«Campigna», un vino rionegrino de elite
(ADN).- En la apertura de la Fiesta de la Vendimia en Villa Regina, fue presentado anoche el vino «Campigna», elaborado con levaduras nativas desarrolladas a partir de un proyecto de investigación de la Facultad de Ciencias de la Alimentación de la Universidad Nacional del Comahue de Villa Regina.
Es producido por la bodega Valle Azul, integrada por pequeños productores viñateros y su presentación fue considerada un hito histórico para la producción vitivinícola regional y del país y su nacimiento es el fruto del proyecto de investigación que encabeza la doctora Adriana Caballero, que dedicó 25 años de su carrera como docente e investigadora para llegar a este vino.
Las levaduras o cultivos iniciadores fueron seleccionadas de cepas autóctonas por sus propiedades para vinificar. La utilización de cultivos iniciadores permite obtener producciones parejas de vinos entre lotes y entre cosechas, elemento clave para insertarse en un mercado tan competitivo. En los últimos años ha crecido en el mundo una tendencia a vinificar con levaduras de origen regional porque transfieren al vino características propias del terruño, que además de darle un carácter distintivo, permiten tramitar la certificación de origen. Esta es la primera producción en la Argentina elaborada con estas características.
En este largo trabajo de investigación de biotecnología aplicada, se han tomado muestras y se han realizado pequeñas producciones experimentales en distintas bodegas. Caballero destacó la permanente colaboración de la Bodega Canale, que incorporará las levaduras de origen a parte de su producción a partir de la próxima vendimia, cuando desde la Facultad estén en condiciones de producir a escala industrial.
Para poder abastecer a la producción regional de vinos con levaduras autóctonas, la Universidad del Comahue compró el equipamiento de laboratorio necesario con fondos del Ministerio de Agricultura y el apoyo en las gestiones de los gobiernos de Río Negro y Neuquén. Son sólo cinco países a nivel mundial los que elaboran sus levaduras autóctonas y Argentina ingresa a ese lote privilegiado a partir de la investigación y transferencia de conocimientos de la Universidad Pública. Además abre también una ventana para la fruticultura, porque para el cultivo de las levaduras se utiliza bagazo de manzana, un subproducto de la industria juguera que hasta ahora estaba desaprovechado.