Un café…
Uno de los directivos del canal rionegrino se sentó a tomar un café en el complejo de las torres en Las Grutas. Leyó el diario, se tomó su tiempo y pidió la cuenta. Cuando le dijeron el precio, pidió una factura. Frente a la demora del empleado, propuso: «anotamelo, yo estoy en un departamento acá y voy a estar todo el mes».
El trabajador, dijo que tenía que pedir autorización al dueño. «Sí, llamalo» le respondió el directivo. «Así hacemos una cuenta y a fin de mes pago todo junto».
Le va salir caro al gobierno de Weretilneck la instalación de funcionarios en la Villa balnearia, fundamentalmente, si a los viáticos, alquileres (en este caso en las torres, uno de los sitios más caros), autos y combustibles, los muchachos se hacen pagar hasta el café.