Demoras en las obras de energías renovables
El programa RenovAr de energías alternativas, entre las rondas 1, 1.5 y 2, lleva adjudicados 147 proyectos por una potencia de 4466,5 megavatios, según la información del Ministerio de Energía y Minería de la Nación. Suena a anuncio rimbombante, y mucho más si se tiene en cuenta que en la más reciente, el precio de corte bajó en torno del 70% tanto para eólica como solar.
Pero la realidad que se reconoce en forma oficiosa es otra: 27 de las iniciativas otorgadas hace más de un año no han tenido ni un solo avance y hubo varios pasamanos de contratos en los que habría estado involucrada la familia presidencial. No es una buena señal, sobre todo para los inversores internacionales, que diferencian entre las seguridades a 30 años que se les da en Uruguay y la necesidad en Argentina de hacer negocios a través de influyentes en el poder.
La firma uruguaya Ventus empezó a exportarles energía eólica hacia este lado del río de la Plata a jugadores como Pampa, Aluar, Cargill, YPF, Central Puerto, Albanesi, Impsa (Pescarmona), Pan American Energy. Corporación América (Eurnekian), Siemens Gamesa, Enel, AES e Isolux Corsán. La rémora que aqueja al país es que tiene una economía en apuros, una historia de nacionalización de empresas de propiedad extranjera y una calificación crediticia comparable a la de Sri Lanka, lo cual aumenta el riesgo de trabajar y amenaza con mantener a las grandes compañías internacionales fuera de un mercado que está acelerando las instalaciones solares y eólicas.
Cerca de la mitad de los proyectos de energía renovable adjudicados por licitación hace más de un año no comenzaron la construcción, informó el periodista Gastón Fenés, en el sitio energiaestrategica.com, invocando fuentes del Ministerio de Energía y Minería.
Detalló que si se suman las 2 primeras rondas de licitación del Programa “RenovAr” (la 1 y la 1.5 complementaria), de los 58 proyectos otorgados sólo hay actualmente en marcha 24 emprendimientos : 10 de energía solar, 9 eólicos, 5 de bioenergías y 3 de Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos, con algún grado de avance de obra. 15 pertenecen a la Ronda 1, otros 9 de la Ronda 1.5 y 3 a la Resolución 202.
Especificó que 5 centrales entraron en operación comercial, 27 se encuentran en obras y otras 27 aún no lograron avanzar sobre el terreno. De las que no comenzaron el proceso, 16 son de energía solar y 12 eólica. En total, suman 1259 MW de potencia pendientes de instalarse hasta 2019.
Revisando las presentaciones resulta que la mayoría provienen de consultoras asociadas a grandes grupos de interés ajenos a la actividad energética, cuyo objetivo, se presume, es el de obtener un contrato de PPA para negociarlo luego. Muchas de las gestiones que hicieron fracasaron por los bajos precios.
Finalizadas las adjudicaciones de las 3 rondas del RenovAr, surge que la cotización promedio ponderada se redujo progresivamente: pasó de 61,33 US$/MWh “Ronda 1”, a 53,98 en la “Ronda 1.5”, hasta alcanzar 51,48 en la “Ronda 2”.
Los pocos proyectos en real construcción son casos excepcionales en cuanto a cuestiones comerciales y financieras, y las demás, “en algún grado de avance” (hicieron un obrador y/o cerca perimetral nada más); tampoco tienen cerrados financiamientos. Los del salar de Caucharí, por ejemplo, se encuentran atorados en un gran problema sin salida legal.
Además de verse poco y ningún movimiento en tantas obras, también se resintió la cantidad ofertada de las energías renovables, que en diciembre de 2017 abastecieron un 2,0% de la matriz eléctrica, valor similar a los históricos de diciembre, de acuerdo con un informe de Economía de la Energía. El máximo de la serie ocurrió en noviembre de 2015, cuando se alcanzó el 2,5% de la generación total.
Pero por otro lado, hubo un retroceso, que se advierte al considerar sólo la generación de energía eléctrica a través de fuentes renovables (y no teniendo en cuenta el porcentaje del total), que disminuyó 0,2% contra noviembre de 2017 y 0,4% al compararla con diciembre de 2016.
El detalle que brinda energiaestrategica.com señala que, de los proyectos de la 1ra ronda de RenovAr, fueron 29 los ganadores adjudicándose un total de 1143 MW de potencia. De estos, 12 eran de tecnología eólica, 4 de solar, 6 de biogás, 2 de biomasa y 5 de PAH (Pequeños Aprovechamientos Hidráulicos).
Hasta ahora, los 8 proyectos provenientes de este listado inicial que suman 434 MW y aún no entraron en obras son: P.E. García del Río – 10 MW; P.E. Vientos del Secano – 50 MW; P.E. Los Meandros – 75 MW; P.E. Cerro Alto – 50 MW; P.E. Kosten – 24 MW; P.E. Vientos Los Hércules – 97 MW; P.E. Chubut Norte – 28 MW, y P.S. La Puna – 100 MW.
