A 35 años de la toma de Malvinas. ADN

El país vivía la última dictadura cívico-militar, que se había iniciado el 24 marzo de 1976, tras un golpe de Estado que derrocó a la presidenta María Estela Martínez, viuda de Perón. Las Fuerzas Armadas instalaron una Junta militar que designó como presidente a los jefes del Ejército, Jorge Videla en un principio, y más tarde a Roberto Viola, Leopoldo Galtieri y Reynaldo Bignone.

¿En que marco se resolvió retomar la soberanía de Malvinas mediante una operación militar? Bajo un gobierno militar que habìa decretado el Estado de sitio, que consideró objetivos militares a todos los lugares de trabajo y producción; que removió los poderes ejecutivos y legislativos, nacionales y provinciales, que clausuró el Congreso de la Nación; donde cesaron en sus funciones a todas las autoridades federales y provinciales como así también a las municipales y las Cortes de Justicia nacionales y provinciales; que declaró en comisión a todos los jueces, suspendió la actividad de los partidos políticos; intervino los sindicatos; y las confederaciones obreras y empresarias; que prohibió el derecho a huelga; que anuló las convenciones colectivas de trabajo y que instaló la pena de muerte para delitos de orden público e impuso una férrea censura de prensa.

El 2 de abril de 1982 alrededor de cinco mil efectivos al mando del general Mario Benjamín Menéndez desembarcaron en Puerto Stanley, la capital de las Islas Malvinas, desde entonces rebautizada como Puerto Argentino. Los cuarenta y nueve marines ingleses que conformaban la pequeña guarnición encargada de la custodia del archipiélago fueron capturados y trasladados a Montevideo junto con el gobernador Rex Hunt. El general Menéndez asumió como gobernador de Malvinas. Aunque para la sociedad argentina la toma de Malvinas fue algo inesperado, el plan militar hacia tiempo que se venia analizando.

Gran Bretaña había alertado al gobierno de Estados Unidos cuando la invasión pareció inminente, lo que dio lugar a un infructuoso llamamiento de última hora por parte del presidente estadounidense Ronald Reagan al presidente argentino Galtieri.

El gobierno británico de la primera ministra Margaret Thatcher se enfrentó a una grave crisis política, que provocó la dimisión inmediata del ministro de Asuntos Exteriores, lord Carrington. Margaret Thatcher para mejorar su imagen política decidió liberar las islas y su primer triunfo fue diplomático, pues logró que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas declarara a la Argentina “país agresor” y obtuvo el aval incondicional de EE.UU. y de la Comunidad Económica Europea.

Entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, la República Argentina se enfrentó militarmente con Gran Bretaña por la soberanía de las islas. Esta trágica decisión fue tomada por una dictadura que venía ejerciendo el terrorismo de Estado desde 1976. La recuperación de las islas fue considerada justa por una parte de la sociedad que salió a la calle a manifestarse. La nefasta decisión de la Junta militar provocó la pérdida de centenares de vidas y una rendición humillante. La derrota fue uno de los hechos que. precipitó la salida del poder de los dictadores y abrió las puertas a la transición democrática.

El apoyo latinoamericano a la Argentina fue casi unánime. Nicaragua ofreció tropas; Venezuela, petróleo y Perú, aviones de reemplazo. Solamente el régimen de Pinochet, en Chile, adopté una posición contraria, concediendo a los británicos suministros y bases para unidades de comandos.

Rápidamente se reunió un importante destacamento de fuerzas, formado por dos portaaviones y unos 28.000 hombres. Cuando este destacamento inició su viaje de 8.000 millas hasta el Atlántico sur, se produjo una intensa actividad diplomática por parte del secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) de Estados Unidos, Alexander Haig, el cual trató de convencer a Argentina de que tenía más posibilidades de alcanzar su objetivo aceptando entablar negociaciones diplomáticas, pero al fracasar en sus esfuerzos, el 30 de abril anunció formalmente el apoyo estadounidense a Gran Bretaña.

Ante la posibilidad cada vez más real de un conflicto bélico, hubo algunos intentos de mediación, entre los que se destacaron el del secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuellar, y el secretario de Estado norte­americano, Alexander Haig. Pero todos fueron infructuosos. El 1 de mayo comenzó la guerra.

