«A Maldonado lo tenía la sargento Sartirana»
(ADN).- «Ahí está hablando todavía. Aparentemente dijo que el que tenía a [Santiago] Maldonado en la camioneta era la sargento Sartirana». Las palabras fueron dichas por un gendarme y enviadas en un audio de Whatsapp a un compañero. Ahora los detectives judiciales que investigan la desaparición de Santiago Maldonado analizan en qué contexto fue dicha la frase.
La información fue publicada por el diario La Nación. La nota, de Gabriel Di Nicola, dice:
Fuentes con acceso al expediente explicaron que cuando el emisor nombra a «la sargento», en realidad se refería a Sergio Sartirana, sargento y chofer de una camioneta Ford Ranger que participó el 1° de agosto pasado del desalojo en la ruta 40 que terminó con un operativo dentro del predio ocupado por la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia en la estancia Leleque, en el departamento de Cushamen.
Según las fuentes consultadas, Sartirana integraba la patrulla con Emmanuel Echazú, que terminó herido a pedradas; el cabo Darío Zoilán, y su compañero Juan Carlos Pelozo.
El audio de Whatsapp entre los gendarmes surgió en el peritaje realizado sobre los más de 70 teléfonos celulares secuestrados a los gendarmes que participaron del operativo del 1° de agosto pasado. La fecha de envio es del 16 de agosto, según informaron los voceros consultados.
Los resultados del peritaje, realizado por expertos de la Policía Federal Argentina (PFA), le fueron entregados a la fiscal federal de Esquel, Silvina Ávila, el jueves de la semana pasada.
El caso Maldonado, un tatuador de 28 años, tiene dos causas: una está caratulada como desaparición forzada y otra es el habeas corpus que se inició después de la denuncia de la desaparición.
El expediente caratulado como «desaparición forzada» está delegado en la fiscal Ávila, que tiene la colaboración de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin).
Hay otro audio, también enviado por un gendarme, que ahora es analizado por los investigadores judiciales. Se trata de la frase: «Ahí dicen que saquen los vehículos, que escondan». El mensaje de whatsapp es del 4 de agosto, tres días después del operativo.
«Estamos analizando en qué contextos fueron enviados estos audios de whatsapp. Todavía no interpretamos a qué se refieren, sobre todo en el tema de los vehículos», sostuvieron las fuentes consultadas. Y agregaron que el audio es del 16 de agosto pasado, día donde se hizo un rastrillaje por la zona.
Hoy el diario Clarín reveló que en un audio, un gendarme habló de un cuerpo que quedó flotando. La Nación tuvo acceso al documento. Es una conversación telefónica entre el gendarme Daniel Gómez, que declaró ante el juez Guido Otranto, y un superior.
En la charla, el superior le dijo a Gómez, que fue uno de los ocho gendarmes que llegó hasta la vera del río Chubut, le dice: «Te quería hacer una pregunta en confianza. ¿Quién el que puede decir algo interesante de lo que pasó? ¿Qué aporte algo distinto a lo que conocemos? Interesa saber la verdad. Está clarito que nadie se llevó a nadie. Pero hay una cuestión que aparentemente le habrían pegado un piedrazo a uno, que quedó medio flotando en el río y los compañeros lo sacaron y se fue corriendo»
Gómez respondió: «No, comandante. Que yo sepa, yo estuve en la costa del río. Estuve cerca de los manifestantes. Vi al menos tres que nadaban en el río, en ningún momento vi a alguno flotando. Me quedé en la costa del río hasta el último momento. Nunca vi a un tipo flotando. Sí, vi a los manifestantes del otro lado tirando piedras e insultado. Y algún otro milico [sic] que se desbocó y que dijo ahora vamos a agarrar a tu vieja».
En la conversación, Gómez también le restó importancia al tema de la piedra con la que supuestamente el gendarme Neri Robledo hirió a un «encapuchado». «Quédese tranquilo que es una versión es trucha. Salvo que el milico haya tenido una puntería de los dioses para pegarle en la cabeza. ¡Ni las postas de goma le pegaron, le va pegar una piedra?. Los chicos efectuaron disparos, pero ni las postas de goma le pegaron que era un montón. ¿Le va a pegar justo una piedra, justo en la cabeza».