Paro y movilización de la CGT
La urgencia de la Casa Rosada por aprobar cuanto antes el proyecto de ley de reforma previsional trastocó los planes de la CGT. De apuro y sin un consenso pleno en su consejo directivo, la central sindical activará mañana una movilización al Congreso y el viernes su segundo paro general en contra de la gestión de Mauricio Macri, informó esta tarde La Nación.
Los gremios consideran que la reforma atentaría contra el poder adquisitivo de los jubilados y manifestará su rechazo mañana con una movilización al Congreso. Elevó además el malestar sindical haber sido excluidos del debate y del diseño de la letra chica del proyecto. La huelga sólo se desactivaría si es que el proyecto de ley que impulsa el oficialismo no prospera en Diputados.
La protesta contemplará además la movilización al Congreso de la Nación a la misma hora que se debata el proyecto de ley en el recinto. Así, confluirán en las narices del Parlamento, que ya desde hoy luce blindado con vallas y fuerzas de seguridad, la protesta de la CGT, la de las dos vertientes de la CTA, la izquierda sindical, piqueteros y movimientos sociales.
La decisión de poner la guardia en alto y confrontar con el Gobierno no fue unánime en la CGT. Ni el sector de «los Gordos» (grandes gremios de servicios) ni el de los denominados «independientes» estaban convencidos de cruzar esa línea. Héctor Daer, el representante de «los Gordos» en el triunvirato de mando, se ausentó de la reunión porque estaría volviendo hoy de un viaje en España. De todos modos, él ya había manifestado su rechazo al proyecto jubilatorio del oficialismo. Pero ayer por Azopardo tampoco aparecieron Carlos West Ocampo (Sanidad) ni Armando Cavalieri (Comercio), dos de sus referentes. Tampoco fueron Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN) ni José Luis Lingeri (Aysa).
«No vamos a aceptar ningún cálculo que atente contra el poder adquisitivo de las jubilaciones. Estamos terminantemente en contra de la reforma previsional», dijo Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato de mando de la central peronista.
Sergio Romero, jefe de los docentes de UDA, señaló que el paro es en contra «de la política económica» del Gobierno.