Todos miran a López
(ADN).- Las referencias sobre Rubén López, cortan transversalmente a la opinión pública provincial. El legislador es una piedra en el zapato. Un dolor de cabeza y por ahora no hay intención de sacarse esa molestia del calzado o recurrir a un analgésico.
Quizás en el gobierno se minimiza el impacto o desconoce sus repercusiones. El tema trasciende los estrados judiciales y se internó con fuerza en la opinión de otros sectores sociales, productivos y sindicales.
La denuncia por acoso sexual contra el titular del gremio de la fruta, mereció el repudio, un hecho que niega y adjudica a una operación política, sindical, periodística.
Por fuera del andarivel de la Justicia, los vínculos de López con el gobierno –más allá de sus funciones como diputado de JSRN- no estuvieron ausente en el debate de uno de las problemáticas de mayor trascendencia en la provincia como es la difícil situación por la que atraviesa la fruticultura.
Los chacareros braman cuando se refieren a la atención especial que en términos de subdisios recibió el gremio conducido por el legislador. Irrita, causa malestar y no ayuda. Los comentarios sobre el tema en el sector frutícola son un ejemplo.
Sucede que a la par de las quejas de los productores, tomó estado público un listado de aportes de recursos oficiales que recibió Rubén López, que alcanzan los 20 millones de pesos. La información irritó a los chacareros y estuvo presente en la trastienda de la multitudinaria asamblea del viernes en Villa Regina, convocada por la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén. Aun cuando muchos reconocieron su voto en favor del gobernador, en voz baja se reconoció que los subsidios caldearon aún más los ánimos.
Basta pensar que la Federación reclamó por 10 millones de pesos, que se perdieron en los pliegues y repliegues del intrincado aparado burocrático estatal, que mereció una aclaración oficial deslindando toda responsabilidad en el ministro Diomedi y se trasladó el tema al anterior responsable de la cartera de Agricultura, Marcelo Martín.
Por otra parte si hay un sector que conoce al sindicalista de la fruta, es el de los productores que están acostumbrados a sus prácticas gremiales.
El enojo también se traslada al campo gremial, donde varios sindicatos observan el trato diferencial en cuanto a los subsidios oficiales, que no pueden explicarse solamente por las famosas tres mil fichas que dicen que López aportó al armado de Juntos Somos Río Negro, que por otra parte niegan en círculos gubernamentales.
La preferencia en el otorgamiento de estos aportes al gremio de la fruta, fue cuestionada por el propio secretario general del Sindicato de Camioneros de Río Negro y titular de la CGT, Rubén Belich, quien se “mostró sorprendido por la llamativa pasividad” de los gremios rionegrinos frente a la información publicada por el diario “Río Negro”.
Si bien el Estado acude en ayuda de organizaciones gremiales, algunas con serios problemas de desocupación, como es el caso de la UOCRA, se estima que en este caso la diferencia es irritante.
Por su parte el gobierno remitió todo comentario a la decisión de la Justicia, que apuró el paso en la investigación de la causa contra López. Fuentes oficiales sostienen que la jueza trabaja con total independencia y que sus tiempos son los judiciales, desalentando cualquier influencia en favor del acusado, pero muchas veces «el estilo judicial» atenta contra esta afirmación.
Estos tiempos pueden jugar negativamente para el gobierno y además suelen presentarse imponderables que muchas veces le hacen un flaco favor al oficialismo.
En esto no está ausente un comentario escuchado recientemente, que sostiene que la jueza Sonia Martín estaría tomándose el mayor de los plazos -feria judicial mediante- y esperaría la puesta en marcha del nuevo Procedimiento Penal que le permitiría enviar toda la causa a la Fiscalía y sacarse la “piedra caliente” de su juzgado.
Mientras tanto la Legislatura deberá resolver como continúa el tema de la licencia de Rubén López, porque el gobierno necesita del voto del gremialista de la Fruta para aprobar el Plan Castello y no tener que buscar nuevos apoyos en el FpV, donde ya tendría algunos acompañantes, que suma junto a la UCR y el Frente Progresista.