Domingo de PASO. ADN
Los rionegrinos van a las urnas hoy. Más de 537 mil personas están habilitadas a emitir su sufragio en un distrito donde están en juego dos bancas en el Congreso de la Nación. Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias son la antesala a octubre, pero la ausencia de internas en los partidos transformó la contienda en una prueba de tanque lleno.
En términos automovilísticos, es la clasificación por la pole position. Indicará desde dónde parten los candidatos en la elección general. Eso provocó que, lejos de ser una elección menor o una gran encuesta, la votación de hoy definirá quiénes son los candidatos con más chances de obtener un escaño y qué espacios políticos se perfilan para disputar el poder en 2019.
Pero Río Negro no es una isla. Como en casi todos los distritos, será una elección de pisos. Muestra de ello es la clase de campaña se planteó. Poca polémica, casi ninguna propuesta, nada de política y mucho eslogan. Todos quieren retener su base electoral para salir en octubre a buscar lo que falta.
El oficialismo logró -en parte- romper la nacionalización. En esta provincia, al menos por lo que se percibe, no existe polarización entre kirchnerismo versus macrismo. Juntos se metió en la conversación. Para ello, el propio gobernador Alberto Weretilneck puso su imagen a traccionar en favor de sus candidatos, lo que implica una suerte de plebiscito de gestión, o al menos una consulta sobre el proyecto provincial. Basó su campaña en salir de la grieta y que para un rionegrino no hay nada mejor que otro rionegrino para defender sus intereses en el Congreso.
En cambio, el Frente para la Victoria ancla sus expectativas en el voto histórico del PJ. No hubo fotos de sus candidatos con referentes nacionales. Pero machacó sobre la crisis que azota la provincia producto de las políticas económicas de la Casa Rosada.
Cambiemos hizo todo lo posible para nacionalizar la contienda. Cree que así puede subir en la consideración del votante que no quiere volver al pasado, y correr de la pelea a Juntos.
El ARI apeló al medio ambiente y la producción. Cree que hay allí un nicho fuerte para sumar votos. Y espera que algún sector del FPV (que no tiene afinidad con la conducción actual) se escurra por ahí.
Socialistas y las dos variantes de la izquierda disputan votos. Con discursos similiares, pugnarán por lograr el piso del 1,5% que impone la ley para poder presentarse en octubre.
Pero… hay algún parámetro para analizar esta elección? Difícil. Las últimas dos veces que los rionegrinos fueron a las urnas en elecciones intermedias (2013 y 2015) las coyunturas locales fueron diferentes. En la primera, el FPV estaba unificado. Aún no se había resquebrajado y no estaba creado Juntos. El kircherismo obtuvo el 42% de los votos. En 2015, la diferencia fue mayor: 57%. En esa oportunidad JSRN (que se formó en 2014) no presentó candidatos. Venía de imponerse en las provinciales por el 52%.
Entonces… cuál es la referencia? Será materia de análisis más adelante.
Hoy, el escenario es disperso. Los partidos tradicionales (PJ y UCR) están diseminados entre JSRN, el FPV y Cambiemos. Frente a esta realidad, ningún pronóstico indica que habrá grandes diferencias respecto del primer y segundo lugar del podio. De manera que las PASO pueden reconfigurar el panorama hacia octubre, pero fundamentalmente hacia 2019, la pelea de fondo.