La pelea en el Senado es por la primera minoría
Luego de las elecciones legislativas del próximo domingo, el Senado asistirá a una puja entre Cambiemos y el PJ por ser primera minoría, con el aislamiento del kirchnerismo como objetivo en común.
Si los resultados de las elecciones primarias de agosto se repiten el 22 de octubre y si el bloque PJ-FPV se divide como está previsto, el oficialismo y el justicialismo de Miguel Pichetto lograrían reunir entre 22 y 25 bancas cada uno.
La diferencia numérica entre ambos será determinante dado que, en un Senado sin mayoría para nadie, el bloque que se consolide como primera minoría se quedaría con más comisiones y podría pujar por más lugares en el Consejo de la Magistratura.
Por esa razón, tanto Cambiemos como el PJ se preparan para salir después de las elecciones a buscar a los senadores que queden «sueltos», con el fin de sumarlos a sus filas.
Si el oficialismo gana en Buenos Aires y se repite el resultado de agosto en las otras siete provincias que eligen senadores (La Rioja, Formosa, San Juan, San Luis, Jujuy, Santa Cruz y Misiones), el bloque de Cambiemos se quedaría con 24 bancas, un tercio de la Cámara.
El PJ-FPV cuenta hoy formalmente con 36 senadores y, con esos mismos resultados, pasaría a tener 29 bancas, pero sobre ese número opera la división que según todos los pronósticos ocasionará la llegada de Cristina Kirchner.
Un sondeo preliminar permite hablar de un bloque de 9 senadores encabezado por la expresidenta y otro de 20 liderado por Pichetto -con el padrinazgo de los gobernadores del PJ- que incluirá, al menos, al cordobés Carlos Caserio y la salteña María Cristina Fiore, sumando 22.
Ese número podría aumentar a 25 si los tres santiagueños, liderados por Gerardo Zamora, mantienen su alianza con el sector de Pichetto en lugar de armar un bloque propio que les permita negociar con distintos sectores según la conveniencia del momento, como ocurre en la Cámara de Diputados.
A partir de aquí, empieza la cacería de los senadores «sueltos»: el bloque de Cambiemos ya intenta seducir a Miriam Boyadjian, del Movimiento Popular Fueguino (MoPoF), según supo NA, mientras confía en retener al peronista santafesino Carlos Reutemann para redondear, con ambos, una bancada de 27.
Sin embargo, Pichetto quiere sumar a todos los peronistas que se alejaron en su momento por desacuerdos con el kirchnerismo y en esa lista figuran tanto Reutemann como el salteño Juan Carlos Romero, que a veces acompaña al oficialismo en las votaciones.
El histórico senador justicialista también confía en poder sumar al chubutense Alfredo Luenzo, alejado del efímero interbloque massista de senadores y alineado con el gobernador de su provincia, Mario Das Neves.
En la cuenta de Pichetto aparecen también los pamepanos Daniel Lovera y Norma Durango, cuyo futuro en la Cámara es difícil de predecir debido a la creciente tensión entre el gobernador de La Pampa, Carlos Verna, y el presidente Mauricio Macri.
Dado que el Gobierno también tiene cortocircuitos con el formoseño Gildo Insfrán, surgen dudas sobre la posición que adoptarán sus senadores, José Mayans y María Teresa González, a pesar de que hasta el momento integran la lista de los conducidos por Pichetto.
Las peleas de la Casa Rosada con Verna y con Insfrán abren un interrogante acerca de si los senadores peronistas de La Pampa y de Formosa jugarán dentro de la oposición negociadora de Pichetto o en la oposición dura de Cristina Kirchner.
Más allá de la competencia entre Cambiemos y el justicialismo por ser primera minoría, ambos comparten el objetivo de que el sector de la expresidenta quede reducido y aislado.(NA)