Un Corte a la campaña. ADN
La etapa judicial rionegrina está concluida. Alberto Weretilneck será candidato a gobernador y el oficialismo aceleró su discurso de campaña con eje en el Plan Castello y críticas a la oposición por intentar proscribir al jefe de Juntos. Pero mientras avanza el debate por las boletas y el proceso electoral, la Corte Suprema aceptó el recurso del Frente para la Victoria y abre otro tramo de incertidumbre.
El Máximo Tribunal recepcionó la presentación en modo de amparo y así caratuló la causa, lo que supone una dinámica de tiempos acotados. Según fuentes judiciales nacionales, se generará un leading case con los casos de La Rioja y Río Negro -a pesar de sus similitudes y diferencias- para fijar una postura previa a las votaciones. Además -indicaron- el artículo en litigio (175) de la Constitución rionegrina es igual al riojano y el de otras 14 provincias, incluido el 90 de la Carta Magna de la Nación. La determinación final influiría en todos esos casos posibles.
Cómo llega a la Corte? Con el antecedente que generó el Superior Tribunal de Justicia que puede o no ser tenido en cuenta. Los jueces provinciales habilitaron a Weretilneck. Pero ese fallo, tiene otras aristas. La más compleja es la fuerte desautorización al Tribunal Electoral.
Según escribió -unánimemente- el Superior, la ley es interpretable, pero la interpretación no debe “establecer lo que el intérprete estime conveniente. La interpretación es un acto de conocimiento y no un acto de voluntad creadora de preceptos jurídicos”. Esa sola conclusión (evitando citar otras similares) pone a los tres integrantes del TEP en una situación compleja. Un jurista interpretó que ahora, los magistrados quedan a tiro de juicio político porque “crearon» supuestos sobre hipótesis que no están contempladas de modo expreso ni implícito. En consecuencia, «se arrogaron facultades constituyentes».
Y si nadie planteara un sumario en el Consejo de la Magistratura, el fallo del STJ deja mal parado el TEP cuyos integrantes -si aceptan la reprimenda- deberían renunciar.
Pero los jueces del fuero electoral están convencidos de su trabajo. Sostienen que si la Corte intervine, irá en el sentido de su escrito. Eso los reivindicaría desde lo jurídico. Y subrayan que la definición del STJ «fue política». Pero esencialmente, critican al Tribunal de alzada por generar un precedente institucional incorrecto. «Dimos un paso que no tiene antecedentes históricos» aseguran y plantean que así, Río Negro se catamarqueneizó. La provincia, y la Patagonia, tienen formas más progresistas que las jurisdicciones del norte del país. «Eso ya se rompió», se quejan.
Más allá del debate judicial, la política se abrió paso. El oficialismo sacó pecho con la habilitación de Weretilneck y aceleró el ritmo de la campaña. Y muestran encuestas donde garantizan un triunfo (con más margen algunas que otras, entre 6 y 15 puntos) el 7 de abril.
El oficialismo, además, asegura que la oposición -principalmente el Frente para la Victoria- está enfrascado en la estrategia judicial y basan su suerte en que «bajen» al gobernador. Mientras, aseveran, el verde va pintando toda la provincia. Por eso, buscarán mañana acordar con el resto de los partidos, frentes y alianzas, un entendimiento en la Justicia Electoral para incluir color en las boletas. El FPV y Cambiemos no se opondrán. A esos espacios también les conviene. El macrismo sabe que hay una identificación -para bien o para mal- del amarillo. Y en Roca afirman que la papeleta azul arrastra históricamente lo suyo y tiene una identificación con Néstor y Cristina Kirchner, en una provincia donde la ex Presidenta mantiene altos índices de popularidad.
Desde ahora, Lorena Matzen (Cambiemos) y Soria (FPV) se abocarán a la campaña y dejan en manos de sus apoderados el trámite en la Corte.
Sin embargo, en el gobierno creen que ambos sectores están obligados a mantener el discurso anti reeleccionista y por lo tanto sus energías puestas allí. Además, estiman que la Corte podría definir que el tema está resulto en Río Negro, como lo expresa el fallo del STJ que circunscribe el pleito a la provincia. Y, en el peor de los casos, el resultado llegará sobre la hora y el gobernador habrá realizado el 90% de la campaña arrastrando positivamente a quien nomine para sucederlo.
Por lo que aseguran que de la judicialización se pasa a la etapa de la futbolización. Y hacen una analogía con la final de la Copa Libertadores: «mientras ellos van al TAS, nosotros ya llegamos a Madrid, y cuando se quieran dar cuenta el relator va a cantar: y va el tercero, va el tercero, va el tercero».