En RenovAr 1,5 fueron 30 los proyectos adjudicados. En el caso de la energía eólica, a un precio promedio de 53,34 USD/MWh, alcanzando una potencia adjudicada de 765,4 MW. En energía solar se seleccionaron a un precio promedio de 54,94 USD / MWh y totalizan 516,2 MW de potencia.
De estos 30 proyectos, 20 aún no registran avances en la construcción, según fuentes del gobierno: P.E. Pampa – 100 MW; P.E. Vientos de Necochea 1 – 38 MW; P.E. Miramar – 98 MW; P.E. Pomona I – 100 MW; P.E. Loma blanca 6 – 100 MW; P.S. Fiambalá – 11 MW; P.S. Cafayate – 80 MW; P.S. Anchoris – 21 MW; P.S. General Alvear – 18 MW; P.S. La Paz – 14 MW; P.S. Lavalle – 18 MW; P.S. Luján de Cuyo – 22 MW; P.S. PASIP – 1 MW; P.S. Sarmiento – 35 MW; P.S. Iglesia – Guañizuli – 80 MW,; P.S. Ullum N1 – 25 MW; P.S. Ullum N2 – 25 MW; P.S. Ullum 4 – 14 MW; P.S. Ullum 3 – 32 MW, y P.S. Caldenes del Oeste – 25 MW.
Aunque algunos de ellos, como el “Parque Solar Las Lomitas”, ya iniciaron la compra de los componentes principales, por lo que se encuentran terminando la ingeniería de detalle. Ahora se está preparando el terreno, aclara.
La última subasta del programa RenovAr 2, realizada en noviembre, fue considerada un éxito por el gobierno nacional y los desarrolladores locales. Repetía el logro de fines del año pasado cuando, finalizada la 1ra ronda licitatoria (RenovAr 1, luego complementada por RenovAr 1.5), obtuvieron 59 proyectos por más de 2400 MW, en el marco de un interés que se reflejó en que se ofertó por dos veces y media más.
La particularidad del resultado es que de 10 empresas adjudicatarias sólo 3 provienen del exterior: Latinoamericana de la Energía, la italiana Enel Green Power y la europea Eolia Renovables.
La subasta por u$s 3.000 millones en proyectos de energía renovable había atraído a licitantes extranjeros de Estados Unidos, España e Italia, entre otros, pero el bajo nivel en el que se situaron los precios sacó a los grandes nombres de competencia en pos de los contratos: el promedio de las ofertas ganadoras fue de u$s 41,23 por megavatio-hora para la energía eólica, 70% inferior a los u$s59,40 establecidos en octubre de 2016, y de u$s 43,46 por energía solar, 73% debajo de los u$s 59,70 por megavatio-hora el año anterior.
Tamaña rebaja dejó afuera propuestas de la española Acciona, la italiana Enel Green Power y AES de EE.UU., mientras firmas argentinas como YPF Energía Eléctrica, Central Puerto y Neoen ganaron el derecho de vender electricidad de 66 nuevas plantas de energía, con ofertas de hasta 31% para energía eólica y 27% para solar.
Como los reguladores bajaron más de 70% el techo en la reciente ronda (u$s40,27 por megavatio-hora para la eólica y u$s41,76 para la solar), los contratos a largo plazo para entregar energía los ganaron las ofertas más bajas, lo cual instaló la duda acerca de que la viabilidad económica de la subasta reciente permita completar los proyectos.
En Brasil sucedió que las compañías de energía tuvieron que pagar multas y devolver los contratos al gobierno, pero como consecuencia de que una fuerte recesión depreció la moneda y dificultó la alineación del financiamiento.
En Argentina, en cambio, se han creado suspicacias sobre la creación de un mercado secundario a partir de denuncias que circularon sobre la reventa de 6 parques eólicos en Chubut y Miramar, provincia de Buenos Aires, que hizo su adjudicataria, la española Isolux, a 4 empresas a nombre del contador Mariano Payaslian, muy cercano a la familia Macri, según Perfil, por el que pagó US$ 25 millones. Admitió ante una consulta del diario que dirige Jorge Fontevecchia, que un 10% ó 12% de este conglomerado es de Sideco Americana. Las sociedades también estan integrada por Socma -Sociedades Macri-, otra empresa del holding, en un porcentaje más pequeño.
El profesional que realizó la operación fue síndico de Sideco Americana y de la constructora Iecsa (entonces de Angelo Calcaterra, primo de Macri). Además su estudio, Gizzi & Payaslian, prestó servicios a una Unión Transitoria de Empresas (UTE) entre Isolux e Iecsa.
Al año siguiente los parques fueron revendidos a una empresa del Grupo Macro (Genneia, la que visitó el Presidente en Chubut) y a una compañía china (Goldwind). Con sólo el revoleo de uno de los parques, según la fuente periodística, hicieron una ganancia de alrededor de US$ 15 millones.
