Petroleras esperan subir 10% las naftas después de las elecciones
Por la devaluación y la liberación de los precios del crudo, las petroleras preparan aumentos en las naftas y el gasoil que esperan aplicar tras las elecciones, reveló hoy el diario La Nación. Las remarcaciones en los surtidores aún no están definidas, pero tendrán un piso de aproximadamente 6%, para cubrir la depreciación del peso. Según las empresas, sin embargo, la buena salud de su negocio requeriría un ajuste por encima del 10%.
Según consignó el diario porteño, los principales actores del mercado son YPF -bajo control estatal-, Shell, Axion, Pampa Energía y Oil, de Cristóbal López. Algunas de esas compañías ya aumentaron en los últimos días el precio mayorista de los combustibles, con ajustes en torno del 10%, que preludian lo que ocurriría tras las elecciones.
Por su alta participación (tiene cerca de un 55% del mercado), las empresas esperan que YPF dé el primer paso. Como suele ocurrir, luego la seguirían sus competidoras.
La devaluación del peso tiene un impacto directo sobre el valor del petróleo, la principal materia prima para producir combustibles, que representa un 80% de los costos de las refinerías. Se paga en pesos, pero de acuerdo con la cotización de la moneda norteamericana. De manera que la depreciación del billete doméstico, el que usan los automovilistas para pagarles, obliga a las empresas a un desembolso mayor al momento de hacerse del crudo. Esa presión es la que intentarán trasladarles cuanto antes a los automovilistas.
A principios de julio, cuando se definió el último aumento, el dólar estaba a $ 17,06. Hasta ayer, había trepado hasta los $ 17,64.
Los surtidores también enfrentan otra presión derivada del petróleo, más allá del tipo de cambio. A fines de septiembre pasado, el Ministerio de Energía, que maneja Juan José Aranguren, dio por terminado el Acuerdo para la Transición a Precios Internacionales de la Industria Hidrocarburífera, que contemplaba un valor sostén para mantener la actividad dedicada a la búsqueda y producción de crudo. «Dentro de lo previsto en el acuerdo, un aumento de los precios internacionales permitiría la liberación de los precios internos y de ese punto en adelante mantener la paridad con éstos con un funcionamiento pleno de las reglas de mercado», dijo en un comunicado enviado a las empresas.
El mercado, como sostiene el documento que firmó Aranguren, les indica a las petroleras que tienen que aumentar los precios. El petróleo Medanito, propio de la cuenca neuquina y el que más rinde en las refinerías locales, se negoció para este mes a US$ 55 el barril. Para el mes próximo, según le confirmó a La Nación el encargado de comprar crudo en una petrolera importante, ese número no bajará de US$ 58. Ese encarecimiento también será afrontado en última instancia por los consumidores.
El convenio entre las refinadoras, que tenía el acompañamiento del Gobierno, contemplaba una revisión trimestral de precios sobre la base de la cotización del crudo, el precio de los biocombustibles y el tipo de cambio. Bajo ese paraguas, las naftas y el gasoil aumentaron 7,2% y 6% en julio pasado, pero habían caído en abril, cuando el gasoil se abarató 2,6% y las naftas, 0,1 por ciento.