Testigos involucran a Bernardi y mencionan a «la banda de los viejos»
(ADN).- El segundo día de la audiencia del juicio a Juan Bernardi, por promoción de la prostitución, suma declaraciones de testigos que refirieron a distintos hechos vinculados a las menores, el uso de estupefacientes e incluso salió a la luz en el auditorio la vinculación con la causa conocida como «la banda de los viejos».
Mientras tanto Bernardi y la defensa de su abogado Manuel Massa, trabajan en demostrar básicamente que no hubo relación del ex juez con Claudia Tarruela, la menor (en esos años) que dio origen a la carátula del juicio penal.
Mientras tanto Julio Antueque, ex empleado de Bernardi en su chacra ubicada en el ruta 1, camino a El Cóndor, aparece invlucrado en varias situaciones, como facilitador de la prostitución.
Declararon las responsables del programa de rescate de personas del delito de trata, como testigos de la causa que se inició con la denuncia original en el Juzgado Federal de Viedma.
Norma Macedo, manifestó que una menor (identificada como Salomé) alojada en un Instituto en Buenos Aires, en recuperación de adicciones comentó que muchas veces pagaba con el cuerpo la compra de drogas y reconoció que había muchas chicas de su edad (14 años) en ese mismo círculo. Habló de «viejos» y aportó nombres.
Según este relato la menor manifestó que desde que se hizo amiga de Claudia (Tarruella) no pudo parar más y que ella la invitaba a «hacer unos pesos».
En estas declaraciones se ventiló que «los viejos» consumían prostitución y a cambio ella podía comprar drogas y ropa.
Cuando se hace refencia a Antueque, se lo menciona como «El Chaca», quien era el que daba los datos a posibles clientes. En este punto se detalla que «Chaca» y Peralta (quien se suicidó al iniciarse esta investigación) iban al Centro ede Integración Comunitario a buscarlas para llevarlas a fiestas a una chacra.
Mencionó que «el Chaca» era amigo del juez. Dijo que ella no lo conocía bien, pero la que estaba con el juez era Claudia.
Según el testomonio de Norma Macedo, del programa de protección de trata, Salomé no podía percibir la situación en la que estaba, no tenía poder de decisión. Las victimas no se sienten víctimas y ella naturalizaba esta situación como supervivencia.
Los beneficios eran para los hombres que consumían y para Claudia que se quedaba con dinero. Su padre consumía y ella vivía en ese contexto, señaló Macedo.
En esta declaración se menciona al ciber de la Terminal de Micros, a la casa de Peralta y a una persona indicada como Nazario, que la «pasaba a buscar».
También se hizo mención a otra chica (Leonela) quien tuvo menos predisposición a contar
Otro testimono fue el de María Belen Silva, trabajadora social que entrevistó a Claudia Tarruella, quien contó que participó de un asado en la casa de Bernardi.
Señaló que estima que se había iniciado en la prostitución a los 15 años, que Antueque era muy conocido en el barrio y que él le presentó a Bernardi.
Por su parte Jorgelina Gonzalvez, psicológica, quien indicó que entrevistamos a víctimas de delito de trata sexual o laboral y que en el 2015 entrevistó a Tarruella.
Relato que Claudia Tarruela le dijo que estuvo en el CAINA, que era amiga de Antueque, que se prostituía y que habían ido a comer a la chacra de Bernardi, y que al verlo lo identificó como el juez que había condenado a su hermano.
En particular sobre ese asado sólo nombra a Bernardi y Antueque y que a la charca fue una única vez.
Después relato otros encuentros con otra gente haciendo mención al uso de alcohol, drogas y sexo y cita a la Peralta.
En ningún momento menciona haber tenido relaciones sexuales con Bernardi.
A su turno, María del Carmen Donadio, de la subsecretaria de Desarrollo Social de Río Negro, dijo en su testimonio que una señora le contó que había jovencitas (incluida su hija) que se subían a una camioneta y se iban incluso a Conesa y a raiz de esta situación se hace una exposición en la Fiscalìa Federal de Viedma, en julio del 2014.
Dijo que en el CAINA las chicas se iban y nos las podían contener, las llevaban en vehículos.
Relató que Claudia Tarruella le contó que ejercía la prostitucion. «Yo ando con los viejos, les llevo chicas y me pagan por eso. Hay un juez y hay gente de acá» (no supe si se refería al Ministerio) y la denuncia se amplió en la justicia federal.
Contó que Tarruella le dijo que el juez era Bernardi.
Las chicas se iban a La Nuit (coincide con el testimonio de Salomé) y ahí tenían una habitación.
También se menciona que Antueque contó en el Hogar de Tránsito, (a Alberto Menéndez también alojado en el Hogar)) que le levaban mujeres al juez Bernardi.