Paro provincial: Multitudinaria marcha contra el ajuste
(ADN).- Unas 13 mil personas marcharon por Viedma en contra del ajuste. El centro de las críticas fueron el presidente Mauricio Macri y el gobernador Alberto Weretilneck. Estatales, docentes, obreros, universitarios, jubilados, comerciantes, legislativos, judiciales, empleados y trabajadores del sector privado, dirigentes de base y políticos protestaron en el marco del paro provincial decretado por la CGT, las dos CTA y la CTEP.
La concentración tuvo dos puntos de partida desde las rotondas circundantes de la capital provincial y conflueron en la intersección de Caseros y el boulevard Sussini. La marcha prosiguió por el centro de la ciudad y culminó en la plaza San Martín donde los dirigentes leyeron un documento conjunto y cada líder de las centrales obreras emitió un discurso, planteando «la unidad sindical para enfrentar las políticas económicas que afectan a los sectores más vulnerables».
Desde el inicio se notó la magnitud de la concentración que superó todas las expectativas y dejó un contundente mensaje al gobierno provincial que militó en contra de la unidad gremial. Pero lejos de lo que imaginaron en Casa de Gobierno, las columnas más nutridas fueron las de ATE y UnTER, dos gremios de buen diálogo con la gestión Weretilneck.
«Les demostramos que quienes nos criticaron que estamos movilizados y a nosotros no nos compra nadie» le dijo eufórico Rodolfo Aguiar a esta agencia. No era para menos, la columna verde fue multitudinaria. Tampoco fue el único mensaje a la UPCN que adhirió al pero pero no movilizó.
El líder de la CTA Autónoma -ya en el escenario- criticó el «ajuste insoportable al que nos somete el gobierno de Macri» y dijo que las políticas neoliberales producen «pérdida de empleos estatales y privados» no solo en la Argentina, sino también en América Latina.
Asegó que hubo «un alto acatamiento al paro provincial» y que su «contundencia es un mensaje al gobierno provincial en el marco de la discusión paritaria». «No estamos dispuestos en Río Negro a perder poder adquisitivo. Sr. Weretilneck busque la plata que nos falta a los trabajadores en la industria petrolera y minera» exhortó.
Y aseguró -en referencia al consejo del Presidente de caminar para buscar precios- que «vamos a caminar pero para movilizarnos y recuperar en 2019 el poder con un gobierno al servicio de los trabajadores».
A su turno, el titular de la UOCRA (que aporto una de las columnas nutridas), Damián Miller, denunció: «perdemos el empleo por la paralización de la obra pública». Se quejó porque el gobierno nacional «quita los recursos para el crecimiento del pueblo». Y conminó a «Macri y a Weretilneck que cambien las políticas de ajuste».
«En la Patagonia se generan los recursos y le pedimos al gobernador que los defienda. No queremos más compañeros con los ojos llenos de lagrimas pidiendo ayuda para pagar las cuentas y poder comer», expresó.
Fuimos pacientes, pero ahora decimos basta, que la plata ahora la pongan los que cosechan dólares
A quienes hoy no están, mañana los esperamos
La dirigencia de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) aseguró que «estamos cansados de ver cómo el gobierno nacional nos ajusta cada vez más y el gobernador no se hace cargo de los problemas de la provincia». Aseguró que «los pobres pagamos los platos rotos» y exigió: «queremos techo, tierra y trabajo».
Por su parte, el líder de la CTA de los Trabajadores, Jorge Molina, expresó que «hoy todos los trabajadores estamos en la calle marchando juntos para decirle no al macrismo y al ajuste de Weretilneck». «Este es un gobierno de la oligarquía -aseguró-, que si pudieran borrar de un plumazo los derechos adquiridos y retrotraer el tiempo a 1940 lo haría».
«Fuimos la resistencia ala dictadura, al menemismo y ahora somos la del macrismo» dijo, y vaticinó que «en 2019 vamos a volver a tener un gobierno nacional y popular con justicia social».
Y denunció que «el ajuste de Macri fue posible a la complicidad de los gobernadores. Weretilneck apoyo las medidas más perjudiciales para los trabajadores. Ahora quieren destruir el sistema jubilatorio a cambio (especuló) de una senaduría».
«Le decimos a Weretilneck que no va a haber paz social» advirtió.
Gabriel Garnica, jefe de la CGT Atlántica remarcó que «lo que creíamos que era una utopía, hoy es una realidad. Los dirigentes nos juntamos para pedir educación, salud, trabajo y jubilaciones para todos». «Al gobernador le decimos que no aplique el ajuste, se lo decimos también a los diputados y senadores e iremos por ellos también», avisó. Y aseguró que «seguiremos en la calle, en la lucha».
Los jubilados se manifestaron en contra de la quita de la zona austral, el recorte en las jubilaciones y de los beneficios en remedios del PAMI. También criticaron el recorte en políticas para las personas con discapacidad.
Por último, la Asamblea Interuniversitaria leyó un documento conjunto en el que, entre otras cosas, aseguró que «la educación no se negocia», pidió por mejores salarios docentes, se expresó en contra de la eliminación de las becas para estudiantes y el recorte a la investigación científica.
«No es una casualidad, es un plan sistemático» indicaron, «porque no quieren que los hijos de los trabajadores accedan a la Universidad y evitar así el ascenso social de un sector al que quieren sometido y sin derechos». «Los pobres no somos un gasto innecesario» aseveraron y confirmaron que hay 57 universidades «paralizadas» y en lucha.
Al finalizar los discursos, se leyó un extenso documento conjunto en el que se expresó que «son tiempos de lucha y movilización», y se enumeraron la infinidad de políticas de ajuste del gobierno nacional, se criticó el acuerdo con el FMI y se hizo foco sobre el gobierno provincial para que alce su voz. Y advirtieron que si eso no sucede, los reclamos serán más contundentes.