La brecha salarial entre varones y mujeres creció un 33%
El Observatorio de Empleo, Producción y Comercio Exterior (ODEP), con dependencia de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), presentó su 5º informe en que se refleja una ampliación de las brechas de género en el mercado laboral entre 2015 y 2017.
En el último informe del ODEP se evidencio que, entre 2015 y 2017, creció la brecha de género en el mercado laboral. En relación a los ingresos percibidos, mientras que en el segundo trimestre 2015 (II-2015) las mujeres en promedio ganaron 29% menos que los varones, en mismo trimestre del 2017 (II-2017) la diferencia subió a 33%. Lo que marca una ampliación del 4%.
En cuanto a la informalidad, en II-2015 se detectó que un 35% mujeres trabajando en estas condiciones. Dos años después, este número asciende a 36,2%; creciendo un 1,2%. A diferencia de los varones que pasaron de 31,6% a 31,8% en el mismo periodo; con una suba de 0,2%. La diferencia entre el crecimiento de la informalidad de los varones y las mujeres fue de 1% en términos absolutos. Un pilar de esta brecha, es consecuencia de la desigual distribución del trabajo doméstico no renumerado, que es realizado en mayor parte por las mujeres.
Al enfocar el análisis en las mujeres jóvenes (hasta 29 años), la diferencia crece. En este caso, la informalidad pasó de 43,7% en II-2015 a 50,6% en II-2017. Por ende, la población más vulnerable es justamente la que más se vio perjudicada por los cambios regresivos en el mercado laboral.
Por otro lado, haciendo la misma comparación de periodos, mientras que la tasa de asalarización (asalariadas formales e informales sobre el total de ocupadas) de las mujeres cayó 2% (de 82,4% en II-2015 a 80,4% en II-2017), la de los varones lo hizo en 0,9% (de 77,3% en II-2015 a 76,4% en II-2017) en el período analizado.
En relación al área del Gran Buenos Aires, se concluyó que esta situación creció de forma más pronunciada que en el resto del país. La brecha salarial entre varones y mujeres mostró un ensanchamiento significativo: las mujeres pasaron de ganar un 26% menos en II-2015 a un 32% menos en II-2017. Por el lado de la informalidad, se observó un resultado similar: mientras que la proporción empleo no registrado se mantuvo en niveles similares para los varones entre 2015 y 2017 (en torno al 31,2%), pasó de 36% a 37% para las mujeres. La tasa de asalarización mostró una mayor divergencia entre varones y mujeres. Mientras que para los primeros la tasa creció 0,3 p.p. entre II-2015 y II-2017, cayó -2,4 puntos porcentuales para las últimas.
La coordinadora del organismo, Paula Español, resalto: “El informe resalta que varias de estas brechas se ampliaron entre 2015 y 2017, es decir, las condiciones laborales de las mujeres están peor en términos relativos desde el cambio de gestión”. En esa línea, agregó: “Este es un resultado esperable debido a que, en un contexto de precarización y empeoramiento del mercado de trabajo, como el que se vivió en este período, la población más vulnerable (en este caso, las mujeres) suele ser la más afectada.»
Sobre este tema, el rector de la UMET, Nicolás Trotta, expresó: «El ámbito laboral también se reproducen las desigualdades entre varones y mujeres, lo que se refleja en varios aspectos como la tasa de desempleo, el nivel de participación, las diferencias de ingresos, entre otros”. El académico específico: “Nuestro rol desde las instituciones, debe ser mitigas estas diferencias. Es por eso que desde la UMET tomamos la decisión fundamental de ocupar los puestos de conducción, de la universidad, 50% por hombres y 50% por mujeres”.
Para la realización de este informe se utilizó la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, para el segundo trimestre de cada año, debido a que es el último dato disponible en el cual se presentan los “microdatos”.