Las dos polarizaciones. ADN
El tiempo avanza y el calendario electoral impone una agenda de alianzas y candidaturas. Con el debate judicial omnipresente, los distintos espacios políticos diseñan sus estrategias para afrontar la elección del 7 de abril. Cambiemos y Juntos imaginan una polarización con el Frente para la Victoria.
La semana que comienza tendrá a la Casa Rosada como protagonista. Hasta allí llegarán los popes del macrismo -con la alianza formalizada- para acordar quién encabeza el proceso. En ese terreno, el PRO se siente fuerte y espera consolidar a Sergio Wisky como candidato a gobernador. Y reclamarán una señal contraria inequívoca sobre la re-reelección del gobernador Alberto Weretilneck.
Wisky, el presidente de la UCR, Darío Berardi, y el dirigente de la CC-ARI, Bautista Mendioroz, se reunirán con el todopoderoso Marcos Peña. El Jefe de Gabinete quiere que el diputado nacional encabece el binomio. Vetó a la radical Lorena Matzen por su oposición a las políticas del gobierno nacional sobre tarifas y la zona austral. Pero esencialmente, porque la idea es que el PRO lidere la alianza en la mayoría de los distritos.
De todos modos, habrá espacios importantes para el radicalismo. Y para contener el voto de los boina blanca, el PRO y la CC-ARI ofrecen a Verónica Jaroslavsky (la hija del Chacho, un histórico alfonsinista) a quien ambos partidos inscribieron en sus fórmulas. Si se mantiene ese tándem, Berardi podría encabezar la lista sábana, seguido por la actual legisladora Daniela Agostino y el coordinador del Ministerio de Interior, Juan Martín.
El macrimo rionegrino asegura que Weretilneck no puede ser candidato. Eso volverán a alegar ante Peña. Si la Justicia baja su postulación, ven una polarización con el Frente para la Victoria.
No es lo que imaginan en Juntos. El gobernador sigue recorriendo la provincia en marcha incansable y se entusisma con las encuestas que marcan una buena preferencia de los rionegrinos. Los contactos «mano a mano» con la gente son su fuerte. Seguro de la habilitación judicial, ve una polarización con Martín Soria. Así se lo transmitió a Peña el jueves en su despacho, a donde llegó para participar de una reunión por la crisis frutícola en la que también estuvieron Wisky y el ministro del Interior Rogelio Frigerio. En un repaso político, aseguró que se impondría al roquense 39 a 31.
Juntos se concentra en recolectar al radicalismo desencantado con el presidente Mauricio Macri. Por ahora, las únicas que manifestaron ese respaldo fueron Mabel y Soraya Yahuar. La intendenta de Los Menucos se cansó del destrato de Cambiemos. Así lo manifestó su hermana legisladora esta semana. ¿Serán las únicas? El tiempo lo dirá.
Indefectiblemente el cierre de listas dejará heridos y molestos y podría haber reacomodos o respaldos inesperados hacia diferentes sectores. En eso se enfocan todos los partidos.
En el oficialismo la compactadora es la lapicera del gobernador. Para el armado hará consultas con su vice, Pedro Pesatti, y un pequeño selecto grupo de ministros y legisladores. En Cambiemos, además de la Casa Rosada -que opinará sobre lo macro-, cuando se inscriba la alianza se oficializará en la Justicia Electoral un manual de procedimiento que servirá de órgano electoral. «No hay tiempo de internas», aseguran. Estará integrado por los jefes de los espacios y definirá cuando no haya acuerdos en los circuitos. En el FPV tampoco habrá internas y Soria tiene la llave para la confección de las listas. También temen enojos, pero esperan contener a quienes queden afuera. «Es un problema virtuoso», graficó un dirigente.
La frase es porque no hay ruido público (fundamentalmente en el PJ) . En Roca evalúan que ello se debe al espíritu de triunfo que impera en el espacio, muy diferente a otras épocas. El ADN del peronismo no se caracteriza por el silencio ni la prolijidad a la hora de debatir espacios. Además, lograron neutralizar las críticas del pichetismo que, según aseguran fuentes partidarias, sus dirigentes «están adentro».
Fue clave la declaración del senador Miguel Pichetto: «Alternativa Federal no vino a Río Negro» dijo en Bariloche, y así descartó trasladar el debate nacional con el kircherismo en la provincia. También -entienden en la Unidad Básica- desactivó la idea de una alianza con Juntos. Y, especialmente, se mantuvo fuera del escenario local, como había prometido, liberando a los suyos a ser parte de la unidad.
La candidatura de Soria logró esta semana respaldos sindicales: los jefes de UPCN y SITRAJUR, Juan Carlos Scalesi y Pablo Barreno, se encolumnaron detrás suyo. No son los únicos. La CGT y la CTA de los Trabajadores darán señales en ese sentido.
No así la CTA Autónoma que conduce Rodolfo Aguiar. ¿Se pronunciará en favor de Weretilneck? No son pocos quienes creen que sí. Y en el oficialismo aseguran que habrá más. La relación del gobernador con varios sindicatos y la tarea de Lucas Pica el frente de la Secretaría de Trabajo (responsable de la tregua y el acercamiento de ATE), tendrá su correlato político.