#Maldonado. Camiones de Gendarmería dieron negativo
El juzgado federal de Esquel informó que las muestras genéticas tomadas de los vehículos de la Gendarmería y del escuadrón de El Bolsón no son compatibles con el ADN extraído de los padres y hermano de Santiago Maldonado. El defensor oficial había advertido que las camionetas y camiones que la Gendarmería utilizó en la represión a los mapuches habían sido lavados previamente.
Según el informe oficial, ninguna de las 80 muestras tomadas coincide con el perfil genético aportado por Enrique Aníbal Maldonado, Stella Maris Peloso y Sergio Maldonado (padre, madre y hermano de Santiago).
«Se descartó que exista compatibilidad con las muestras de referencia en los perfiles genéticos obtenidos de 23 muestras encontradas en los vehículos de Gendarmería Nacional Argentina”, confirmaron desde el juzgado. Las muestras fueron recogidas de las camionetas Ford Ranger dominios OVI549 y OLW237, las camionetas Volkswagen Amarok AB234KT y AB140DC, los Unimog Mercedez Benz KGS799 y JYI842.
También descartaron la compatibilidad de las muestras tomadas en un cuello que presuntamente habría utilizado Santiago Maldonado, de los cabellos encontrados en los vehículos y de un collar hallado cerca del Río Chubut en uno de los rastrillajes, informó Página/12. Muchas muestras fueron catalogadas como “no viable para ser cotejado” y aún quedan pendiente de estudio dos muestras más, una de ellas tomada de un camión Unimog.
En las últimas horas, el Gobierno brindó una nueva versión de lo ocurrido en la represión a la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia de Cuchamen, en Esquel, el 1º de agosto cuando la Gendarmería despejó violentamente la protesta que mantenían en la ruta 40. Según esta nueva información, dada recién 43 días más tarde de la desaparición del joven, un efectivo identificado como Neri Armando Robledo, de 27 años, habría golpeado con una piedra a un manifestante que intentaba cruzar el río. El Gobierno busca alejarse de la figura de desaparición forzada, que implica el actuar de toda la fuerza, y sembrar el hipotético homicidio culposo bajo la jerga policial del “se le fue la mano”.