Los acuerdos de Pichetto con Macri que enojaron a los gobernadores
(ADN).- Miguel Ángel Pichetto fracasará este viernes en su intento de mostrarse como el gran articulador del peronismo. La cumbre que organizó en Entre Ríos, pensada para exhibir el eje racional de los gobernadores en contraposición a la intransigencia del kirchnerismo, quedará reducida a un encuentro de un puñado de legisladores nacionales. Este encabezamiento corresponde a una nota que publicó en exclusiva La Política On line (LPO) y que detallamos.
La razón principal del traspié del rionegrino es que ningún gobernador aceptó la invitación, y al parecer ni siquiera el local Gustavo Bordet pasará a saludar. Varios invitados prefirieron mostrarse con Macri en las Cataratas, en un claro mensaje. Ante este escenario, en las últimas horas Pichetto se esforzó por difundir que habrá enviados de Sergio Massa y Florencio Randazzo, aunque ninguno de los dos pondrá la cara para la foto.
Según supo LPO, el desplante tiene que ver con que los gobernadores peronistas están muy enojados con Pichetto por sus últimas jugadas con el Gobierno. Dicen que el rionegrino negoció con el oficialismo con si fuese el dueño de los senadores y que esas negociaciones fueron muy favorables a los intereses de Macri.
La gota que rebalsó el vaso fue el almuerzo donde Pichetto le habría garantizado a Macri el respaldo del bloque del PJ para la aprobación del pliego de Inés Weinberg de Roca como procuradora de la Procuración General de la Nación.
A cambio, como adelantó LPO, Pichetto consiguió que el Gobierno le garantice la Defensoría del Pueblo para Humberto Roggero, un viejo anhelo del rionegrino, y también al procurador penitenciario. Se trata de dos cargos vacantes desde hace casi una década y que corresponden a la oposición, aunque con un proceso de aprobación que requiere un consenso muy complejo.
Además, el senador peronista le habría pedido la mitad de los casi 100 jueces federales que se podrían aprobar en los próximos meses, si es que finalmente se acelera la cobertura de las vacantes.
Todo esto sin el aval de los gobernadores, que no pueden creer que Pichetto no haya negociado lugares claves en el Ministerio Público Fiscal como las procuradurías especiale. Un lugar que pretendían es la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, que investiga las causas de corrupción.
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Algunos caciques provinciales ya estaban molestos porque Pichetto le entregó dos de los lugares más importantes que tiene el bloque de senadores (la presidencia de la Comisión de Acuerdos y el asiento en el Consejo de la Magistratura) a la misma persona, Rodolfo Urtubey. Es que Juan Manuel Urtubey es el principal socio de Pichetto en el rearmado peronista y juega abiertamente a favor de él: también le entregó a su primo Dalmacio Mera la comisión de Asuntos Constitucionales.
Con este panorama, hay varios gobernadores tentados con trabar la aprobación del pliego de Weinberg de Roca, lo que dejaría a Pichetto en un lugar muy incómodo y pondría en evidencia que perdió el control del bloque. De todos modos, todo indica que al final de cuentas el pliego terminará aprobado, sujeto a alguna negociación.
Como sea, la tensión en el bloque empieza a ser cada vez más latente. En una de las últimas reuniones, José Alperovich cruzó feo a Pichetto y le dijo que no pensaba votar nada que no estuviera consensuado con todos los integrantes de la bancada. «Tenés que consensuar más», le reclamó.
El rionegrino le pidió hablar en privado, donde le reprochó que le hablara de mala manera adelante de todo el bloque y le pidió que no le falte el respeto. Alperovich no se achicó y le respondió que si no empezaba a consensuar con ellos, se lo seguirá remarcando.
Otro peso pesado que se desmarcó fue Omar Perotti, uno de los primeros en bajarse de la cumbre en Entre Ríos pese a que Pichetto tenía especial interés en que participe como representante de Santa Fe. El rafaelino ya se le había retobado en la votación de la reforma previsional.
Publicado por LPO