¿Quién se hace cargo?.
(ADN).- Falleció ayer en el hospital de Viedma, un interno de la Unidad Penal 12, que había llegado al nosocomio, hace 15 días, con un cuadro de sobredosis de estupefacientes. Esta persona cumplía la tarea de «mula» o sea transportaba sobres de cocaína y marihuana, que tragaba y se depositaban en su estómago. Se estima que la rotura en los envoltorios produjo una grave descompensación que terminó con su vida. Se conoció que luego de su deceso se produjo una ablación de órganos y hubo donación de las corneas.
Hace más de 20 días se produjo el primer hecho cuando una adolescente de 17 fue llevada al hospital, en situación «desesperante»con sobredosis de cocaína y alcohol. Hace una semana se sucedieron otros casos con dos jóvenes.
Esta situación reviste suma gravedad, impacta en toda la sociedad y pone la responsabilidad en el Estado en su rol de tutelaje de la comunidad.
No puede haber indiferencia y limitar estos hechos al ámbito privado de cada persona o que «le suceden al otro». Tampoco la responsabilidad del gobierno se limita únicamente a la labor de médicos, asistentes, enfermeros y personal hospitalario, que con un gran esfuerzo tratan de salvar vidas en estas situaciones límites.
Existen otras áreas oficiales que tienen responsabilidad en el tema de la drogadicción. Seguridad, Policía, Salud, Desarrollo Social y por supuesto la Justicia, entre otras.
Cuatro internados con sobredosis en un lapso de 25 días, para una ciudad como Viedma, es una preocupante estadística. También fuentes oficiosas señalan que situaciones similares se producen en otros hospitales de la provincia.
La iglesia católica posee información de los merenderos donde se detectan casos de consumo en adolescentes e incluso de menor edad. También otras instituciones religiosas y entidades sociales son testigos de esta preocupante situación.
Lo realizado hasta ahora por el Estado indudablemente no alcanza, aun cuando funcionan distintos programas oficiales que atienden esta temática. El 0800 tampoco basta, donde la delación comprende a consumidores, dealer reclutados en la marginación barrial y distribuidores de poca monta. El tema es mucho grave.
Fuente médicas indicaron a esta Agencia que en los casos atendidos en el hospital de Viedma se pudo detectar que la droga que se consume es de «muy mala calidad», donde hay mezclas con productos altamente nocivos para la salud cuyas consecuencias se observan en los pacientes internados. También el costo de la droga y la falta de dinero hace lo suyo.
Hay dos jóvenes internados en el hospital de Viedma, luchando por su vida, luego de la ingesta de cocaína y alcohol. Otro está en observación.
Convoca a la reflexión y a la acción, en un tema que no puede someterse a segundas intenciones y es una problemática que cala hondo en toda la sociedad, en un corte longitudinal, pero con consecuencias más graves en los sectores más vulnerables.