Etchecolatz de nuevo en la cárcel
(ADN). Fue revocada la prisión domiciliaria al genocida Miguel Etchecolaz y luego de dos meses en el bosque marplatense vuelve a la cárcel.
Casación Penal dispuso que el repudiado represor cumpla en la cárcel sus condenas a perpetua por violaciones a los derechos humanos. Desde su arribo a la casa del Bosque Peralta Ramos, el genocida condenado, entre otras causas, por la Noche de los Lápices fue objeto de escraches por parte de organismos de DDH y los propios vecinos.
El falló que pondrá a uno de los mayores símbolos de la última dictadura cívico militar de vuelta en una celda fue dictado por la Sala IV. Contó con el voto favorable de Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, quienes consideraron que el ex policía está en condiciones de cumplir su condena en la cárcel bajo cuidados médicos, Mientras que Juan Carlos Gemignani votó en disidencia.
Hornos definió la prisión domiciliaria como una «decisión jurisdiccional que no puede tomarse de manera automática o irreflexiva mediante la exclusiva invocación de que concurre en el caso alguno de los presupuestos legales que, en principio, habilitan su concesión». Para Borinsky, por su parte, si bien «los informes confeccionados por el Cuerpo Médico Forense dan cuenta de las patologías que padece el imputado», eso no implica «impedimento alguno para que el nombrado permanezca en un establecimiento penitenciario, recibiendo la atención médica, el tratamiento y los controles que sean necesarios para atender sus patologías».
Etchecolatz fue condenado -entre otros causas- el secuestro de estudiantes secundarios platenses en septiembre de 1976, así como las vejaciones masivas cometidas en el llamado Circuito Camps y en el campo de concentración de La Cacha. También se lo responsabiliza por el operativo en el que murió la hija de Chicha Mariani y en el que desapareció la nieta de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo. Y sobre él se ciernen las sospechas respecto de la desaparición de Jorge Julio López el 18 de septiembre de 2006. López, sobreviviente de la represión en dictadura, fue el testigo clave en el primer juicio en el que Etchecolatz fue condenado a perpetua.
“Durante todos estos años una de las principales líneas de investigación tuvo que ver con el rol que como ideólogo tuvo Etchecolatz”, dijo, respecto de la desaparición de López, la abogada Guadalupe Godoy. También argumentó en contra de la domiciliaria Pablo Llonto, abogado de la causa de Puente 12. Consideró que el caso de Etchecolatz “merece la especial consideración porque el mundo observa lo que se hace en Argentina en materia de delitos de lesa humanidad”.