La balsa de piedra. ADN
Alberto Weretilneck se aferra a la gestión con la idea de consolidar su gobierno y que ello le de chances de continuidad en el poder a Juntos Somos Río Negro. «Si gestionamos bien, seguimos» repiten en los pasillos de la Casa de Gobierno, más como un mantra que como slogan, pero sirve para unificar criterios y motivar a la tropa que viene golpeada por los resultados electorales adversos.
La idea central es que el 2018 será un tiempo alejado de los vaivenes de las contiendas en las urnas y eso borra de la memoria colectiva el rechazo rionegrino al oficialismo. Además, sostienen los operadores del gobernador, que la próxima elección (2019) no estará contaminada por la grieta nacional. Es un hecho que se votará en mayo, como en 2014.
En Laprida y Belgrano basan su estrategia en que la situación financiera no ofrecerá sobresaltos y que están garantizados los pagos de sueldos y aguinaldos. Confían en que las obras en marcha más el despliegue que garantiza el Plan Castello, serán suficientes para volver a lograr la adhesión de los ciudadanos.
Pero…cómo se traduce en términos políticos? Dos son los planes que hay en Juntos: uno, avanzar con la reforma de la Constitución que habilite un nuevo período a Weretilneck. Otro, más real, que habrá otro candidato (se habla del presidente del bloque, Alejandro Palmieri) pero con una reforma electoral que incluiría el voto electrónico y el ballotage. En este último escenario, no descartan una alianza anti Soria con Cambiemos.
Sin embargo, el proyecto tiene algunos interrogantes. Querrá el macrismo rionegrino entremezclarse con Juntos? Y si es así, cómo se armarán las litas? Está dispuesto el PRO a entregar el liderazgo, algo que no hizo ni con sus socios del radicalismo y el ARI?
Hay otros contratiempos. La interna en Juntos no afloja. La distancia entre el gobernador y su vice es cada vez más grande. Y un acuerdo con el equipo de Mauricio Macri terminaría de alejar -al menos a una gran parte- de la pata peronista de Juntos. De todos modos, ese tema no le quita el sueño al círculo rojo de Weretilneck: «es un problema de ellos, deberán ver cómo se acomodan al nuevo esquema. Además -dicen- en Cambiemos hay peronistas».
Varios datos muestran (y agrandan) el distanciamiento entre el mandatario y Pedro Pesatti. Además del acercamiento al macrismo, hay que computar el apoyo a las reformas de la Casa Rosada que «atentan» contra trabajadores y jubilados, una base central del peronismo. También hay temas concretos. A la Legislatura no le llegan los fondos que le corresponden. Economía retacea dinero y eso impide que se concluya el edificio anexo del Parlamento, pero también desfinancia a la Presidencia.
Esta semana ocurrió algo que encendió las alarmas en el sexto piso de la Legislatura. La Fiscalía de Investigaciones Administrativas desempolvó un expediente por supuestas irregularidades en el manejo de fondos públicos. Marcelo Ponzone llamó a declarar al ex secretario General de la Gobernación, Matías Rulli, por los trabajos de pintura en la Casa de Gobierno por su centenario. La pata peronista lo visualiza como parte de la interna. Aseguran que hubo un llamado al Fiscal.
A nadie escapa que Ponzone debe renovar su mandato en marzo, y «estos gestos ayudan» a su continuidad, dicen cerca del vice. Pero el barilochense deberá hacer más que eso para renovar. En cercanía a Weretilneck no descartan reemplazarlo y tendrían el nombre. Sería uno de los apoderados de Juntos. Pero todavía falta.
Lo que está cerrado y acordado es la continuidad de Erika Acosta en el Tribunal de Cuentas. Ya tiene el visto bueno del gobernador y la bancada del PJ n tendría objeciones. Juan Manuel Pichetto se reunió con la vocal roquense y el presidente del partido, Martín Soria, no tendría objeciones. La semana que viene habría una reunión entre el mandatario y Acosta. Y es posible que la propuesta del gobernador ingrese al Parlamento el lunes, cuando se reúna la Comisión Plenaria y pueda integrar el Orden del Día de la sesión que viene. La continuidad en el cargo se resuelve por mayoría simple y por ende en el bloque del FpV sostienen que éste es un tema de incumbencia del oficialismo.