El 25 de abril, las fuerzas británicas reconquistaron Georgia del Sur. A comienzos de mayo, tras el despliegue del grueso de sus fuerzas en la zona, los aviones de la RAF (Fuerza Aéreas británicas) comenzaron a atacar las posiciones argentinas, en especial la pista de aterrizaje de Puerto Stanley (Puerto Argentino, antiguo Puerto Soledad). Aunque los británicos no lograron expulsar a las fuerzas aéreas y navales argentinas, el submarino nuclear Conqueror provocó el hundimiento del crucero argentino General Belgrano, falleciendo 368 hombres. A continuación, un misil Exocet lanzado por la aviación argentina hundió a un destructor británico, el HMSSheffield.

Los británicos se prepararon para un desembarco anfibio en la Gran Malvina (una de las mayores islas del archipiélago), una operación militar bastante difícil. Fuerzas especiales reconocieron la isla para determinar las posiciones de las tropas argentinas e identificar los lugares más apropiados para el desembarco. Mientras tanto, la actividad diplomática continuaba, primero a iniciativa del gobierno peruano y, después, del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Javier Pérez de Cuéllar. Una vez más, el gobierno argentino se negó a contemplar la posibilidad de una retirada militar si no se le garantizaba que las negociaciones directas desembocarían en una transmisión de soberanía.

Uno de los hechos más dramáticos de la guerra tuvo lugar el día 2 de mayo. Un submarino británico detectó, gracias a la información satelital proporcionada por EE.UU., el crucero “General Belgrano”, mientras navegaba fuera de la zona de exclusión. El crucero fue torpedeado y hundido. La cifra oficial de muertos ascendió a 368 hombres.

El 21 de mayo, unos días después de que concluyeran los esfuerzos de la ONU, sin que se produjera ningún avance, las tropas británicas desembarcaron en San Carlos (en la Gran Malvina). El desembarco se llevó a cabo con éxito, pero durante los días siguientes no cesaron los ataques aéreos contra los buques británicos que trataban de desembarcar suministros en tierra. Fueron hundidos tres buques de guerra y un mercante, el Atlantic Conveyor, varios helicópteros se perdieron y numerosos aviones argentinos fueron derribados.

El saldo final de la guerra fue la reocupación de los tres archipiélagos por parte del Reino Unido y
la muerte de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.

ÚLTIMOS COMBATES
El principal combate en tierra, después del desembarco, se produjo el 28 de mayo, cuando un contingente británico formado pLa Guerra de las Malvinas Dia del Veterano y Caidos 2 de Abril de 1982or 600 hombres derrotó a una guarnición argentina mayor en número en Goose Green (en Malvina del Sur), tras un duro enfrentamiento.

Los británicos avanzaron hacia la principal guarnición argentina que estaba situada en la capital, Puerto Stanley (Puerto Argentino), y el 8 de junio se produjo su mayor desastre, cuando el buque de transporte Sir Galahad fue destruido por aviones argentinos en Port Fitzroy.(foto derecha: Leopoldo F. Galtieri)

Poco a poco, mediante ataques combinados de artillería e infantería para acabar con la intermitente resistencia argentina, los británicos tomaron las tierras altas que rodean Puerto Stanley (Puerto Argentino). El 14 de junio, la guarnición argentina, a las órdenes del general Menéndez, se rindió. La Junta Militar que controlaba el poder en Argentina dimitió poco después de la derrota. Las islas fueron fortificadas por los británicos, manteniendo su carácter de colonia, aunque a sus habitantes se les concedió la plena ciudadanía británica.

En ese contexto llegó a la Argentina el Papa Juan Pablo II. Su visita fue interpretada como un intento de convencer al gobierno de que terminara la guerra.

El 14 de junio los 11.000 soldados argentinos se rindieron ante el general inglés Moore. Al día siguiente, Galtieri convocó a la población a la Plaza de Mayo para anunciar la rendición

En las islas existe una base militar de las Fuerzas Armadas británicas que amenaza la paz en la región. Los ingleses le pusieron como nombre Mount Pleasant.

El 3 de enero de este año, cuando se cumplieron 184 años de la usurpación de las Islas Malvinas, grupos de excombatientes argentinos acompañados por otros sectores sociales le solicitaron al embajador británico en la Argentina que su gobierno “desmantele la fortaleza militar de Mount Pleasant como parte de nuestra lucha por el desmantelamiento de todas las bases militares extranjeras en el continente”.

En la Isla Soledad, los ingleses tienen una dotación militar superior a 1500 efectivos, con fuerzas entrenadas para una rápida intervención. Un Aeropuerto de grandes dimensiones (permite operar 80 aeronaves de combate y 20 de transporte) y puerto de aguas profundas. Un campo de prueba de nuevas tecnologías armamentísticas y un campo de entrenamiento de soldados británicos y de otras nacionalidades.
(fuente Historia y Biografías)