El 22,2% de los asalariados rionegrinos no está registrado
(ADN).- La provincia de Río Negro es el distrito de la Patagonia con más trabajadores en negro. Seguida por Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Sin embrago, la región muestra un indicador superior a la media nacional en materia de trabajo registrado, lejos de los grandes conglomerados urbanos donde la informalidad es muy alta.
En la Provincia el número de trabajadores no registrados es de 41.700, el 22,2% de la población económicamente activa. Los datos surgen del INDEC y fueron publcados por el portal de noticias Infobae. Chubut: 38.200 (22,2%); Santa Cruz: 11.500 (11,7%); y Tierra del Fuego: 4.200 (6,7%).
El mapa del empleo global de Argentina, según el vínculo laboral, se mantiene extremadamente heterogéneo y hasta segmentado, al punto que una representatividad de los asalariados superior a 8 por cada 10 ocupados sólo se registra en toda la región patagónica, con un extremo cercano a 9 de cada 10 en Tierra del Fuego; y sólo en dos provincias del resto país: Catamarca y Resistencia.
También se advierte en la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC que las ciudades con mayor proporción de trabajadores en negro sobre el total de la nómina son las de los grandes aglomerados urbanos de la Región Pampeana: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y parte de Entre Ríos; mientras que las menor informalidad del empleo se concentra en los principales distritos de la Patagonia.
Un análisis del Instituto de Estudios Laborales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales explica que «entre las tantas severas anomalías que arrastra la economía nacional desde hace varias décadas sobresalen la persistencia de un elevado índice de informalidad laboral y el predominio de unidades productivas muy chicas, con muy baja productividad y alta dependencia del asistencialismo del estado», en torno a un tercio del total de los trabajadores ocupados en relación de dependencia. Y se amplía aún más cuando se agregan a los que trabajan por cuenta propia sin adherir a la categoría de monotributista o autónomo, según el nivel de ingreso.
En términos generales, todos los estudios privados coinciden en responsabilizar de la alta cuota de informalidad laboral la elevada presión tributaria que a nivel país algunos economistas llegan a estimar en hasta el 47% del PBI, de la cual los denominados «impuestos al trabajo», como las contribuciones patronales para el sistema jubilatorio, obra social, previsiones por despidos y pago del aguinaldo y vacaciones, entre otras cargas, representan una porción relevante.
Observa Idelas que en el caso de los asalariados la mayor proporción de ocupados «sin aportes jubilatorios», como define la estadística del INDEC se nutre de la Encuesta Permanente de Hogares, se alcanzó en el primer cuatrienio posterior a la salida de la convertibilidad fija de 1 a 1 entre el peso y el dólar, con un pico próximo a la mitad en el segundo semestre de 2003. Comprendía a 5,5 millones de trabajadores. El punto mínimo se anotó en el primer trimestre de 2015 con 31,9% de los ocupados en relación de dependencia. Pero luego repuntó a 33,6% a fines del 2016, a más de cuatro millones de personas.