El nuevo ajuste suma otros 100.000 millones de pesos
El ajuste adicional que el gobierno nacional presentará pasado mañana será de al menos 100.000 millones de pesos. Así, la cuenta total del recorte para el año próximo alcanzaría los 400.000 millones, lo que llevará el déficit fiscal al 0,4 por ciento, un número sustancialmente inferior al 1,3% que se acordó con el FMI .
La administración nacional absorberá el ajuste agregado, con lo que el Gobierno se prepara para reducir el rojo en sus cuentas en 300.000 millones. Los otros 100.000 millones son los que tendrán que asumir las provincias, negociación que, según la Casa Rosada, se encuentra encaminada. Ayer, los mercados siguieron inestables, pero el dólar bajó a 38 pesos.
Con la nueva meta de déficit fiscal el Gobierno busca conformar al FMI en medio de la renegociación del acuerdo que suscribió en junio por 50.000 millones de dólares y responder al principal requerimiento de los mercados, tras una semana de histeria cambiaria: acelerar el ajuste. El ministro Nicolás Dujovne viajará a Washington pasado mañana para presentarle la hoja de ruta a Christine Lagarde .
Si bien el recorte será superior al previsto, lo cierto es que buena parte del ajuste ya se licuó porque en lo que va del año el tipo de cambio subió más del 100% y eso ayudó a bajar la deuda.
Después de atravesar una de las semanas más difíciles desde que asumió, el presidente Mauricio Macri informó el miércoles último que le solicitó al Fondo que le adelante los dólares necesarios para cumplir con el programa financiero hasta el final del mandato: 21.000 millones de dólares para cerrar los números de este año -ya recibió 15.000 millones y en los últimos días solicitó una partida de 3000- y otros 29.000 millones para el próximo. Una medida con la que intentó llevar calma a los mercados, que, sin embargo, reaccionaron con escepticismo.
Bajo un fuerte hermetismo, el Presidente trabajó ayer todo el día sobre una batería de medidas para alcanzar la nueva cifra junto con el ministro Dujovne -el responsable de comunicar el plan, pasado mañana-; el jefe de Gabinete, Marcos Peña ; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. En la quinta de Olivos, también se vio al asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba.
Una de las decisiones que anunciará el titular del Palacio de Hacienda es la suspensión de la baja de las retenciones a la soja. El Gobierno viene reduciéndolas un 0,5% por mes y desde hoy tendría que estar en una tasa del 25,5%, pero esa baja no se aplicaría. También está en evaluación reimplantar derechos de exportación al trigo y al maíz, eliminados en diciembre de 2015, uno de los primeros gestos de Macri hacia el campo.
Si bien Macri se comprometió ante los productores agropecuarios a no tocar la baja de las retenciones, el nuevo contexto económico y la fuerte suba del dólar -después de la devaluación récord de anteayer, en que la divisa norteamericana aumentó más de 5 pesos y llegó a 39,77, ayer cerró a 38-, que generan un beneficio directo para el sector, terminaron por convencerlo.
Dujovne fue claro anteayer con respecto a de dónde saldrá la plata que hace falta recortar. En su segunda conferencia de prensa en la Casa Rosada, anteayer, el ministro anticipó que habrá «medidas del lado del gasto y vamos a estar trabajando algunas medidas del lado del ingreso».
En busca del equilibrio fiscal
En el camino para alcanzar el equilibrio fiscal, hoy la única obsesión de Macri y de sus principales asesores, también evalúan un freno en la obra pública y la demora en la implementación de algunas disposiciones de la reforma tributaria.
El nuevo escenario fue una consecuencia de la aceleración de la crisis económica. Cercado, el Gobierno necesita tomar medidas más severas para lograr la renegociación del acuerdo con el organismo multilateral de crédito, que ya adelantó su intención de avanzar con un nuevo programa, según destacó su directora gerente, Christine Lagarde, y así hacerse de los dólares necesarios para generar confianza en los mercados.
Después de tres días de histeria cambiaria, en el Gobierno ayer respiraron aliviados. Pero la tensión continúa. La evaluación que hicieron cerca del Presidente fue que los mercados les dieron «aire» para ver qué medidas tomarán el lunes. Igualmente, no son pocos en el Gobierno los que creen que la divisa norteamericana podría haber llegado a un número de referencia.
La duda que se instaló en la cúpula del Poder Ejecutivo es si alcanza con las medidas financieras o si hace falta una cirugía mayor en el gabinete. Hasta ayer Macri estaba dispuesto a resistir lo que creía un pedido desmedido de «la política y del círculo rojo». En principio, no entregará a ningún soldado y mucho menos a Peña, su mano derecha. Pero la velocidad que tomó la crisis en los últimos días provocó un fuerte desgaste del tridente que componen el ministro coordinador, Quintana y Lopetegui.
Por lo pronto, ayer hubo reparto de reproches por los cruces del día anterior en la reunión anual del Consejo de las Américas. Las diferencias dentro del Gobierno quedaron expuestas y eso generó tensión. A varios sorprendió la distancia entre los discursos de Peña y Frigerio, aunque desde ambas trincheras negaron problemas.
Hoy, mientras tanto, continuará el trabajo. Peña, Dujovne, Lopetegui y Quintana son algunos de los que fueron citados a la quinta presidencial de Olivos para seguir puliendo los detalles de la batería de medidas que se presentarán el lunes en el Palacio de Hacienda.
«Vamos a dormir todos acá», ironizó, entre risas, uno de los asesores del equipo económico.
(Fuente: La Nación)