Irrigarán la zona de Río Muerto para sumar áreas productivas
(ADN).- Río Negro avanza con el proyecto de irrigación de la zona de Negro Muerto, que incluye unas potenciales 97.000 hectáreas bajo riego presurizado. Así busca sumar áreas productivas para la generación de alimentos y forrajes para el ganado, con destino a la faena o producción de leche.
La semana pasada, el gobernador Alberto Weretileck firmó un convenio con el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo José Bereciartúa, para que el Ministerio del Interior colabore con el proyecto productivo.
Río Negro adoptó los beneficios del Programa Nacional de Nuevas Áreas de Riego, cuyos pilares (según reza la información oficial) son el desarrollo de obras de infraestructura para un uso eficiente del agua, la recuperación y transformación de diversos suelos en tierras productivas, el cuidado del medio ambiente, la vinculación público-privada, el desarrollo de la actividad agrícola, el fomento de las economías regionales y la generación de nuevos empleos.
Según informó el gobierno, la firma del convenio es el primer paso hacia la concreción del ambicioso proyecto de poner en producción y valor unas 500.000 hectáreas en distintas zonas de la provincia, como Negro Muerto, Colonia Josefa, La Japonesa y Guardia Mitre, generando un potencial cambio en la matriz productiva de Río Negro.
El proyecto de regadío de estas áreas productivas de Río Negro recibió una valoración positiva por parte de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, por lo que de ahora en adelante se desarrollarán los proyectos particulares para avanzar en este ambicioso proyecto provincial.
A partir de este convenio, la Provincia y Nación realizarán los análisis de factibilidad ambiental, técnica y económico-financiera del proyecto, el estudio de títulos y el estudio de los precios de mercado de las tierras afectadas al mismo, comprendiendo en este último caso las tasaciones del precio actual y del precio futuro (precio con las obras de infraestructura finalizadas) de las hectáreas y/o lotes sujetos al mismo.
Por la calidad del agua y el suelo, sumado a su condición climática, Río Negro es una de las provincias mejor posicionadas para recibir este tipo de inversiones. Se estiman en unas 500.000 las hectáreas que podrían incorporarse al regadío, las que se sumarían a las 800.000 ya existentes. Las mismas actualmente son parte de campos de monte, por lo que se apunta a transformarlas en más productivas a través de la incorporación del riego para hacerlas aptas para la agricultura.
En este marco, se apunta a la generación de acuerdos mediante la asociación público – privada, donde el Estado funcione como articulador, entre los intereses de quienes pretendan inyectar el capital y los productores dispuestos a recibir esas obras que deberán pagar en plazos de entre 10 y 15 años.