El martes será un día clave para la economía argentina
El martes de la semana próxima será un día clave para la economía argentina. Marcado en rojo en el calendario, el Banco Central enfrentará el 15 de mayo un megavencimiento de letras en pesos que pondrá a prueba la confianza del mercado y las expectativas de los inversores con respecto al rumbo económico.
Los números de la operación son contundentes. En un solo día deben renovarse Lebacs por $671.875 millones, una cifra que equivale a US$28.313 millones al tipo de cambio actual. Se trata, además, del 52,5% del stock total de estas letras emitidas por el Central, que superan el $1,16 billón (más de un millón de millones).
Según los analistas, la licitación representa un desafío en medio de la actual corrida contra el peso, que solo esta semana se depreció un 6,5%, porque su resultado puede impactar directamente sobre el mercado cambiario por una mayor demanda de dólares de inversores que decidan abandonar estas letras. El efecto directo de un movimiento de ese tipo sería una mayor depreciación.
«Es el peor de los mundos para la licitación del martes, porque parecería que no hubiera tasa que desaliente la dolarización», dijo a LA NACION Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones. «En este momento hay muchos individuos y empresas que desarman posiciones en FCI (fondos comunes de inversión) y van al dólar, obligando a los FCI a vender Lebac a estas tasas y presionando a la divisa», añade.
En este sentido, el cambio de estrategia del BCRA, que desde el 27 de abril dispuso tres subas en la tasa de interés de referencia (pasó del 27,25% al 40% actual) y convalidó retornos superiores al 45% para las letras más cortas en el mercado secundario buscan fortalecer la demanda de pesos y hacer más tentador el premio de mantener inversiones en moneda local, en un escenario en el cual la demanda de dólares por parte de ahorristas minoristas, empresas e inversores institucionales no cede.
«El riesgo es, claramente, que no sea así, que la renovación sea muy baja y se inyecte una cantidad de pesos importante al sistema que pueda ir a dólar», explica el analista.
En este escenario, fuentes que siguen de cerca las operaciones financieras en la plaza local especulan con la posibilidad de que el Gobierno y el BCRA, anticipando los riesgos que implicaría una renovación parcial del stock, abran diálogos con inversores institucionales (bancos, fondos de inversión, aseguradoras, mutuales, etcétera) para instarlos a permanecer en pesos. «Podrían ser invitados ‘cordialmente’ a renovar», explica un experimentado analista financiero, desde el off the record.
El BCRA, a su vez, se mostró activo en los últimos días, recomprando en el secundario Lebacs de próximo vencimiento (mayo y junio), por montos que rondarían los $30.000 millones, para intentar reducir los montos a renovar.
Según Martín Kalos, economista de EPyCA consultores, el resultado de la licitación de Lebacs está atada a la debilitada credibilidad del plan económico del Gobierno: «En estos dos años y medio, se puso la inflación en el centro de la política económica, a la política monetaria en el centro de la política antiinflacionaria y a las Lebac en el centro de ese esquema, y lo que estamos viendo en estos días es una crisis de credibilidad».
«Al día de hoy, muchos de los inversores que estaban colocados en pesos hace algunas semanas ya se fueron», añade el economista sobre una sangría que se disparó, entre otros factores, por la entrada en vigencia a fines de abril de la renta financiera para residentes extranjeros, que a su vez motivó la venta de reservas récord por parte del BCRA para evitar, sin éxito, un salto en el tipo de cambio.
«Las tasas que hay en el secundario hoy deberían ser las tasas a las cuales quienes hoy están en pesos se mantengan, si consideran que la perspectiva es que el Gobierno podrá estabilizar la situación. Si quien está en pesos no renueva, significa que no hay confianza en la capacidad de contener la corrida cambiaria y sería grave, porque sabemos que las crisis de confianza suelen convertirse en profecías autocumplidas», añadió.
La evolución de las tasas, a su vez, condicionará la evolución de la actividad económica, en tanto que de mantenerse altas, se encarece el crédito y el costo del financiamiento para empresas. «Este nivel de tasas claramente es insostenible para el BCRA en su meta de sanear el balance en el mediano plazo. Lo que tenía que hacer es cortar la sangría del dólar con nuevas medidas, para traer cierta paz cambiaria el lunes y martes y pasar la licitación de manera más confortable», concluyó Martínez Burzaco.
(Fuente: La Nación)