Reformas laboral y electoral, temas para el Congreso

Al Gobierno le quedaron pendientes varios proyectos que envió al Congreso y que formarán parte de la agenda de este año, entre los que se destacan las reformas laboral, electoral y de la Procuración General, que se encuentran en el Senado.

De ese paquete, la prioridad para el Poder Ejecutivo es el proyecto de ley de reforma laboral con el que intentará avanzar en febrero, en sesiones extraordinarias, confirmó semanas atrás el jefe de Gabinete, Marcos Peña..

Reforma laboral

La iniciativa fue trabada por el Bloque Justicialista que encabeza Miguel Pichetto, molesto por las críticas del referente de Camioneros Pablo Moyano y por la renuencia del triunvirato de la CGT a concurrir al Senado para manifestar su postura sobre el proyecto, a pesar de haberle dado el visto bueno en reuniones con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

Una de las posibilidades que analiza el oficialismo es desmantelar el proyecto y buscar su aprobación por partes, debido a que algunos puntos son más cuestionados que otros por parte del sindicalismo, como es el caso del fondo de cese donde se administraría el dinero para las indemnizaciones.

Pese a la intención del oficialismo de avanzar con el debate de ese proyecto en febrero, días atrás Pichetto rechazó esa posibilidad al señalar en una entrevista con un matutino porteño que su bloque no quiere «jugar con los tiempos del Gobierno».

Reforma electoral

Se trata de otro de los proyectos que el justicialismo trabó en el Senado por orden de los gobernadores peronistas y que el Gobierno quiere aprobar este año, aprovechando que no habrá elecciones.

El punto que genera polémica es la implementación en todo el país de la boleta única electrónica que ya se aplica en la Ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Salta.

En 2016, cuando el Gobierno envió la iniciativa a la Cámara alta, se debatió en comisiones pero no generó consenso en el bloque por entonces mayoritario que lidera Pichetto y apadrinan los mandatarios provinciales del PJ.

Por esa razón, los senadores mantuvieron una reunión con los gobernadores, quienes rechazaron mayoritariamente la implementación de la boleta electrónica.

Según supo NA la postura del justicialismo respecto de ese sistema (que sólo funciona en seis países y en algunos de ellos de forma parcial) no varió, por lo que el oficialismo empezó a contemplar la posibilidad de aplicar, en cambio, la boleta única en papel si con esto logra destrabar el proyecto.

.