Las telefónicas piden reforma tributaria para el sector
(Por Andrea Catalano).- La industria de las telecomunicaciones de la Argentina también quiere hacer notar la carga impositiva que soporta.
Piden eliminar o reducir tres tributos: el interno, ingresos brutos y el que beneficia al Ente de Alto Rendimiento Deportivo. Alegan que los mismos perjudican al 40% de la población de menores ingresos y que, si se suprimen, el fisco compensará la menor recaudación con mayor consumo e inversiones.
Para ello, elaboró un documento que especifica que la gran cantidad de tributos afecta al 40% más pobre de la población que dispone de un teléfono móvil. Por otro, señala que una eventual rebaja de esas cargas podría generarle más ingresos al Estado.
La intención es poner en discusión este tema entre las autoridades del Gobierno, pero además apunta (como objetivo de máxima) a colar alguna propuesta de reforma en el proyecto tributario que ingresó al Congreso.
Este jueves, la GSMA, la organización mundial que representa a los principales operadores móviles del mundo, elevará a las autoridades del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y del Ministerio de Hacienda, un informe elaborado por Ernst & Young
El documento -hecho a pedido de las telcos- detalla todos los tributos que recaen sobre el sector y simula tres escenarios de reforma impositiva para esta actividad.
«El diagnóstico es que los impuestos que paga la telefonía móvil son nocivos para el 40% más pobre de la población», anticipó a iProfesional Sebastián Cabello, representante de la GSMA en la región.
Hasta el primer semestre de 2017, se registraban más de 64 millones de líneas móviles activas, según datos del Enacom. De ese total, 40 millones están en uso. Es decir, el servicio llega al 100% de la población, sin distinción de nivel socioeconómico.
El directivo agregó que la Argentina «es el país que abona los impuestos más altos en telefonía móvil de América latina, además de presentar algunas irracionalidades, como el destinado al Enard».
Se trata del tributo del 1% sobre la factura que afrontan los abonados al servicio celular. Fue implementado en 2009 e impulsado por Gerardo Werthein para financiar a los deportistas de alto rendimiento.
En ese entonces, este empresario no sólo era director del Comité Olímpico Argentino (COA), sino también del Grupo Telecom.
Si bien fue llamado irónicamente como «el impuesto bueno», las empresas siempre se quejaron de este gravamen.
Como tercer aspecto del diagnóstico, Cabello especificó que la estructura impositiva sobre la telefonía móvil argentina es por demás abusiva: «Por ejemplo, el IVA de 27% que pagan principalmente las Pyme del sector».
Así, -siguió el ejecutivo- «se afecta la asequibilidad, además de un mayor uso del servicio por parte de las personas. El impacto es negativo sobre la economía en general».
En otras palabras, se imposibilita que los argentinos accedan a servicios de telecomunicaciones razonables a precios más accesibles.
En el marco de la llamada «Mesa de diálogo de alto nivel: reforma fiscal para la inclusión digital», se presentarán tres propuestas para tratar de introducir cambios en el esquema impositivo.
-La primera consiste en eliminar el 4,7% del impuesto interno al servicio de telefonía móvil pese a que, según la reforma, se elevará hasta el 5%.
Como el estudio se realizó antes de las modificaciones, el responsable de la GSMA indicó que «si se bajase, se obtendrían u$s1.800 millones de aporte al PBI, además de ingresos fiscales adicionales por u$s1.000 millones».
-La segunda propuesta apunta a los Ingresos Brutos, como no podía ser de otra manera. Detalla que si se redujese el gravamen entre 6% y 7%, los servicios se abaratarían en torno del 3%.
«Esto permitiría sumar 1,6 millón de suscriptores, con su consiguiente impacto en el PBI -de u$s2.900 millones- y ganancia fiscal por u$s1.600 millones», amplió.
Además de los mayores ingresos al fisco, mejoraría la calidad de servicio. En particular, en lo que hace al funcionamiento de las redes.
-La tercera propuesta consiste en bajar el impuesto interno de 17% que recae sobre los teléfonos ensamblados en Tierra del Fuego.
«Esto permitiría abaratar 7,4% el precio final del celular. Se podrían sumar 440.000 nuevos usuarios con teléfonos de última generación y el aporte al PBI aumentaría u$s1.200 millones. Es una propuesta que está más allá del acuerdo ya consensuado con el gobierno de esa provincia», especifica.
El informe ya está en manos de los representantes del Gobierno que, por otro lado, han sido invitados a escuchar los planteos del sector.
