Según los gremios, la inflación en septiembre fue de 6,7%
(ADN).- El costo de vida de los argentinos asalariados se disparó un 6,7% mensual en septiembre y acumuló un alza del 40,4% en los últimos doce meses, por lo que la inflación de 2018 será la más alta desde 1991. Sólo en lo que va del año, la suba de precios alcanzó el 32,2%, indicó el estudio del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), que refleja el incremento de precios y el impacto específico en los trabajadores registrados.
Las proyecciones del IET indican que la inflación de 2018 será la más alta desde 1991, cuando el país salía de un proceso de hiperinflación que duró quince años. En 2002, en plena mega crisis económica, la inflación fue del 41%, con alza del 74,9% en alimentos.
El IET, con apoyo logístico de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y respaldo de 45 gremios de la CGT y la CTA, indicó que la pérdida de poder adquisitivo de los salarios es del 14,7% desde noviembre de 2015, la caída más profunda desde 2002.
La inflación anual fue del 43,8% para los asalariados con menores ingresos y del 38,1% para los que registran mejores salarios. Esto demuestra que la crisis de precios sigue apoyada sobre quienes destinan un porcentaje mayor de sus ingresos de los mismos a servicios públicos y alimentos, es decir, los más humildes.
Incluso, desde noviembre de 2015 cuando el IET empezó a realizar este informe, la inflación acumulada del decil uno (los que tienen menores ingresos) fue 33 puntos más alta que la del decil 10.
Los alimentos subieron 7,5% en septiembre, con subas mayores al 10% en aceites y cereales. Y sólo con la excepción de “vivienda”, todos los capítulos del IPC subieron por encima del 3% en septiembre.
Nicolás Trotta, rector de la UMET, afirmó que estos números no son opiniones críticas a un Gobierno sino resultados claros de una política económica que está direccionada en un sentido por una decisión política.
“Aquí mostramos estudios académicos, estadísticas con una metodología clara, transparente y certera, que indica que los resultados macro y microeconómicos son desastrosos y deben ser tenidos en cuenta por el Gobierno para modificar el rumbo”, expresó Trotta.
Según el rector de la UMET, “el país se dirige a la destrucción del mercado interno por la vía de la licuación salarial. Y sin mercado interno quebrarán cientos de miles de pymes que hoy generan más del 70% del empleo. Es una rueda viciosa en la que se ha ingresado y si no se sale a tiempo, la crisis económica y social será brutal”.
Héctor Daer, uno de los secretarios generales de la CGT, afirmó que “los alarmantes datos relevados por la UMET en su nuevo informe estadístico dan cuenta de un fracaso ineludible de la política económica actual”.
“Los trabajadores sufrieron en septiembre la misma inflación que el acumulado del primer trimestre del año. Son aumentos imposibles de afrontar para millones de personas”, dijo el líder cegetista.
Víctor Santa María, secretario de Estadística de la CGT, expresó su preocupación porque la situación económica ya no sólo impide cubrir los gastos de las canastas sino que está generando una sangría de empleos, incluso en sectores que parecían haberse consolidado en la década pasada.
“Esta crisis le está pegando muy fuerte a todo el arco laboral. Los trabajadores temen, día a día, perder sus fuentes de ingresos con los que sostienen a sus familias. Y esto se está dando. El propio INDEC reconoció el aumento de la desocupación. Eso, con alta inflación, es un combo letal”, dijo.
Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores, sostuvo que una inflación del 6,7% en un mes “demuestra claramente que los asalariados son los que están sometidos, de manera brutal, a la lógica del ajuste. Esto es un retroceso inimaginable”.
“Esto explica por qué la mayoría de los trabajadores de la Argentina hoy se encuentra debajo de la línea de la pobreza. Por eso se reclama la reapertura de las paritarias”, agregó Yasky y añadió que el paro general de la semana pasada fue un verdadero plebiscito con el que se reclamó “un cambio de rumbo en la política económica”.