Quejas de ruralistas por obligaciones burocrátricas
«Un productor de 200 hectáreas necesita realizar unos 270 trámites anuales entre permisos, certificaciones y demás obligaciones burocráticas», señala en un comunicado Confederaciones Rurales Argentinas, que destaca que la falta de coordinación entre las diferentes áreas de Gobierno y sus diferentes estratos, Nacional, Provincial y Municipal «conlleva a una serie de distorsiones y complejidades que dificultan el normal desempeño del sector»
En una reciente encuesta realizada a productores de CRA de todo el país, surge el peso de la carga burocrática que soportan y la complejidad de trámites a los que están expuestos.
Se señala: duplicidad de información solicitada por las diferentes dependencias del Estado; complejidad de tramitación, por los requerimientos; falta de Flexibilidad en los datos aportados, frente a imprevistos; duplicidad de imposición de tasas sobre un mismo objeto; falta de capacitación del personal que atiende; superposición de tareas en los organismos; desigualdad frente a lo requerido a otros sectores y falta de utilidad práctica en cuanto al objetivo del trámite.
A su vez, los trámites más cuestionados son:
TIRE: Hay una superposición de datos con el RENSPA, el Registro de inscripción de actividad en AFIP, las declaraciones Juradas de AFIP y la Presentación de Ganancias en AFIP.
RUCA: Requiere de una complejidad de tramitación por los requerimientos, engorrosa inscripción y reinscripción, superposición de datos con el Registro de inscripción de actividad en AFIP, lo que genera una desigualdad frente a lo requerido a otros sectores.
Guía de Transporte: Impuesto Municipal. Con una superposición con Dt-e del SENASA, que es una doble tributación sobre el mismo objeto, creada con el espíritu de con amplias diferencias de precios cobrados entre municipios.
Aviso de Señalada y Permiso de Marca: Para la ganadería ovina y bovina, el cual no presenta utilidad práctica.
Stock de Granos destinados a Venta: Hay una evidente falta de flexibilidad en los datos aportados, frente a imprevistos.
CRA indica que si bien muchos de estos trámites son solicitados por distintas dependencias del Estado, tanto a nivel Nacional, Provincial y Municipal, «es el productor el que debe destinar su tiempo a estas formalidades muchas veces sobredimensionadas y complejas, que duplican el tiempo requerido, o solo tienen objetivo recaudatorio».
«Un párrafo aparte se lo lleva la AFIP, ya que es una de las dependencias con mayor volumen y calidad de información, pero parece generar constantemente controles de controles, y suele tener una fuerte resistencia a compartir y validar protocolos con otras dependencias que cuentan con información similar, ni que hablar de los embargos de cuentas que se han masificado y tienen un proceso de levantamiento anquilosado que termina impactando de lleno en el manejo financiero de de los productores, congelando sus depósitos, impidiendo la acreditación del cobro de sus ventas y obligándolos a Triplicar el giro de capital comprometido para evitar la caída de la cuenta corriente», señala la entidad ruralista.
Puntualiza también Confederaciones Rurales Argentinas que «todo este trasfondo termina empujando a muchos pequeños y medianos productores a la informalidad, y es la peor de las situaciones en donde pueden estar, allí no hay capacidad de negociación, precio de referencia ni seguridad de cobro».