La Legislatura deberá tratar también la adhesión (a la rionegrina) de la Ley de ART que Macri le pidió a Weretilneck. El proyecto concita el rechazo de los gremios nucleados en las dos CTA y del kichnerismo. Pero las modificaciones realizadas por el secretario de Trabajo Lucas Pica, habrían revertido la oposición de la CGT y los Colegios de Abogados.
Esa adhesión promete un álgido debate en la bancada del Frente para la Victoria, y es posible que haya un voto dividido. Esa opción no es traumática, aseguran voceros de Soria. Para el presidente del partido lo importante es mantener la unidad, un valor no muy común en el PJ rionegrino. Además, fue una de las fórmulas de los contundentes triunfos de María Emilia Soria en las PASO y las elecciones generales de octubre.
Martín Soria evalúa que para evitar rupturas no debe haber presiones y ve con buenos ojos que haya métodos de descompresión. Con el tiempo -asegura- se acomodará el panorama. No quiere dar motivos para posibles fugas y el que quiera, se irá sin motivos y blanqueará posicionamientos políticos. Sin embargo, envía señales claras.
Al debate sobre el tema nuclear, que reinstaló Miguel Pichetto, contestó un amparo judicial. La idea es cerrar caminos a la construcción de la usina en Río Negro. María Emilia Soria y Nicolás Rochás presentaron un recurso para rechazar el planteo de inconstitucionalidad de la ley que prohíbe el desarrollo de energía nuclear de alta potencia en el territorio rionegrino, que presentó un ciudadano barilochense. Y encontró en el diputado Martín Doñate, un vocero opositor para cortar con la dulzura del Senador con la Casa Rosada.
Doñate juega su propio partido y lo hace a dos bandas: consolida su relación con el roquense y disputa la senaduría de 2019. Pichetto necesita -para seguir en la política grande cerca del Obelisco- y para eso necesita renovar su banca y alcanzar un acuerdo con el intendente de Roca y presidente del PJ.
El ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner fue taxativo: «Pichetto tiene fecha de vencimiento, se le acaba la territorialidad», le dijo Jorge Capitanich a la revista Crisis. Podrá el FPV rionegrino sortear la disputa nacional? Habrá que ver cómo se mueven las fichas.
Pichetto se aleja cada vez más de CFK, quien sigue con alta adhesión en Río Negro. El senador accedió a su banca de la mano del kirchnerimo y esa distancia puede hacer peligrar su aspiración de renovación. Sin embargo tiene salidas. Una es competir por la provincia de Buenos Aires, ya que es oriundo de Banfield, una jugada que le sirvió -en otra época- a Carlos Soria para ser diputado nacional.
Mientras la política ensaya estrategias y transita sus escarceos, el gobierno debe afianzar la gestión, fundamentalmente si basa su futuro electoral en una buena performance administrativa. Es por ello que no se descartan más cambios en el gabinete.
La administración Weretilneck enfrenta desafíos. Uno es el salarial, que tendrá algunos capítulos de reclamos en lo que resta del año, pero se agudizarán a comienzos del próximo. Hay otros. Si avanzan las reformas fiscal y previsional (la laboral quedó en el freezer) habrá perjuicios para varios sectores, especialmente la clase media y la industria Pyme en todos sus rubros (productivo, comercial, etc.) destinataria de la presión fiscal y el ajuste.
También deberá hacer la tarea encomendada por Macri de reducir el déficit. Para ello ensaya medidas -nuevamente- de control del gasto público. Pero tiene un problema con la deuda, la que no tiene forma de sortear que no sea mediante más endeudamiento.
En términos financieros, «Río Negro es inviable» dicen los economistas liberales, y explican que el 85% de su Presupuesto está destinado a salarios, por lo que no hay mucho margen para el funcionamiento ni el fomento al desarrollo.
El gobernador se subió a la balsa de piedra. Habrá que ver si es como la que imaginó José Saramago en el desprendimiento de la península Ibérica de Europa en busca de mejores destinos, o el peso la hundirá.