Día del Periodista, «pocos motivos para festejar»
(ADN).- Bajo el título «con pocos motivos para festejar, pero seguros de reivindicar la profesión» el Sindicato de Trabajadores de Prensa de Viedma, se refirió a la celebración del Día del Pertiodista y al momento que transita la actividad.
«Miles de compañeros en todo el país han perdido sus fuentes de trabajo y nuestro sector es uno de los más golpeados por esta crisis económica, social e institucional.
No es esta la forma que hubiésemos querido iniciar la reflexión por el Día del Periodista, pero no somos capaces de ocultar la realidad; por el contrario, la denunciamos.
Insistimos, como los venimos haciendo desde que asumimos la conducción, que en este contexto de crisis global, los periodistas en particular y los trabajadores de prensa en general, no son la excepción a la regla.
Lamentablemente, por las políticas emanadas desde los gobiernos de turno que no tienen por objetivo dignificar la acción de los trabajadores, fueron miles de puestos de trabajo que nuestro sector ha perdido, y Viedma no ha sido tampoco la excepción.
Este 7 de junio nos encuentra con pocos motivos para festejar, con una paritaria del año 2017 inconclusa por la negativa de los empresarios de reconocer el desfajase inflacionario que informaron los organismos oficiales, y por pretender para este 2018 un magro 15 por ciento de aumento, cuando el nivel inflacionario ya superó ampliamente ese porcentaje.
Pero la situación es más grave aún. Vemos hoy un desprecio por la vocación y por la formación que muchos de nuestros compañeros tienen, con capacidades más que suficientes para llevar a cabo la agraciada y difícil tarea de informar y de contribuir a la formación de ciudadanos críticos.
Prueba de ello es la importante labor que las universidades vienen realizando, en pos de lograr tener comunicadores curiosos, creativos y críticos; sin embargo, ese no es el objetivo de las empresas de medios, que aprovechan la necesidad de trabajo para mantener mano de obra barata, sin respetar capacidades y mucho menos los convenios colectivos.
Las redacciones siguen vaciándose, a consecuencia de la digitalización de la información que genera, muy a pesar nuestro, cada vez menos mano de obra, y el aprovechamiento obsecuente que las empresas hacen de esta situación.
Y los pocos que quedan, sufren los constantes atrasos salariales, los interminables pagos de los aguinaldos, a veces en cheques y cómodas cuotas, el incumplimiento de las cargas sociales, y el no pago de adicionales u horas extras; entre tantas irregularidades.
La precariedad que venimos sufriendo los trabajadores de prensa ha alcanzado niveles pocas veces visto. Ahora, para poder acceder a una función remunerada, la mayoría con salarios en negro, el trabajador debe aportar sus propias herramientas como computadoras, celulares y cámaras de fotos.
En estas empresas virtuales, sin un espacio físico propio, las mujeres y los hombres de prensa asumen variados roles, de investigador, redactor, diagramador y de fotógrafo; y hasta de vendedor de publicidad, con un solo sueldo, que no respeta siquiera lo que establecen los convenios colectivos.
La multitarea se observa tanto en las empresas privadas como en el propio Estado, hecho que no vamos a dejar de denunciar, continuando además con nuestro objetivo de lograr un tratamiento especifico para quienes cumplen roles de prensa en los organismos oficiales.
Son pocos los motivos para festejar, pero es firme la fortaleza de seguir en la lucha por la reivindicación de los derechos de todas y todos los trabajadores de prensa.
Somos conscientes, que solo con la lucha, alcanzaremos el objetivo de revertir este complejo panorama y los derechos que a la fecha siguen siendo cercenados, como el plus por zona desfavorable negado por la cámara que concentra a los poderosos empresarios de medios.
Seguimos emprendiendo y acompañando la lucha, y seguiremos también haciendo periodismo, como aporte fundamental para la consolidación de la democracia, con la seguridad que en cada acción estaremos siempre reivindicando esta profesión».