Podría fracasar la reunión peronista que motoriza Pichetto
(ADN).- Quizá, al final, pase a saludar Gustavo Bordet. Si lo hace, el entrerriano será el único gobernador que pisará Gualeguaychú cuando, el 6 de abril, se monte la cumbre del PJ que motoriza Miguel Angel Pichetto, según publicó el diario Clarín.
Juan Manuel Urtubey, el salteño que aparece en la ruleta 2019, avisó hace 10 días que no irá y el propio Bordet se encargó de notificar que no armó la juntada y que el anfitrión es Pedro Guastavino, «Pemo», senador de pasado nestorista.
Clarín señaló que el vacío de los jefes provinciales es la forma de trasmitir, sino el malestar, la incomodidad con Pichetto y su premura por convocar el encuentro y publicitarlo como contra-cumbre del #hay2019 que se hizo 16 y 17 de marzo en San Luis.
«Se apuró a plantearlo como contracumbre y no era la intención», le dijo un senador a Clarín y detalló que será un encuentro con ocho o diez legisladores, sin gobernadores y con agenda nacional.
Detrás de esa explicación, subyace lo concreto: según lo acordaron por la mesa política del bloque donde están Pichetto, Guastavino, Omar Perotti, Carlos Caserio, Rodolfo Urtubey y, entre otros, Dalmacio Mera, el objetivo es hacer visible al Bloque Justicialista (BJ) pero sin condicionar a los gobernadores.
La letra chica de ese planteo es que los mandatarios del PJ deben tener vía libre para hacer los acuerdos que consideren necesarios en sus provincias para retener el gobierno en 2019.
La legislativa de 2017 demostró que el kirchnerismo tiene, de mínima, poder de daño: en varias provincias, el espacio K llevó listas por afuera del peronismo institucional, lo que contribuyó a las derrotas PJ. Ocurrió en Salta, Chaco, Córdoba, Chubut y Tierra del Fuego, entre otros territorios.
Los gobernadores asumen que deben sellar acuerdos locales que eviten fugas y los senadores, sostienen dos peronistas en diálogo con Clarín, saben que tienen que evitar las intromisiones en las tácticas de cada jefe provincial.
El de Gualeguaychú será el primer mojón de un rally que pretende recorrer todas las provincias y que tendrá perfil nacional y anti K, y que con los meses irá tomando un tono más crítico de la Casa Rosada.
En estos días, vía Córdoba, llegaron las primeras señales de endurecimiento por las quejas de los intendentes del PJ sobre la «discriminación» en el reparto de fondos nacionales.
Hubo idas y vueltas: queja de los alcaldes, un informe de Interior refutando acusaciones de Nación sobre los manejos de Juan Schiaretti y un pedido de informes en el Senado firmado por Caserio y Pichetto.
Urtubey, este domingo, dará una pista cuando haga su discurso de apertura de sesiones. El salteño es uno de los dos gobernadores, el otro es Alberto Rodríguez Saá, que blanquearon sus aspiraciones presidenciales.(Foto Clarín)