Boleta corta. ADN
El oficialismo se prepara para encarar un proyecto audaz: la boleta corta.
Juntos pretende tener sus propios representantes en el Congreso de la Nación y ya proyecta al gobernador Alberto Weretilneck como candidato a senador. Para ello encargó a las consultoras ECO y Vignoni estudios de opinión pública, focus grup y encuestas que midan la voluntad popular en una elección netamente nacional en la que, según los sondeos preliminares, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner lidera con comodidad las preferencias de los rionegrinos.
«Vamos con boleta corta y sin alianzas nacionales» ratificó la gobernadora electa Arabela Carreras en una reciente entrevista (ver aparte). Si bien aún no se terminaron de barajar los nombres que acompañarán a Weretilneck, algunos impulsan en la cabeza de diputados al vice Pedro Pesatti. Así, aquella fórmula que ganó ampliamente la elección del 2015 y abrió el proceso del movimiento provincial -ratificado con creces el 7 de abril-, será el motor electoral.
La jugada conlleva riesgos. Aún está fresca en la memoria de JSRN el fracaso de 2017. Sin embargo, esta vez la potencia de los candidatos es diferente. Además, visualizan la debilidad de Cambiemos en la provincia, en consecuencia, imaginan una disputa con el Frente para la Victoria.
En principio, en la Casa de Gobierno no detectan un problema con no llevar en la boleta candidato a presidente. Y esperan la evolución del escenario nacional, que por ahora tiende a profundizar la grieta entre Maurio Macri y CFK, sin que se manifieste con éxito -al menos por ahora- una tercera posición con chances.
De persistir la idea, el oficialismo deberá realizar un fuerte trabajo militante, distribuyendo la boleta armada, es decir, con el corte confeccionado. A quien priorizarán? Está demostrado el pragmatismo de Juntos, en especial de Weretilneck, por lo que no se descarta que el reparto incluya a Cristina.
Un dato. En El Bolsón, que elige sus autoridades municipales el 5 de mayo, un sitio kirchnerista por excelencia, la aprobación positiva a la ex presidenta supera el 70%.
La intención del gobierno es ampliar su base de sustentación territorial, por eso arma una estrategia para ganar la mayor cantidad de municipios y comisiones de fomento. En especial, tres ciudades: retener Bariloche, y ganar Cipolletti y Viedma. En Roca, la tarea es más compleja.
Eso advirtió la candidata a intendenta del FPV, María Emilia Soria, quien planteó una gestión codo a codo con la administración central. Elogió la posibilidad de tener una gobernadora mujer, y dio por superadas las rencillas con Weretilneck, quien deja el poder el 10 de diciembre. Muerto el rey, viva el rey.
La idea de Soria es retener el bastión familiar y reconstruir desde allí la recuperación del peronismo. Y ve a su hermano Martín, en el Congreso. Un enroque.
La disputa por las candidaturas en el Frente no será sencilla. Soria considera que tiene el «derecho ganado» de ir a Buenos Aires. Es tradición en el PJ. Fue -a pesar de la derrota- el último candidato a gobernador y administra una de las ciudades más importantes de la provincia. Pero su compañera de fórmula Magdalena Odarda quiere repetir en el Senado, un lugar que pretende el diputado Martín Doñate. También busca retener su banca allí Silvina García Larraburu. Habrá más competidores y no se descarta una PASO.
La debilidad de Cambiemos se tradujo a la fragilidad de la alianza. En Cipolletti, Aníbal Tortoriello busca su reelección y lo hará con el PRO. Allí, Juntos pondrá toda la carne al asador. «Jugamos para ganar» subaryó esta semana el candidato a intendente Claudio Di Tella. El FPV propone a un ex arriaguista, Luis Bardeggia.
En Viedma, el radicalismo planea ir con la lista 3. En la capital, JSRN se apoya en la excelente elección del #7A y asegura que alineará el municipio a la gestión provincial. Dos son los postulantes con chances: Pesatti y el ex secretario de Deportes, Marcelo Szczygol. Si el vice integra la lista de diputados, el tema estará resuelto, sino habrá mecanismos de selección. Evelyn Rousiout ratificó su postulación pero el proceso en el FPV no se visualiza simple. Incluso, el pichettismo podría ir por afuera.
Bariloche plantea un desafío. Ni Weretilneck ni Carreras respaldan la reelección de Gustavo Gennuso, prefieren a los ministros de Economía y de Obras Públicas, Agustín Domingo (mejor perfilado) y Carlos Valeri. En la ciudad lacustre también la integración de Cambiemos está en jaque. Y el FPV parece encaminarse a cerrar filas con el concejal Daniel Natapof, aunque el líder sindical Ovidio Zúñiga advirtió que irá a internas.
La sociedad PRO, UCR, CC-ARI quedó lesionada después de la elección provincial. Habrá que ver si se reedita en las listas para el Congreso en octubre. Para las municipales, está descartada.
Si hay confluencia, en el espacio habrá un fuerte debate por las candidaturas. Al menos en el PRO, donde la figura de Sergio Wisky quedó cuestionada por un sector del partido por «trabajar» para Juntos el 7 de abril.
Lo mismo ocurre con los dirigentes locales seducidos por los cantos de sirenas de Weretilneck, esperando su bendición para encabezar los procesos locales. Pero Juntos definió «ir por todo» y quedaron en off side.