Techo, inflación y paritarias
(ADN).- Fin de ciclo. Terminó la discusión paritaria entre el gobierno provincial y los gremios estatales. ¿Ganadores y perdedores? Siempre de acuerdo a la óptica de quien lo mire.
Los sindicatos iniciaron las conversaciones reclamando primero un 10 % de aumento para compensar la pérdida salarial del 2016. A eso, en el caso de UnTER y SITRAJUR le sumaban una estimación inflacionaria del 25%, que elevaba el pedido al 35%. ATE se plantaba en el 40% y UPCN ponía como condición sine quanon pagar primero lo perdido el año pasado y luego analizar la oferta gubernamental.
Conocedores del deterioro salarial que provoca la inflación y desconfiados de los números oficiales, en todos los casos los gremios pedían además volver luego de mitad de año a discutir como actualizar sueldos.
Las conversaciones estaban matizadas por paros, quite de colaboración, marchas y una huelga general, con fuertes críticas que el gobierno provincial soslayaba ante el cuestionamiento del sector del trabajo a las políticas económicas de la administración de Mauricio Macri.
Las discusiones salariales se iniciaron bajo el paragua que impuso, primero el presidente de la Nación y luego, con el mismo discurso, el gobernador de Río Negro: “las paritarias no podrán superar el 18% de aumento”. Macri llegó a decir que si no había acuerdos en este número, el aumento se fijaría por decreto.
De esta manera se entabló una sorda pelea sobre quien perforaba “el techo” una manera de plantear una pulseada para ver finalmente quien gana.
El gobierno nacional y por ende la administración rionegrina, jugaron ilusoriamente en que la inflación del 2017 no superaría el 18%. Un cuento de hadas, imaginar que en este país mágicamente se frena la inflación sólo con buena voluntad, congelar la economía, recesión y toma de dólares en el exterior.
También fue inocente desconocer el escenario nacional con gremios fuertes y conocedores de miles de batallas paritarias y de acuerdos empresariales, que aunque no se quisiera iban a poner un espejo a los sindicatos estatales.
Primer fueron los pilotos y aeronavegantes, luego los bancarios y así se sucedieron acuerdos paritarios todos arriba del 18 por ciento y algunos superando el 30%.
Se derrumbaba la estrategia oficial porque además los datos de la inflación no marcaban un freno, impactaban los aumentos de las tarifas de los servicios y el propio Banco Central fijaba tasas testigos por encima de las pretensiones gubernamentales.
En este terreno podría decirse que los gremios estatales doblegaron la estrategia oficial, pero también es cierto que no hubo reparación para lo perdido el año pasado y el cierre de los acuerdos fue en torno al 24 por ciento.
Queda a resolver el tema de los descuentos de los días de paro a los docentes. Una cuestión que también hoy analiza la paritaria docente de la provincia de Buenos Aires, como punto principal del acuerdo, o sea que en lo salarial los docentes están cumplidos, más aún cuando se analiza el intrincado sistema de la grilla de las escalas de sueldos, donde habrá aumentos nada despreciables.
También los docentes conocían que estaban en el límite del tironeo, en tanto la sociedad no banca tantos días sin clase y por consiguiente deja de pensar en las responsabilidades gubernamentales y pone la crítica en los maestros y profesores.
SITRAJUR también logró un acuerdo razonable, tampoco las distintas circunscripciones estaban en ánimo de seguir con medidas de fuerza y además el sindicato judicial lleva la mochila de pelear siempre para concederle a los jueces y funcionarios (incluidos los miembros del STJ) jugosos ingresos “con las lucha de los trabajadores”:
Este tema, ya que tanto se habla de la modernización del Estado tendrá, que ser analizado en algún momento y separar a las conducciones de los tres poderes del Estado de las discusiones salariales de sus agentes. De esta manera tendrán que fijar los sueldos de cara a la sociedad y decir cuáles son sus ingresos.
Este debate incluye también algunos municipios, como el de Viedma, donde los aumentos que se debaten en la mesa de la Función Pública, incluye a las autoridades comunales.
Terminó la discusión salarial. UPCN fijó una estrategia en conjunto con el Ejecutivo y selló un acuerdo con el gobierno, porque para Weretilneck “el mejor aumento es el que puedo pagar”, a decir de Juan Carlos Scalesi, titular del gremio estatal. Además en los escalafones de 1844 y 1904, a estas escalas salariales hay que sumar aportes extras, incentivos y otros índices que producen mejoras por un lado e irritantes diferencias por otro.
En este panorama ATE quedó en soledad y prácticamente refugiado en los reclamos hospitalarios y en Desarrollo Social, dos áreas muy sensibles para el gobierno y por ahora sin solución.
¿Hubo un empate? Podría decirse que todos algo ganaron y algo perdieron.
Los gremios tienen su aumento y ahora deberán esperar el comportamiento inflacionario para ver el resultado final.
Por el lado del gobierno, se cerró una etapa de debate iniciada en febrero, tiene ahora que pensar en las partidas salariales para pagar en tiempo y forma e iniciar con más tranquilidad la etapa electoral que se avecina. En esto el gobernador Alberto Weretilneck también ganó y su candidato a diputado nacional podrá recorrer el territorio provincial, sin temores, al menos en el frente estatal.