Quien ya hace un año se refirió a la necesidad de encarar una reforma impositiva fue el secretario de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Héctor Huici. Lo hizo en el Congreso Latinoamericano de las Telecomunicaciones celebrado en Cancún.
En aquel momento, manifestó la necesidad de «revisar la política fiscal, especialmente en materia de acceso a dispositivos».
«Seguimos gravando algunos productos como si fueran suntuarios cuando ya se han convertido en servicios de uso masivo, como el prepago celular, que tiene una carga impositiva que castiga a los sectores de menores ingreso», advirtió.
La telefonía móvil representa más de la mitad de los ingresos que genera este sector que, a finales de este año, podría acumular una facturación de más de $250.000 millones, según datos de los balances de las empresas y del Enacom.
Sobre ese total, el nivel de ventas de los servicios celulares rondaría los $130.000 millones.
Antecedentes cercanos
La cuestión impositiva también fue abordada por el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América latina (CET.LA) que, junto con la Corporación Andina de Fomento (CAF), elaboró un extenso informe sobre el aporte que las inversiones en infraestructura de telecomunicaciones realizan al PBI de los países.
Ese documento dio cuenta de que por cada u$s10 que desembolsan las empresas, u$s4,3 se destinan a infraestructura.
El estudio también trató el tema impositivo. Al igual que el paper elaborado por Ernst & Young para la GSMA, quedó de manifiesto que Argentina ostenta el primer lugar en materia de tributos para el rubro telco en general, no sólo para la telefonía móvil.
Liderado por Raúl Katz, quien hoy asesora al Ministerio de Modernización en la unificación de las decenas de planes de digitalización, conectividad y accesos dispersos entre las administraciones nacional, provincial y municipal, el reporte brindó importantes precisiones.
Una de ellas es que el sector de las telecomunicaciones de la Argentina es el que mayor carga impositiva soporta en la región, al punto que el 19,2% de su producción termina en las arcas del Estado.
Ese porcentaje se ubica por encima del 12,12% del promedio regional, y también supera al de Brasil (13,8%), Colombia (8,17%) y México (7,9%).
Si se lo compara con el promedio mundial, es más del doble, ya que ese índice se ubica en 8,97%.
El informe del CET.LA da cuenta de que la situación en América latina es la más asimétrica en relación con otras regiones del mundo. De esto se deduce que, si la Argentina lidera ese ranking, el panorama es realmente serio.
«Argentina, el sector de comunicaciones (19,22%) es el segundo más gravado después de los servicios públicos (22,38%)», especifica el reporte mencionado.
«Esta situación es coherente con el hecho de que estos últimos se ven afectados por altas tasas impositivas a nivel municipal. En las provincias de Córdoba y Santa Fe, por ejemplo, el pago en concepto de impuestos de algunos servicios públicos llega a igualar el pago por consumo», señala.
«Asimismo, corresponde mencionar que las comunicaciones reciben una tasa de imposición 50% más elevada que el promedio de la economía local», completa.
La postura sobre la alta carga impositiva en esta rama de actividad no es nueva, pero es la primera vez que, desde lugares diversos, las empresas deciden poner el tema sobre la mesa.
Siempre se han quejado de que la aplicación de un nuevo tributo en este sector es la manera más fácil de recaudar que encuentran los Gobiernos. Y cada vez que esto ocurrió, el costo lo pagó el usuario del servicio.
Para el director de Asiet, Pablo Bello, dado el aporte que realizan las telecomunicaciones al PBI «deberían aplicarse reducciones específicas para fomentar la adopción, penetración y uso».
En tanto, el propio Katz realizó una serie de recomendaciones de políticas públicas para obtener impactos más beneficiosos.
Indicó que una reducción de 1% en el pago de impuestos por parte de los prestadores de servicios de telecomunicaciones genera un alza de u$s0,85 en la inversión per cápita.
Del mismo modo, si se reducen los gravámenes aumentará la penetración del servicio y esto, a su vez, generará un impacto indirecto en la economía y mejorará la recaudación tributaria.
El informe que presentará de manera oficial la GSMA ya está en poder de los principales funcionarios del Gobierno que entienden en la materia. También, entre diversos integrantes de la comisión de presupuesto de Diputados.
Habrá que ver qué tan fuerte será el «lobby» que inicie el sector a partir de ahora.
(*) Fuente: IProfesional Composición de imagen: IProfesional