Paz y amor
ATE moderó sus acciones. Mantiene la protesta y los paros, pero sus reclamos ya no se hacen en clave de piquete duro o toma de edificios. Rodolfo Aguiar dio una señal de tregua y logró que le vuelvan a abrir la puerta de la Secretaría de Trabajo.
Gobierno y gremio necesitan un remanso. Fundamentalmente quienes habitan en Laprida y Belgrano, ya que se avecinan tiempos electorales y no es momento de abrir frentes de conflicto.
El sindicato aprovechó y sacó su provecho. Logró que no le poden las licencias ni las franquicias gremiales. Por ahora, todos contentos.
Las negociaciones fueron ásperas y si la tregua se rompe podría ser un dolor de cabeza. Sin embargo, se respira un clima de paz y amor.