Acusan a Federación Agraria de ser complaciente con el gobierno
(Por Carlos Walter Barbarich*).- El dirigente agrario Pedro Peretti, pintó un oscuro presente que atraviesan los pequeños y medianos productores agropecuarios, alertó sobre la desaparición de muchos de ellos, y dijo que la venta directa de cereal y los depósitos silos bolsas ubicados en los campos atentan directamente contra las cooperativas de los distintos pueblos las que «en su gran mayoría constituyen la principal fuente de trabajo». Además, acusó a la dirigencia de Federación Agraria Argentina (FAA) de complaciente con el gobierno central y, tras cartón, dijo que «por mucho menos le hicimos un paro con corte de rutas de meses al gobierno de Cristina Kirchner». Peretti forma parte de la Agrupación Federada Grito de Alcorta, un sector díscolo de la FAA, en su localidad de Máximo Paz.
Si bien fue activo participante del piquete que las patronales agrarias llevaron adelante desde marzo de 2008, a pocos meses de asumir su primera presidencia Cristina Kirchner y por la famosa resolución 125 que establecía retenciones móviles a los comodities agropecuarios, hoy reconoce que el pequeño productor «está muchísimo peor que en esa época».
En principio, parece extraño lo que dice Peretti ya que una de las primeras medidas adoptadas por el gobierno de Mauricio Macri fue la de eliminar las retenciones, con lo que se podía intuir que ello favorecía directamente al sector. «Apenas aterrice en la ciudad de Buenos Aires voy a firmar el decreto de retenciones cero por el que la Argentina no tendrá más retenciones a la exportación de trigo, maíz, girasol y productos regionales», dijo Macri el 14 de diciembre de 2015 en Pergamino, corazón de la pampa húmeda.
Devaluación brutal
Sin embargo, para Peretti esa medida se licuó con otros actos de gobierno como «la brutal devaluación de la moneda apenas asumió Macri, que hizo que el dólar pasara de 9 pesos a 16; el aumento desmedido como consecuencia de esto de los insumos dolarizados que se utilizan en el campo tales como agroquímicos o fertilizantes y, sobre todo, el incremento del precio del combustible que hoy es de los más caros del continente».
«La gente cree que el sector agropecuario está bien y eso no es así en absoluto. Estamos peor que en el anterior gobierno. Sucede que los que están bien son los grandes propietarios de la tierra, los terratenientes, los pooles de siembra y obviamente los agroexportadores. Pero los pequeños y medianos estamos muy mal», explicó.
A modo de ejemplo reseñó que «hoy, para sembrar soja, necesitás contar con 20 quintales de gastos con lo cual lo que resta podría llegar a ser ganancia en el caso que el campo sea tuyo. Los rindes aceptables o normales están más o menos en los 40 quintales. O sea que te quedan 20 para vivir y reinvertir en el campo «si sos dueño» y no tenés otro tipo de erogaciones».
No obstante aclaró que «si sos una persona que alquila campo, hay que tener en cuenta que generalmente te cobran entre 17 y hasta 20 quintales por hectárea. O sea que si sos un pequeño productor que trabaja pocas hectáreas, los márgenes de ganancia son muy bajos y eso se traduce en una seria amenaza para las ecuaciones del sistema productivo», dijo Peretti.
Complicados
Sobre el destino de las cooperativas de los pueblos el dirigente dijo que «la situación está más que complicada ya que mucho cereal que antes ingresaba al pueblo desde el campo para ser reacondicionado o almacenado, hoy no ingresa a raíz del fenómeno de la venta directa a las terminales y exportadoras»; esto es, que el productor en la cosecha envía directamente cereal al puerto evitando todo el circuito que antes era normal.
Agregó que «por naturaleza las cooperativas son generadoras de trabajo ya que gracias a ellas viven los camioneros, los estibadores, los negocios de los distintos pueblos, y generalmente son las que tienen mayor cantidad de empleados, al igual que los servicios satélite que funcionan a partir de esta cadena productiva. Están peligrando las cooperativas con ese fenómeno y obviamente la vida de los pueblos, que en muchos casos tienen una fuerte dependencia de los acopiadores».
Con los silos-bolsa en los campos sucede un fenómeno similar ya que «ese cereal es transportado directamente desde el campo y sin pasar por los acopios, con lo cual dejan de trabajar los estibadores o los camioneros en el caso que esos productores tengan camiones propios, como suele suceder», alertó Peretti.
Enemigos íntimos
Peretti supo de las mieles del poder agrario cuando el conductor de la FAA era el dirigente Eduardo Buzzi, en pleno conflicto con el gobierno, allá por 2008. Ambos mantenían una relación intensa y fluida, ya sea por afinidad ideológica —al menos hace tiempo atrás—, o por la proximidad de sus lugares de origen. Peretti es de Máximo Paz y Buzzi de J.B. Molina.
Sin embargo, hoy están enfrentados y Peretti no ahorra chicanas a la hora de criticar a su ex amigo. «Eduardo tenía un pasado de lucha, pero tiene un presente complaciente con el neoliberalismo que en algún momento combatió. Se separó de la mujer para casarse con la suegra», ironizó el robusto dirigente agropecuario combativo del sur santafesino.
(*) Fuente: La Capital de Rosario