El macrismo acorrala a Pichetto entre el Senado y la Justicia
(ADN).- En una nota de Damián Nabot, publicada ayer en La Nación y titulada «Pichetto contra el maleficio de la Reina de la Nieve», se refiere a los problemas que podría enfrentar el senador Miguel Pichetto, en la bancada de la Cámara Alta, al perder el voto de la senadora Silvina García Larraburu, al retirarse del interbloque Federal y mudarse junto a Cristina Fernández y que generó perder su influencia en el Poder Judicial de la Nación.
Publica el diario de la capital federal, que a raíz de esta situación: «Si no consigue sumar un miembro a la bancada, Pichetto perderá a un representante en el Consejo de la Magistratura. Y no son tiempos para perder influencia en la Justicia, menos con un hijo complicado con las investigaciones en torno al manejo de los fondos del Anses».
Indica la nota que cuando Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada y Pichetto alejó a los kirchneristas de la bancada para dialogar y negociar a sus anchas con el nuevo Gobierno, la doble fidelidad de Larraburu entró en crisis. La senadora debía elegir entre seguir al jefe político provincial o a su referente política. En los primeros días de abril, Larraburu le transmitió a Pichetto que dejaba la bancada y se iba con la senadora Cristina Kirchner.
Y Explica: En 1986, cuando Silvina García Larraburu fue coronada con apenas 17 años Reina de la Nieve, entre aplausos y bajo el cielo de Bariloche; al otro lado de la provincia de Río Negro, un joven de nombre Miguel Angel Pichetto daba sus primeros pasos de su carrera política como intendente de Sierra Grande. A Pichetto nunca se le ocurrió que aquella adolescente rubia de sonrisa ligera que reproducían las imágenes de la Fiesta de la Nieve podía en el futuro convertirse en un obstáculo para extender su influencia en el Poder Judicial de la Nación.
El salto generó efectos colaterales. El bloque justicialista perdió solo una legisladora, pero la política sigue leyes distintas a la aritmética. La partida de Larraburu hizo que el interbloque Argentina Federal que preside Pichetto se redujera a 24 integrantes y permitió que Cambiemos avanzara al primer lugar del podio, al convertirse en la primera minoría con 25 senadores. La modificación en el Senado tuvo una réplica tectónica en el Consejo de la Magistratura, la usina donde se definen el ascenso y la caída de los jueces, y donde el PJ cuenta con dos miembros gracias a que su condición de primera minoría, al menos antes del maleficio de la Reina de la Nieve.
La caída al segundo puesto del bloque de senadores justicialistas se extendió entre los comentarios del Consejo de la Magistratura. Las miradas recaen en el senador Rodolfo Urtubey. En tiempos de penurias financieras, el macrismo se embriagó de entusiasmo frente a la posibilidad de sumar un consejero y consolidar su ascendencia judicial. Sin mayoría, el macrismo logró con la amenaza de investigaciones en el Consejo el apartamiento de los jueces Norberto Oyarbide, Eduardo Freiler, Carlos Rozanski, Eduardo Farah y Jorge Ballestero. El miedo a perder una jubilación resultó un depurador más poderoso de lo pensado.
Las tratativas surgen cuando la jefatura de Pichetto navega sacudida por los vientos de un peronismo envalentonado pero fragmentado. La debilidad del Gobierno como consecuencia de la crisis financiera devolvió a los gobernadores del PJ las ansias del regreso. Pero cuando cuando deja la Casa Rosada, el peronismo suele volver a transformarse en un conglomerado de múltiples cabezas e intereses parciales. Se vio en las dificultades que tuvo el bloque para reunir las firmas para el dictamen del proyecto opositor para fijar un techo a las tarifas de servicios públicos. Sólo el poder lo ordena.
Pero Pichetto tiene todavía tiempo para conseguir un senador antes de diciembre, cuando concluyen los mandatos de los consejeros, y recuperar el primer lugar. Para lograrlo retomó conversaciones con Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero, antecesor y sucesor en el cargo de su esposa Claudia Ledesma Abdala. Los tres senadores santiagueños habían estado cerca de sumarse a la bancada cuando Pichetto se quitó el lastre del kirchnerismo. Pero no hubo acuerdo. Ahora requiere que Zamora le ceda al menos un senador. Nada es gratis. (Foto La Nación)