El 27% dejó de estudiar en el segundo cordón del conourbano
El segundo cordón del Conurbano «un 27% afirma que su hijo tuvo que dejar de estudiar por la crisis económica”, mientras que en todo el Area Metropolitana de Buenos Aires, , alrededor del 60% considera “cara o impagable la educación privada”. Los datos surgen del noveno Monitor de Clima Social, que elabora el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) y que indaga sobre las inseguridades sociales que vive la población en el área metropolitana. En esta oportunidad se presentó un dossier especial sobre educación.
Además, al ser consultados si debido a “su situación económica” o “porque no podían afrontar costos”, alguno de sus hijos tuvo que “dejar de estudiar para trabajar”, el 20% contestó afirmativamente. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, esa respuesta alcanza el 15%, y en el segundo cordón llega al 27%, un indicador considerablemente alto.
“La crisis expulsa a chicos y chicas de las escuelas. La profundización del malestar económico hace que muchas familias decidan no mandarlos a la escuela, o porque no pueden pagar los gastos porque tiene que salir a trabajar”, explicó Matías Barroetaveña, Director del Centro de Estudios Metropolitanos, el centro interuniversitario resultado de un acuerdo entre la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, la Universidad Nacional de Hurlingham, y la Universidad Nacional Arturo Jauretche.
El Monitor del Clima Social analiza las inseguridades laborales, alimentarias, económicas y el impacto de las tarifas. En este caso también el impacto en la educación, realizado en base a 1523 casos de entrevistas telefónicas entre el 26 de febrero y el 2 de marzo de 2019.
Como indicador de desigualdad, entre la escuela pública y privada, para el 66% de los entrevistados es “muy importante” que la escuela tenga comedor, y un 18% lo consideran “algo importante”. Apenas un 14% lo considera “poco o nada importante”. Entre aquellos que envían a sus hijos a escuela pública el 78% lo considera muy “importante”, mientras entre lo que lo hacen a escuelas de gestión privada es del 50%.
Así mismo, midiendo la calidad educativa en infraestructura, aquellos que envían sus hijos a escuela pública la satisfacción llega al 33% mientras que la imagen negativa es de 25%. En el sector privado la distancia es muy grande: 78% considera la calidad de la infraestructura “muy buena o buena”, y sólo el 6% “mala o muy mala”. Donde no hay distancias ni de tipo de gestión ni por región (CABA – Conurbano) es en la valoración docente, donde seis de cada diez entrevistados afirman que la calidad es buena o muy buena.
¨Las brechas educativas, las diferencias que hay sobre la valoración de la calidad y de la infraestructura entre escuelas pública y privadas, desaparecen en la cuestión docente. Allí la calidad de los maestros salta la grieta de la desigualdad”, concluye Matías Barroetaveña, Director del Centro de Estudios Metropolitanos.