El otro lado del mostrador, además de la firma española, lo ocuparon los otros socios de Sideli, Sidsel, Usir y Parques Eólicos Miramar, un fondo de inversión europeo ligado a la energía solar, y las compañías financieras Helios Partners Sa y Selena Partners SA, controladas por los ejecutivos Pablo Emilio Basualdo, Mariano Alberto Bernardo Arrigo y Juan Edgardo Srodek. Los tres son miembros de KBR Group, una financiera que operó para Mauricio Macri, cuando era jefe de Gobierno, en la emisión de deuda de la Ciudad de Buenos Aires. Srodek, además, fue jefe de la campaña bonaerense del PRO en 2005.
Así fue como se interesó desde el seno del poder al fondo PointState, de Zach Schreiber, para que trajera al país US$ 1.500 millones y participara de lleno en las licitaciones de energía, convencional y eólica. Señalan a Darío Lizzano como el operador del gobierno que ofrecía, bajo la excusa de la emergencia energética, tarifas aseguradas por el Estado por más de una década a valores que multiplican varias veces lo que se paga en el exterior.
El favoritismo se hizo notar cuando el ministro Juan José Aranguren otorgó a la española Isolux una serie de parque eólicos, pese a que no había cumplido con licitaciones que ganara anteriormente y a que enfrentaba reclamos judiciales por deudas impositivas y comerciales que la colocaban al borde de la quiebra.
Sugestivamente, después de RenovAr 2, el presidente de la filial Andes de AES, que incluye a Argentina, Chile y Colombia, Javier Giorgio, advirtió que Argentina debería asegurarse de que las plantas eléctricas ganadoras terminen siendo construidas para no perder la confianza que despertara entre los inversores.
Las energías renovables en Argentina han llegado para quedarse y no tienen límites de expansión. Basta con ver el Global Wind Energy Council (GWEC), que consigna que a 2015 Argentina sólo tenía instalados 8MW de energía eólica para totalizar 269MW. Mientras el país vecino instaló más de 316MW para una potencia acumulada de 845 MW. Chile 169 y totalizó 933MW. Brasil 2,754MW y suma 8,715MW.
Si bien existe un compromiso manifiesto a través de la ley 27191 para diversificar la matriz con fuentes de energía renovable crecientes, hay una política nacional de programas e incentivos varios.
En primera instancia, la ley de fomento a las energías renovables prevé mecanismos para incorporar a la matriz energética 10 GW de potencia limpia a través de compra de energía por parte de Cammesa y con la gestión de mercado entre privados, para obtener al 2025 un 20% de la matriz con fuentes de energía renovable, que a principios de 2017 era inferior al 5%.
Este número, en términos matriciales para el sistema argentino de interconexión (SADI), permite la incorporación de nueva potencia que, aunque no sea firme (como la térmica, nuclear o hidroeléctrica de embalse, entre otras) es intermitente por la variable dependiente al recurso, pero mucho más económica que centrales de generación obsoletas e ineficientes.
Y, además, promueven la inversión internacional en el país.
En términos actuales, durante el 2016-2017 se renegociaron y adjudicaron cerca de 4 GW de fuentes de energía renovable (Genren A y resolución 108, y Renovar 1 y 1.5) y en el corriente mes se adjudicaron otros 1200 GW de potencia renovable en la ronda 2 del Programa Renovar.
Argentina es un país con importantes recursos naturales para la generación de energía eólica y solar. Si bien existían leyes anteriores, la 27.191 fue publicada en el 2015 y establece que estas energías deben alcanzar el 20% de la matriz en el 2025.
Posteriormente, el decreto 531/16 estableció con más detalle los objetivos de la ley y cómo lograrlos. El desafío es grande dado que actualmente las energías renovables representan sólo un 2% aproximadamente del consumo energético.
Un estudio realizado por la consultora alemana Eclareon, financiado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania y hecho en conjunto por varias organizaciones de Argentina y ese país europeo, evidenció que, en las actuales condiciones económicas, los inversores privilegiados para entrar en la producción de electricidad a partir de energía solar y eólica son los grandes jugadores, ya que tienen acceso a un financiamiento con menores tasas y posibilidad de enfrentar los actuales precios de cada una de las rondas del RenovAr.
Paralelamente, todos los grandes usuarios podrán adquirir contrato entre privados, con mecanismos de promoción e incentivo, lo que habilita un nuevo esquema en el sector eléctrico y para las energías renovables. Esto permitirá aislar el proyecto del riesgo de pago de la energía generada, hecho público a través de Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico), administradora de estos contratos a largo plazo (PPA), fijados en dólares.
En 2018, las empresas con una potencia contratada a partir de 300 (kilovatios) kW o más se verán obligadas a saciar al menos un 8% de su demanda energética de fuentes renovables, cifra que va escalando hasta alcanzar un 20% en 2025.
La reglamentación de la ley en 2016 estableció un precio fijo a 20 años y la inversión en energías renovables tiene beneficios fiscales: libre importación, devolución del IVA, además de una amortización acelerada
Fuente: Urgente 24