Denuncian secuestro y tortura a una maestra en Moreno
(ADN).- «Esperamos el máximo repudio de las autoridades provinciales y nacionales y los hacemos responsables de lo que le ocurra a un docente, auxiliar, alumno o padre de la comunidad educativa por estar reclamando», demandó el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, en la conferencia de urgencia ofrecida anoche por el secuestro y tortura sufrida por la docente del CEC 801 de Moreno Corina De Bonis.
«Moreno es una zona liberada para hacer cualquier cosa, no se trata de hechos inconexos hay un seguimiento en cada escuela de se abre una olla popular», agregó la titular de Suteba-Moreno, Mariana Cataño, y denunció que otras dos docentes del distrito recibieron amenazas directas, que fueron presentadas ante la Justicia. Mañana se realizará una movilización de toda la comunidad educativa en el municipio del oeste del conurbano bonaerense.
De Bonis fue seguida por un automóvil poco después de las 17, cuando salía del CEC 801, donde junto a otros docentes y madres y padres de la comunidad educativa habían realizado una ollar popular para denunciar la emergencia del servicio de alimentos escolar que viven en Moreno desde hace 40 días, tras el cierre de todas las instituciones educativos por la explosión ocurrida en la escuela 49, que le costó la vida a la vicedirectora Sandra Calamao y el auxiliar Rubén Rodríguez.
Luego de seguirla algunas cuadras, dos hombres descendieron del auto, le dieron una piña en el estómago a Corina y la obligaron a subirse. Dentro del auto, la volvieron a golpear, le colocaron una bolsa en la cabeza y le escribieron con un punzón en la panza «Ollas no». «Después le advirtieron: El que avisa no traiciona», concluyó el relato Baradel, acompañado por la titular de Ctera, Sonia Aleso, y representantes del CELS y otros organismos de derechos humanos, que acompañaran al gremio en la denuncia.
Baradel detalló que el ataque contra De Bonis no se trata de un hecho aislado en la localidad más golpeada por la crisis de infraestructura escolar. En el CEC 801 hace dos semanas se realizaban ollas populares para cubrir el plato de comida que le faltaba a los chicos y chicas del barrio por el cierre de la escuela y «evidentemente puso nervioso a algunos que están reñidos con la democracia», apuntó el titular de Suteba.
La primera amenaza llegó hace una semana con el mensaje «Basta de hacer política, den clases», impreso en volantes y replicado en pintadas de varios edificios escolares del distrito. «Esta frase la escuchamos en boca de más de un funcionario del Gobierno», advirtió Baradel y les recordó que «tienen responsabilidades porque hay gente dispuesta de ir más allá». La segunda amenaza llegó con una serie de volantes que advertía: «La próxima olla popular la van a hacer en Güemes y Roldán», el cruce de calles donde se ubica el cementerio de Moreno.
«Vivimos en una democracia, no en una dictadura. Están convirtiendo a la Argentina en un Estado de excepción», sentenció el titular de Suteba y se dirigió directamente a las autoridades del gobierno nacional y provincial para «responsabilizarlos por lo que le pase a cualquier docente, auxiliar, alumno o padre que esté reclamando». En ese sentido, Baradel informó que tras conocerse el hecho se comunicó personalmente con el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y el titular de la Dirección General de Cultura y Educación, Gabriel Sánchez Zinny.
Por su parte, la titular de Suteba-Moreno denunció también amenazas que recibieron la directoria del CEC 801, Leila Revilla, y la docente de la escuela primaria 39, Luján Abad Chas. «Les están haciendo un seguimiento», denunció Cataño, al precisar que el auto que siguió a De Bonis sabía hacia dónde se dirigía para volver a su casa, que a la directora la llamaron telefónicamente, mientras que a Abad Chas la amenazaron en su domicilio.
La gremialista también denunció que se tomaron fotografías durante la realización de las ollas populares en las puertas de la escuelas y se amenazó a las madres que participaron. Además, indicó que los volantes y las consignas de las pintadas fueron las mismas en escuelas muy distantes dentro del distrito. «Moreno es una zona liberada para hacer cualquier cosa», advirtió Cataño y lamentó que ocurra para frenar las ollas populares que «garantizaron hasta 200 raciones de comida por día, que visibilizan que a 40 días de la muerte de los compañeros Sandra y Rubén no hay nada resuelto».
El gremio radicó la denuncia en la Fiscalía 5 de Moreno.