo internada muy poco tiempo en el CAINA». «Un tal chaca (Antueque) la invitó a la chacra de un juez porque estaba solo allá».
Ugarte dijo que nunca supo quien era el juez. Pero declaró que -según lo que le contaron las chicas- «fueron en taxi, pasaron todo el día allá y se volvieron». Pero que ninguna le manifestó que hayan tenido relaciones sexuales con Bernardi.
Finalmente, Karina León, peradora de Desarrollo Social, reconoció también haber escuchado sobre la problemática, pero dijo que «a mí nunca me dieron nombres de los hombres con los que se prostituian». Dijo que según había leído en informes de operadores que trabajaban con las menores alojadas allí, que «las chicas eran asiduas concurrentes a la chacra, donde se les facilitaba el acceso al consumo».