Malas noticias. ADN
La semana que cierra estuvo cargada de malas noticias para la Casa de Gobierno. La primera llegó en formato de encuestas, que siguen mostrando la preferencia del electorado rionegrino por Martín Soria. Después, la administración provincial se anotició del armado de un frente sindical entre la CGT y las dos CTA para encarar las paritarias y anunciaron un paro para el 28. Por último, el oficialismo observó azorado la cumbre patagónica opositora al macrismo, que señaló a Juntos como parte de ese espacio que promueve el ajuste en Río Negro.
Alberto Weretilneck, que había comenzado a esgrimir un tenue discurso opositor a la Casa Rosada, viró fuerte. Los sondeos de opinión que le acercó su gurú Fernando Miodosky (ECO Consultores) lo pusieron en alerta: su adversario sigue liderando las encuestas y el Frente para la Victoria está ganando -si las elecciones fueran hoy- hasta en Cipolletti. Éste dato lo descoló. Por eso llamó a otros encuestadores locales para entrecruzar números, y todos coincidieron a grandes rasgos. ¿La solución? Aliarse a Cambiemos, le dijeron.
Por eso tuvo que virar de discurso. Sabe que el Presidente no tiene buena aceptación en la provincia, pero podría separar (como lo ha dicho en varias oportunidades) las elecciones y hacer un planteo netamente local. También sabe que esa alianza es bienvenida en el macrismo.
Weretilneck salió a criticar a Martín Soria y colocarlo en el kirchnerismo, «el de los cuadernos y de los bolsos de la corrupción con el dinero de los argentinos”, escribió en su cuenta de Twitter para arrastrar al roquense al barro. Pero es una jugada de doble filo, porque esas declaraciones no lo redimen de su pasado aliado a Cristina Fernández de Kirchner. De todos modos, sabe que en un sector de la población podrá impactar.
El tuit del gobernador se disparó después de las declaraciones de Soria en la cumbre de Bariloche, cuando expresó que «son todos bienvenidos» pero puso límites cuando se lo consultó si ese diálogo estaba abierto para el gobernador también: “No tengo nada que hablar con Macri y Weretilneck. Son los responsables de las políticas de ajuste que hundieron el país en una situación desesperante”.
La cumbre, que ya tiene fecha para un nuevo encuentro, fue el puntapié inicial para formar un bloque patagónico, tal cuál planteó el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni. Y catapulta a Soria a un liderazgo regional. Hasta Bariloche llegaron los vicegobernadores de Neuquén, Rolando Figueroa y de Santa Cruz, Pablo González, y el intendente de Usuahia, Walter Vuoto.
Para colmo, ATE -el gremio «elegido» por el gobernador- mostró los dientes. Después de lograr su ingreso a la Mesa de la Función Pública, emprendió su embate contra la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, puso a los trabajadores de los registros civiles a protestar y será parte del frente sindical que convocó a un paro el 28 de agosto.
Los gremios, UPCN incluído, planean también marchas y otras acciones. Además de los estatales integran el nuevo conglomerado: SITRAJUR, UOCRA, UnTER, Comercio, Bancarios, Camioneros y Gastronómicos, entre otros.
El gobierno convocó a docentes y estatales para el 16 a paritarias, para tratar de ponerse de acuerdo en un posible aumento salarial. Los gremios piden que el porcentaje no sea menor al de la inflación. La administración provincial ya avisó que no llegará a tanto.
Esa diferencia se pedirá en la calle. Los sindicatos tienen además, el contexto nacional para endurecer su lucha. Se unirán gremios de organismos y universidades nacionales, jubilados y pequeños y medianos comerciantes que sufren despidos, achique y cierre.
La economía nacional no da buenas noticias. Después del escándalo de los cuadernos, se desplomaron las acciones de las empresas líderes del país, cuyos empresarios estuvieron y están detenidos. En sus informes, los bancos extranjeros desalientan invertir en Argentina y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne ahora pateó el nacimiento de los brotes verdes para el segundo semestre, pero de 2019.
En ese contexto, la provincia tiene que negociar con Nación el ajuste que acordó con el FMI de 300.000 millones de pesos. Una misión del Fondo llega al país y la primera meta podría no cumplirse ya que la inflación proyectada es mayor a la esperada por la Casa Rosada. Eso implica que el achique tendrá que ser menos gradual.
Así y todo, al gobierno no le quedan muchas chances de mantenerse en el poder si no es en alianza, al menos eso dicen los consultores. Tampoco es garantía de triunfo, pero sí de una contienda más equitativa.
No solo Martín Soria lidera las encuestas, sino que también el Presidente aumenta su imagen negativa y el único candidato de Juntos que asoma con chances es el vicegobernador Pedro Pesatti, un candidato que Weretilneck no quiere, por eso impulsa a su ministro de Salud, Fabián Zgaib.
«No solo no me bajo, sino que voy a ser gobernador» reitera Pesatti para poner incertidumbre en la definición del oficialismo. ¿Está descartada la re-reelección? El gobernador sigue teniendo altos índices de popularidad en la provincia. Ése es el único dato gratificante que le aportaron las encuestas esta semana.
Pero Weretilneck y el círculo rojo piensan estrategias para no perder. Se vuelve a estudiar el balotaje, las PASO con Cambiemos y la fecha de elecciones: separadas o juntas con las nacionales.
Otro dato alentó al gobernador: el lanzamiento de Miguel Pichetto como candidato a presidente por el Peronismo Federal. Eso implicaría que el espacio tenga un candidato a gobernador (¿Ariel Rivero?) en la provincia y dividir así los votos del PJ.
Pero el lanzamiento de Pichetto tuvo gusto a poco. Ninguno de los popes nacionales se acercó. Ni Juan Manuel Urtubey, ni Sergio Massa, ni ningún gobernador de peso. Tampoco dirigentes justicialistas rionegrinos: solo Rivero, Javier Iud y Roberto Vargas.
Es cierto que aún falta mucho y todavía no hay definiciones. En Cambiemos tienen que finalizar las intervenciones del PRO y la CC-ARI y el radicalismo pasar su interna. En Juntos no hay candidatos. Y el gobierno no fijó la fecha de elecciones.
Pero ambos sectores (aunque algunos dirigentes a regañadientes) piensan en la unificación. Una señal fue que a las críticas de Weretilneck a Soria por su kirchnerismo se le sumó Juan Martín que dijo a «Bariloche solo faltaron De Vido y Bouduo», lo mismo que escribió en su cuenta de Twitter el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo.
A la Casa Rosada le gusta la idea de emparentar a los k con la corrupción, aunque el escándolo de los cuadernos alcanza también al primero de Macri, Angelo Calcaterra.
Si ocurre esa alianza…¿ habrá rupturas? Desde el pesatismo aseguran que la mayoría de Juntos no comulga con la idea de ir con el macrismo.
Lo cierto es que antes ocurrirán cosas. El legislador Ricardo Arroyo sigue reclamando su bloque y anunció que denunciará a funcionarios y legisladores por beneficiarse (a través de emprendimientos privados) con medidas gubernamentales y leyes. «En Río Negro también nos gobiernan los CEO´s» dijo en referencia a la «incompatibilidades» de ministros nacionales.
Mientras esto ocurre en el plano político, está pendiente el esclarecimiento del asesinato (previamente secuestrado durante 26 días) del policía Lucas Muñoz en Bariloche.