Crisis en el sector frutícola
(*)El sector frutícola en nuestro país está atravesando una aguda crisis, que se potenció en el último año. Un contexto cada vez más competitivo a nivel global, donde nuevos actores se siguen incorporando a la oferta internacional, se conjuga con una diversidad de factores internos que atentan contra el potencial de nuestros recursos naturales. Ocurre que en los últimos años se perdieron mercados de exportación, mientras que en 2016 el consumo interno y la industria de transformación primaria presentaron un marcado deterioro.
El sector frutícola en Argentina profundizó su crisis en el año 2016. Las caídas en el consumo interno, en el procesamiento de los productos primarios, y en las exportaciones, determinaron una merma en la producción.
Así, la producción de peras y manzanas fue la peor de los últimos 10 años y un 15,5% menor al promedio de la última década. En cambio, el resto de nuestros competidores directos aumentaron un 5% su oferta en el mismo período.
En materia de exportaciones, se comerciaron un 9,6% menos de frutas en 2016. Alguna de las mermas más significativas de las economías regionales son las ventas de ciruelas de San Juan (-96,4%), duraznos de Neuquén (-73,2%), peras de Mendoza (-46,7%) y manzanas de Río Negro (-18,2%).
También aumentaron las importaciones. Desde un 2015 de compras al exterior virtualmente nulas, se pasó a importar más de 4.000 toneladas de frutas de carozos y pepitas en 2016. Esto conlleva un crecimiento anual del 3.460%.
En un contexto internacional con excedentes de oferta y países competidores con estructuras de costos más competitivas, es acuciante la aplicación de políticas de sostenimiento de la actividad por medio de subsidios directos y mejora de los márgenes de rentabilidad a productores.
* Trabajo realizado por la Universidad Nacional de Avellaneda, que se puede leer a continuación en la Infografía: