San Luis, La Rioja y Río Negro estudian el fallo de la Corte
(Pablo Ibañez, para Clarín).- El fallo unánime de la Corte Suprema que validó la ley de Lemas en Santa Cruz expande su efecto más allá de las particular atmósfera política que los Kirchner, vía Néstor y Alicia, y con algunos delegados, gobiernan desde 1991.
El revés de Eduardo Costa, el candidato de la UCR y el macrismo en 2015, anima algunas suspicacias y presenta fuera de la campiña patagónica ganadores y perdedores.
Un primer dato, citado con suspicacia en la Corte, es el voto unánime que incluyó, claro, al presidente Carlos Rosenkrantz. Cuando se armó la agenda de temas para diciembre y el titular del cuerpo aceptó incluir el expediente de la Ley de Lemas que hacía tiempo estaba a la deriva, se entendió como un guiño a Cambiemos, que se prepara para una disputa electoral en Santa Cruz contra Alicia K.
Para sumar a las curiosidades, el mismo martes, la gobernadora recibió y posó sonriente con Rogelio Frigerio, uno de los ministros políticos del Gobierno.
¿Para qué se apuró un expediente si, luego, significó una derrota estruendosa? En el PJ leen que pudo existir una especie de castigo a Costa que, entre otras rebeldías y autonomías, fue el único legislador de Cambiemos que votó contra del presupuesto 2019 que, por otro lado, votaron muchos peronistas.
Fuera del caso santacruceño, el fallo expande su influencia en territorios opositores y disímiles como La Rioja, Río Negro y San Luis. Con efectos y lecturas diferentes.
En tierra puntana, Alberto Rodríguez Saá siguió con atención el trámite de la Corte porque podría, tras el fallo, proponer una norma que, como en Santa Cruz, instaure el régimen de Ley de Lemas.
¿Para qué? Para saldar, por adentro, la pelea con su hermano Adolfo. Alberto y Adolfo quieren ser candidatos a gobernadores, división que podría facilitar que una tercera opción, encarnada en Claudio Poggi, se cuele entre los dos y gane.
El gobernador, que analiza anticipar la elección, podría impulsar una Ley de Lemas que permitiría que los dos hermanos sean candidatos por un mismo partido para, de ese modo, no correr riesgos de perder.
Con Ley de Lemas, resulta electo el candidato más votado del partido más votado: si los dos Saá van bajo el mismo paraguas se pueden garantizar que los votos de ambos, al final, se acoplen. En una primera instancia se dividen, en la siguiente de suma. En 2015, en Santa Cruz, Costa sacó más votos que Alicia K, pero como el Frente para la Victoria, que llevaba a otros candidatos, fue el espacio más elegido, terminó asumiendo la cuñada de Cristina.
El fallo cortesano incluye una referencia específica que puede traducirse como malas señales para los dos gobernadores que quieren buscar su reelección pero, por Constitución, no pueden hacerlo.
Se trata del riojano Sergio Casas y del rionegrino Alberto Weretilneck. Ambos presentan situaciones similares e idénticos argumentos: fueron vices durante un mandato y luego fueron electos como gobernadores.
Las constituciones de las dos provincias dicen que la única reelección consecutiva vale tanto para gobernador como para el vice pero ellos, invocando un fundamento que León Arslanián «construyó» para Felipe Solá en 2006, sostiene que fueron votados una sola vez para ser gobernador y que, por tanto, pueden volver a presentarse.
Algo similar ensayó en 2013 Gerardo Zamora en Santiago del Estero. La UCR de esa provincia apeló, el Tribunal superior de Justicia santiagueño rechazó la objeción y llegó, sobre la hora, a la Corte nacional que falló en contra de la pretensión de Zamora, por entonces gobernador.
El santiagueño hizo, entonces, lo que planean Weretilneck y Casas: anotarse como candidatos cuando se inicie el trámite electoral e ir, luego, atravesando las instancias con los hechos consumados. A Zamora no le funcionó y en el fallo del martes, la Corte pareció enviarle un mensaje a los mandatarios que pueden intentar el mismo recurso.
Allí, el Máximo Tribunal dice que se reserva el derecho de intervenir cuando está en riesgo la constitucionalidad y cita, como ejemplo, su intervención ante el caso Zamora.
Luis Beder Herrera, ex gobernador, que tuvo a Casas de vice, ahora enfrentado, es uno de los que festeja el fallo. En el sur, Martín Soria, peronista que gobierna General Roca, en Río Negro, también celebra el dictamen de la Corte porque podría cancelar las fantasías reeleccionistas de Weretilneck.